Kiev ha exigido a Moscú la retirada de sus tropas de la frontera de Ucrania, e insiste en continuar el diálogo con Occidente con el objetivo disminuir las tensiones que se han disparado en medio de los temores de una invasión por parte de Rusia. El llamamiento se produce después de que la OTAN haya subrayado la necesidad de que los países de la Unión Europea reduzcan su actual dependencia del suministro de gas natural ruso.
“Si los funcionarios rusos hablan en serio cuando dicen que no quieren una nueva guerra, Rusia debe continuar el compromiso diplomático y retirar las fuerzas militares que ha acumulado a lo largo de las fronteras de Ucrania y en los territorios temporalmente ocupados de nuestro país”, ha señalado el ministro de Relaciones Exteriores de Kiev, Dmytro Kuleba.
Desde la OTAN resaltan la necesidad europea de diversificar los suministros de energía. “Nos preocupa la situación energética en Europa porque demuestra la vulnerabilidad de depender demasiado de un solo proveedor de gas natural y esa es la razón por la que los aliados están de acuerdo en que debemos trabajar y centrarnos en la diversificación de los suministros”, declaró Jens Stoltenberg, Secretario general de la OTAN.
Moscú continúa negando sus planes de invasión. Sin embargo, ha anunciado su propósito de pedir a la OTAN que aclare sus intenciones, y si se encuentra en los planes de esta debatir otros compromisos de seguridad tras rechazar sus exigencias. “Si no tienen la intención de hacerlo, entonces deberían explicar por qué”, dijo el ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Sergei Lavrov. “Esta será una pregunta clave para determinar nuestras futuras propuestas”, añadió.
La OTAN ha reiterado que no contempla la retirada de Europa del Este y que tampoco se encuentra entre sus planes el prohibir a Ucrania una posible adhesión a la alianza en el futuro. No obstante, están dispuestos a discutir cuestiones relativas al control de armas y otras medidas que podrían favorecer el incremento de la confianza, así como la relajación de las tensiones entre los diferentes actores.
Estados Unidos ha puesto sobre la mesa el debate entorno a las sanciones aplicables a Rusia. Los principales objetivos de estas medidas apuntarían a las entidades bancarias rusas más relevantes y a la propia deuda del país. Algunas de estas sanciones podrían imponerse antes de que se produzca cualquier movimiento ruso en el marco de una hipotética invasión. Paralelamente se baraja la posibilidad de incrementar los apoyos a Ucrania.
Los países occidentales llevan semanas tratando de llegar a un acuerdo acerca de la implementación de un duro paquete de sanciones en caso de que Rusia, efectivamente, ataque a Ucrania. Sin embargo la cuestión sigue siendo foco de debate, con Estados Unidos presionando de un lado, mientras Alemania insta a la “prudencia”.
Gran Bretaña ha anunciado que el gobierno modificará esta semana la legislación para facilitar la imposición de sanciones contra los intereses rusos. “Creemos que es muy probable que Rusia esté buscando invadir Ucrania. Es por eso que estamos haciendo todo lo posible a través de la disuasión y la diplomacia, para instarlo a que desista”, dijo a los medios la secretaria de Relaciones Exteriores, Liz Truss.
Truss, que tiene previsto visitar Ucrania y Rusia en las próximas dos semanas, ha informado a los medios que la legislación permitiría a Gran Bretaña alcanzar una variedad mucho más amplia de objetivos considerados de interés para el Kremlin «para que nadie piense que será inmune a esas sanciones”. Al ser preguntada sobre si los nuevos poderes podrían incluir la capacidad de incautar y bloquear activos y propiedades en Londres, Truss dijo: «Nada está fuera de la mesa».
Se espera que el primer ministro británico, Boris Johnson, hable por teléfono con Putin esta misma semana en un intento por intensificar los esfuerzos diplomáticos después de enfrentar fuertes críticas por su pasividad ante la crisis ruso-ucraniana. Johnson también ha señalado que la situación en la frontera de Ucrania con Rusia es «cada vez más preocupante” y que continúa “instando a Rusia a participar en negociaciones y evitar una invasión imprudente y catastrófica”.
Stoltenberg ha informado que la OTAN no tiene planes de desplegar tropas de combate en Ucrania, país que no es miembro de la alianza, en caso de una invasión rusa, y agregó: “Nos estamos enfocando en brindar apoyo”.
Por otra parte el primer ministro húngaro, Viktor Orbán, tiene planeado visitar a su aliado Putin en Moscú este mismo martes. La visita ha suscitado las críticas de la oposición política del país. El primer ministro es visto como el aliado más cercado de Putin en la Unión Europea, y su reunión con el presidente ruso será observada con nerviosismo en la mayoría de capitales europeas.
No hay ningún comentario