Redacción.

Según ha informado fuentes de la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ), el régimen sirio incumplirá los plazos establecidos según los cuales debería destruir los lugares de fabricación de su arsenal químico, antes del 15 de marzo.

El propio gobierno de Bachar al Asad reconoció que disponía de un total de 12 instalaciones preparadas para producir armamento químico, y acordó un proceso de destrucción de su arsenal, así como de las instalaciones donde se fabrica, en un plazo máximo que finalizaría el día 15 de marzo, algo no cumpliría, lo que añade un nuevo retraso en el proceso.

La OPAQ considera imposible cumplir los plazos, ya que el régimen aún no ha destruido ni una sola de esas instalaciones, que son varios hangares y centros subterráneos.

De hecho, las autoridades sirias no habrían destruido todavía ninguna de estas instalaciones, que comprenden siete hangares para aviones reforzados y cinco centros subterráneos. El régimen sirio había solicitado el reutilizar parte de esas instalaciones para otros usos, algo que fue rechazado de pleno desde Occidente, por el temor a que pudieran ser reconvertidas de nuevo en lugares de fabricación de armas químicas. Igualmente, desde la OPAQ se rechazó la propuesta de sellar con cemento algunas de estas instalaciones.

Solo ha entregado un tercio de las armas
El acuerdo alcanzado el pasado año con el régimen sirio supone la entrega para su destrucción de 1.300 toneladas de agentes tóxicos y la renuncia a producir más armamento de estas características. Sin embargo, y aunque el plazo límite para finalizar por completo la operación es el 30 de junio de este año, ya se han producido varios incumplimiento en el proceso.

De hecho, ya debería haberse comenzado la de neutralización de los químicos en el buque estadounidense «Cape Ray», algo que aún no ha ocurrido. Por el momento, sólo una cuarta parte de los agentes tóxicos más peligrosos habría salido de Siria, en total, apenas un tercio de las armas totales.