El muelle de las Delicias, del puerto de Sevilla, podría ser el emplazamiento elegido desde donde zarpase el 93º crucero de instrucción del Buque Escuela «Juan Sebastián Elcano». La Autoridad Portuaria de Sevilla trasladará formalmente a la Armada su interés para que la capital andaluza sea puerto de partida de esta representativa expedición.
Este 93º crucero de instrucción, cuya fecha prevista de partida esta fechada para mediados de 2020, pretende la recreación de la primera circunnavegación de la Tierra siguiendo la ruta que tomaron Magallanes y Elcano, ahora que se cumple el V Centenario de la primera vuelta al mundo.
Recientemente se ha dado a conocer el compromiso de la Autoridad Portuaria de Sevilla a la hora de solventar cualquier impedimento o limitación técnica que pudiera dificultar el acceso a puerto del Buque Escuela de la Armada. Dos de los principales obstáculos a la vista pasan por sortear un cable de alta tensión que conecta las subestaciones eléctricas de Guadaíra y Torrecuéllar, y el paso bajo el Puente del Centenario.
Rafael Carmona, presidente del puerto, ha afirmado en declaraciones recientes que el soterramiento de dicho tendido eléctrico está previsto desde hace tiempo “y que mejor ocasión que hacerlo para la visita del «Juan Sebastián Elcano». Respecto a la dificultad que puede suponer sortear el puente, Carmona ha recordado que la estructura se construyó teniendo como referencia la altura de su mástil mayor, pese a lo cual todavía será necesario llevar a cabo los estudios técnicos pertinentes.
La razón de ser de este navío de la Armada, obedece a dos cometidos fundamentales. Su misión primordial es la de
ofrecer formación a los Guardiamarinas en cuarto curso de su carrera en la Escuela Naval Militar, antes de ser promovidos a Alféreces. Actúa además como buque de apoyo a la política exterior del Estado, portando la insignia nacional allá por donde navegue y recibiendo a bordo a diferentes autoridades nacionales y extranjeras.
Sin embargo, la conmemoración del V Centenario arrastra consigo otro tipo de “escollos”, estos de tinte histórico, que obedecen al papel que jugaron España y Portugal en la gesta. La polémica “discusión” o si se prefiere, el prolongado debate que sostienen ambos países alcanza actualmente y en particular con motivo de esta conmemoración, una especial repercusión mediática.
Precisamente con motivo de este V Centenario y a la par de los esfuerzos que realizan la capital sevillana y el «Juan Sebastián Elcano» para rememorar la proeza de aquellos marineros, conviene que como herederos de esa historia conozcamos los detalles o cuantos menos tengamos claros algunos conceptos tras plantearnos algunas preguntas que nos ayudarán a entender el sentido por el cual un navío de nuestra armada merezca el nombre de aquel marino de Guetaria.
¿Quién tuvo ojo para el talento?
Afirman los que saben que fueron tres los desembarcos que cambiarían para siempre la historia de España: el de Tarik en Tarifa (711); el de Colón en Guanahani (1492); y el de Carlos de Habsburgo en la ensenada de Tazones (1517).
Es este último personaje quién jugara un papel determinante en esta historia, auspiciando la propuesta que le presentará Magallanes con el afán de hacer frente a la crisis que atraviesa España y conseguir la riqueza suficiente que le permita alcanzar el título de Emperador. Acompañado del prestigioso cosmógrafo Rui Faleiro, Magallanes asegura al futuro emperador que es posible arribar a las Molucas (o Islas de las Especias) navegando por occidente.
¿Por qué en manos de un portugués?
No olvidemos que Magallanes acude al monarca español tras ser rechazado por el rey Manuel de Portugal y que los españoles, al contrario que los portugueses, no estábamos acostumbrados a planificar navegaciones de ese calibre. En segundo lugar, a favor de Magallanes sucedía que conocía aquellas aguas y además, en la corte del rey Carlos nadie contaba con esa ventaja. La tercera razón que señalan los expertos obedece a la amistad que unía a Magallanes con Francisco Serrão, portugués renegado establecido en las Molucas, el cual buscaba “compradores” para las preciadas especias de las que él podía proveer.
