Redacción
La Armada española desplazó el pasado lunes 20 de febrero a Sevilla un bote y una lancha hidrográficas desde Cádiz para iniciar una nueva búsqueda de los restos del cuerpo de Marta del Castillo, una joven sevillana desaparecida en 2009.
La búsqueda de la joven se ha convertido en un reto. Por ello, desde Cádiz se han traído a Sevilla para colaborar en la búsqueda, la lancha hidrográfica transportable Escandallo y el bote hidrográfico del buque Malaspina. Estas embarcaciones cuentan con equipos técnicos que permiten escanear los fondos del río Guadalquivir. En éste, se ha realizado un levantamiento batimétrico y fisiográfico cuya capacidad del sonar es una franja de 400 metros de profundidad. El calado de la zona acotada por la investigación no supera los seis metros. Los sonadores de ambas se complementan, de tal forma que la zona investigada queda cubierta con los sonadores del Escandallo en la quilla del casco y los laterales con dos haces de trasmisión a banda y banda, que pertenecen al Malaspina.
La Armada ha confirmado a los medios de comunicación nacionales de que se trata de una labor muy delicada, producida en parte por la incertidumbre al no saber que se puede encontrar. Se espera que el domingo las embarcaciones concluyan sus barridos y el lunes, los buzos pertenecientes al Grupo Especial de Operaciones (GEO) comiencen inmersiones que verifiquen los posibles restos hallados. La Policía fue quien pidió a la Armada que el Instituto Hidrográfico de la Marina llevase a cabo un barrido en el río Guadalquivir, que cruza la ciudad. El juez instructor del caso, Francisco de Asís Molina, quiso señalar que se había abierto una nueva búsqueda en esta zona para tratar de “agotar” las hipótesis que rodean el caso.
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