Redacción.

El Ejército de Israel ha bombardeado esta madrugada varios objetivos de la franja de Gaza como parte de la operación militar «Borde Protector», que hace unos días anunciaban se llevaría a cabo contra Hamas en territorio palestino.

Por el momento, y según ha informado la agencia de noticias palestina Maan, catorce palestinos han sido heridos en el transcurso de los bombardeos llevados a cabo contra 50 objetivos de la Franja (lanzaderas de cohetes, edificios y viviendas de supuestos militantes de Hamás). El número podría aumentar en las próximas horas ya que numerosas viviendas han quedado destruidas como consecuencias de los ataques.

Tan solo dos años después del alto al fuego bilateral tras los bombardeos que causaron cientos de muertes en 2012, se produce este incremento de las tensiones entre ambas partes y de intercambio de disparos en el enclave estratégico.

Desde Israel asegura que la operación continuará con más intensidad en los próximos días, y que se prepara una eventual ofensiva terrestre en el territorio palestino, tras registrar que las facciones palestinas han disparado un total de 85 proyectiles esta madrugada.

Por otro lado, las Brigadas de Ezzedin al Qassam, brazo armado de Hamás, han hecho público un comunicado en el que responden al ataque lanzado por el Ejército de Israel: «el bombardeo de viviendas es una línea roja y si no se pone fin a estos actos, se responderá ampliando el círculo de objetivos». Según el presidente de Israel, Benjamín Netanyahu, Hamás cuenta con 10.000 proyectiles listos para bombardear las zonas israelíes que lindan con Gaza.

Jóvenes asesinados
Los sucesos de los últimos días han sido claves en el aumento de la tensión. El pasado día 12 de junio fueron secuestrados tres jóvenes judíos en Cisjordania, y sus cadáveres fueron hallados por la policía la pasada semana. Desde Israel se ha culpado a Hamás del asesinato de los tres jóvenes israelitas, y se produjeron disturbios y persecuciones contra palestinos.

Pocas horas después la policía encontraba también el cadáver de un joven palestino que había sido torturado y quemado vivo, según parece por seis israelíes ultraderechistas que ya se encuentran detenidos. El hallazgo del cadáver del joven palestino provocó también una ola de protestas y disturbios en Jerusalén.