¿Empresa española o portuguesa?
Una vez más el rechazo previo por parte del rey de Portugal, juega a nuestro favor a la hora de convenir que gran parte del mérito es español. El concepto de la empresa desde luego lo es de manera indiscutible, la financiación también en su totalidad (8 millones de maravedíes que paga España), así como la preparación y el avituallamiento a través de la Casa de Contratación española.
¿Entonces la vuelta al mundo es puramente española?
Al menos en cuanto a su ejecución se refiere debemos reconocer que no. De los 265 hombres que partieron de la Isla de Tenerife, 100 eran extranjeros (30 portugueses y el resto repartidos entre griegos, franceses, ingleses, alemanes, etc.), de modo que cualquiera de sus respectivos países de origen también puede sentirse orgulloso de su papel. Podemos verlo como esa gesta “multinacional” liderada por España a la que aluden ciertas voces.
¿Es posible la comparación entre Magallanes y Elcano?
Existen detalles a tener en cuenta. En primer lugar resulta ciertamente peculiar que Magallanes fuera nombrado Caballero de la Orden de Santiago española antes de haber logrado nada, mientras Elcano gana el título tras completar la vuelta al mundo. Esto puede deberse a la intención de “españolizar” la condición natural de Magallanes y al mismo tiempo protegerle de los múltiples intentos de que sufrió por parte de Portugal.
Los expertos hablan de 4 errores fatales cometidos por Magallanes. Errores que podrían haber dado al traste con la expedición de no ser porque a la postre surge la figura de Juan Sebastián Elcano.
El primero de esos errores tiene que ver con las sospechas de traición que recaen sobre los capitanes castellanos. A raíz de un caso de sodomía (penada con la muerte por estrangulamiento pero generalmente conmutada por otros castigos debido a la necesidad de manos en la mar) Magallanes provoca al “segundo capitán”, Juan de Cartagena, que se insubordina y es cargado de grilletes. Y aquí es cuando yerra, enviándolo a otro barco, donde puede conspirar con los otros capitanes, en lugar de mantener a su enemigo cerca.
Magallanes no era un navegante propiamente dicho y esto despertó la envidia de otro que además de serlo, creía ser merecedor de mando por sus servicios a la corona castellana, Esteban Gómez, al que también envía a otro navío. Segundo error.
El tercer error pasa por cruzar el Pacifico en diagonal en lugar de hacerlo bordeando previamente la costa todo lo que fuera posible como inicialmente estaba previsto. La principal consecuencia de esta decisión fueron las 29 muertes por escorbuto por la yerma travesía.
El enfrentamiento con el cacique Lapulapu en Mactán fue el cuarto y último error de Magallanes, error que le costó la vida. El resto de la tripulación es traicionada tras la derrota y son envenenados durante un banquete que cuesta la vida a muchos. Los pocos que quedan huyen y finalmente llegan a las Molucas.
¿Y ahora qué?
Llega el momento de Elcano y el mérito que merece. A diferencia de Magallanes y como buen vasco, Elcano había cazado ballenas por todo el Cantábrico y navegado el Mediterráneo, participando en la toma de Orán, con el Gran Capitán en Italia, etc., y no se arredra ante estas aguas desconocidas.
Cargados de especias pero bajo unas condiciones inhumanas, hirviendo cuero y comiendo serrín para sobrevivir hasta ver convertidas a las ratas en manjares, simulan ser una nave castellana que regresa del caribe con el fin de poder conseguir alimentos y evitar a los portugueses que puedan perseguirles.
Finalmente 18 hombres lograrán dar la primera vuelta al mundo, 85 habrán conseguido sobrevivir a la expedición (contando desertores y otros que quedaron atrás), pero el principal mérito de Juan Sebastián Elcano es cumplir con la verdadera misión de todo capitán, el que sus hombres regresen a casa.
“…y más sabrá Vuestra Majestad que aquello que más debemos estimar y tener es que hemos descubierto y dado la vuelta a toda la redondez del mundo, que yendo para el Occidente hayamos regresado por el Oriente”
Juan Sebastián Elcano
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