Redacción

Estados Unidos ha anunciado que este lunes ha finalizado con éxito la operación de neutralización en alta mar del arsenal de armas químicas entregadas por Siria tras varios meses de trabajo y numerosos retrasos.

La entrega de su arsenal químico fue la condición que el Gobierno sirio aceptó para evitar un ataque con misiles de los Estados Unidos. El bombardeo estadounidense habría sido la respuesta ante los ataques con gas sarín que el gobierno de Al Asad perpetró en las afueras de Damasco y que supuso la muerte de cientos de personas.

La declaración, entrega y posterior neutralización de las armas químicas en poder de Siria se ha llevado a cabo tras una larga y compleja operación internacional, con no pocos retrasos y polémicas, ya que existen importantes discrepancias y dudas en cuanto a la veracidad de la declaración aportada por Siria a la OPAQ sobre su arsenal químico.

La neutralización en alta mar se ha llevado a cabo a bordo del buque estadounidense MV Cape Ray, que está equipado con sistemas portátiles de hidrólisis diseñados para destruir las sustancias venenosas declaradas por Siria.

Al Cape Ray aún le queda un último viaje; en las próximas semanas se trasladará a Finlandia y Alemania, para completar el proceso de destrucción segura de los residuos neutralizados.

Aunque el presidente estadounidense, Barack Obama ha celebrado lo que considera un «hito» de la comunidad internacional que ha lanzado un claro mensaje de que no se tolerará el uso de este tipo de armamento, ha advertido de que Siria aún tiene tarea pendiente, ya que aún debe «cumplir su compromiso de destruir las restantes plantas de fabricación de armas químicas declaradas».

Asimismo, ha recordado que la actitud del gobierno sirio no ha sido del todo transparente, y existen dudas acerca de que haya declarado realmente todo el arsenal del que dispone, además de haber sido acusado en varias ocasiones de haber continuado con los ataques.