Continúa la escalada de tensión con Irán, en esta ocasión tras conocer la noticia de la captura de un petrolero británico en el estrecho de Ormuz por parte de la Guarda Revolucionaria iraní. Según han comunicado autoridades de la República Islámica, los motivos de la interceptación obedecen a la violación de la ley marítima internacional por parte del barco cuando pretendía atravesar el estrecho de Ormuz, escenario más reciente del pulso entre Teherán y Washington .
El incidente se produce apenas tres días después de la advertencia que el presidente de Irán, Hasan Rohani, lanzaba a Reino Unido el pasado miércoles vaticinando las consecuencias que tendría que afrontar por la captura, a principios de este mismo mes, del superpetrolero iraní “Grace 1” en aguas del estrecho de Gibraltar. La captura del navío respondía a la sospecha de que pudiera estar transportando petróleo a Siria.
Las declaraciones británicas no se han hecho esperar y el propio secretario de Relaciones Exteriores Jeremy Hunt, ha advertido a Irán sobre las “graves consecuencias” que deberá afrontar en caso de no liberar el petrolero británico interceptado. De momento no ha sido posible contactar con ninguno de los 23 tripulantes que viajan a bordo del «Stena Imperio», nombre del barco capturado cuando navegaba con rumbo norte hacia Irán.
Al parecer un segundo petrolero fue abordado por personal iraní armado, pero en este caso el barco ha podido seguir su viaje con normalidad después del incidente. De este modo, según el operador, Norbulk Shipping UK, con sede en Glasgow, la comunicación con el “Mesdar” fue restablecida tras el abordaje a las 17:30 y su tripulación, compuesta por 25 tripulantes, está «segura y bien».
Desde el gobierno británico aseguran que están “profundamente preocupados por las acciones inaceptables de Irán” y subrayan que “representan un claro desafío para la libertad internacional de navegación”. Es por ello que desde el gobierno se ha aconsejado a los barcos con bandera británica que permanezcan fuera de la zona por el momento.
En esta misma línea, el secretario de Relaciones Exteriores ha advertido que ambas interceptaciones son inadmisibles y que la libertad de navegación debe salvaguardarse. Por último ha querido dejar claro que aunque no se están barajando respuestas militares y a pesar de que se está buscando una solución diplomática “si esta situación no se resuelve rápidamente, habrá serias consecuencias”.
La versión de la Guardia Revolucionaria, según informa la agencia de noticias Tasnim, es que el petrolero ha sido interceptado por infringir tres regulaciones específicas: apagar su GPS; utilizar la salida del estrecho en lugar de la entrada; e ignorar las sucesivas advertencias.
Paralelamente, este hecho se produce en medio de una nueva polémica también con Irán como uno de sus principales protagonistas. El presidente Donald Trumpo en persona informaba este mismo jueves sobre el derribo de un dron iraní en aguas internacionales del golfo Pérsico. Según la versión estadounidense, el buque de asalto anfibio “USS Boxer”, actualmente de misión en aguas del golfo Pérsico, detectó un dron aproximándose y tras ordenarle en reiteradas ocasiones que se retirase, terminó por derribarlo.
Por su parte, Irán difundía el día de ayer un video con el que trata de demostrar que su dron no fue derribado por los estadounidenses y asegura que el aparato regresó intacto a su base después de vigilar durante tres horas las embarcaciones americanas sin detectar “ninguna acción no convencional y amenazadora”.
Conviene recordar que hace apenas un mes conocíamos la noticia del derribo de un dron estadounidense en el estrecho de Ormuz por parte de Irán. Las autoridades iraníes aseguraron entonces que el aparato violaba el espacio aéreo iraní.
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