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Disparos, cañones de agua y 29 detenidos durante l...

Disparos, cañones de agua y 29 detenidos durante las protestas en Hong Kong

La última jornada de protestas en Hong Kong se ha saldado con la detención de 29 personas, 19 hombres y 10 mujeres, con edades comprendidas entre los 17 y los 52 años. Los detenidos, acusados de reunión ilegal, posesión de armas y agresión a la autoridad, participaban en una más de las múltiples manifestaciones que desde hace semanas recorren las calles de la ciudad.

La escalada de tensión continua en las calles y en esta ocasión, por primera vez desde que estallaran las revueltas, la policía se ha visto obligada a efectuar disparos de advertencia y ha emplear cañones de agua para hacer frente a  los manifestantes que cargaban contra los agentes armados con palos. Según declaraciones de la policía a los medios locales, las fuerzas de seguridad se vieron obligadas a emplear sus armas para disuadir a los manifestantes después de que varios agentes tuvieran que ser trasladados al hospital a causa de sus heridas tras los primeros choques.

Lo que comenzara como una serie de protestas en contra de un proyecto de ley que permitiría la extradición con China, ha terminado por convertirse en un movimiento antigubernamental de carácter más amplio. Los altercados que tuvieron lugar la pasada madrugada marcan un antes y un después en la naturaleza de las protestas, tal y como demuestra la preocupante escalada de los disturbios.

Antes de que se produjeran las primeras escaramuzas, algunos manifestantes lanzaron objetos contundentes y cócteles molotov contra la policía. Las fuerzas de seguridad respondieron utilizando balas de goma, gases lacrimógenos y cañones de agua con objeto de romper las barricadas improvisadas y dispersar a la masa congregada. Anticipando la utilización de este tipo de medios de disuasión, Amnistía Internacional, advertía a principios de este mismo mes sobre los peligros que entrañaba la utilización de este tipo de herramientas.

Según informan los medios locales, numerosas personas han tenido que recibir atención médica y han sido hospitalizados a raíz de los enfrentamientos. Tengamos en cuenta que esta última tanda de altercados, ha tenido lugar después de una tensa paz, que ha durado poco más de una semana, y que finalmente ha estallado con más violencia.

“Si los disturbios continúan en Hong Kong por supuesto que el gobierno central puede actuar a fin de restaurar el orden, la paz y garantizar el adecuado funcionamiento de la política de Un país, dos sistemas” aseguró Maria Tam Wai-chu, miembro del Comité Permanente de la Asamblea Popular Nacional. En esta misma línea, no descartó la intervención de efectivos militares y afirmó que “los soldados estacionados en Hong Kong no son hombres de paja destinados a quedarse en la guarnición”.

¿Qué hay detrás de las protestas?

Lo que comenzó como un movimiento de fuerte rechazo al proyecto de ley de extradición, el cual permitiría que los sospechosos pasaran a manos de la autoridades chinas para ser juzgados en jurisdicciones donde no existiese acuerdo previo (como es el caso de la China continental), se ha transformando en un tsunami popular que exige una reforma democrática en todo el territorio y poner freno a la creciente influencia de Pekín en los asuntos locales.

Esta corriente ha ido cobrando fuerza y el pasado domingo, según los organizadores de la marcha, logró reunir a casi dos millones de personas en el centro de Hong Kong. Los datos que han facilitado las fuerzas de seguridad restan repercusión a la manifestación y manejan unas cifras mucho más reducidas, asegurando que unas 120.000 personas se congregaron en una manifestación previamente autorizada.


Analista especializado en el entorno de la información y Defensa.

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