La Armada india ha enviado destructores de misiles guiados al Mar Arábigo tras el ataque a un buque cisterna químico vinculado a Israel frente a sus costas, según ha informado el Ministerio de Defensa.
Tres destructores de misiles guiados fueron desplegados «en varias zonas del mar» para «mantener una presencia disuasoria» teniendo en cuenta la «reciente oleada de ataques en el Mar Arábigo», ha señalado el Ministerio en un comunicado a última ayer. También se han empleado aviones de patrulla marítima de largo alcance para «conocer el dominio».
A su vez, Estados Unidos ha afirmado que el ataque del 23 de diciembre contra el MV Chem Pluto en el océano Índico fue «disparado desde Irán«, una acusación que Teherán ha rechazado por infundada.
El ataque se produjo en un momento en que un grupo de trabajo dirigido por Estados Unidos trataba de contrarrestar amenazas similares a la navegación marítima en el Mar Rojo, planteadas por los rebeldes hutíes de Yemen, alineados con Irán.
La Armada india ha asegurado que se encuentra investigando la naturaleza del ataque contra el MV Chem Puto, que «ancló de forma segura» en la capital financiera, Mumbai, el día de ayer.
Una evaluación inicial «apuntaba a un ataque con drones«, ha declarado el Ministerio. Pero «serán necesarios más análisis forenses y técnicos para establecer el vector del ataque, incluido el tipo y la cantidad de explosivo utilizado». Según el Ministerio, el buque había sido «autorizado para seguir operando» por su compañía.
El MV Chem Pluto, un petrolero de propiedad japonesa en el que viajaban 21 indios y un ciudadano vietnamita, fue alcanzado el sábado mientras navegaba a 200 millas náuticas (370 km) de la costa de India, según ha informado Pentágono. El ataque provocó un incendio, que fue sofocado, pero no causó víctimas.
Los hutíes han prometido atacar cualquier buque vinculado a Israel en el Mar Rojo, por donde pasa aproximadamente el 12% de todo el comercio mundial, en solidaridad con Gaza, bombardeada por tierra, mar y aire por el ejército israelí.
Desde octubre, los hutíes han lanzado ataques contra más de una docena de buques, obligando a algunas de las mayores empresas del mundo a abandonar la ruta. El ataque en el océano Índico, lejos del mar Rojo, ha suscitado preocupación por los riesgos aún mayores para la navegación marítima en medio del conflicto palestino-israelí.
En medio del repunte de los ataques marítimos, éste ha sido el primero que Estados Unidos ha intentado atribuir directamente a Irán. También ha sido el primero contra un buque fuera del Mar Rojo.
Washington ha acusado a Teherán de estar «profundamente implicado» en las operaciones de los hutíes. Pero Irán insiste en que no se coordina con el grupo y que no desempeña ningún papel en los ataques. «La resistencia huti tiene sus propias herramientas y actúa de acuerdo con sus propias decisiones y capacidades», declaró el viceministro iraní de Asuntos Exteriores, Ali Bagheri.
Mientras, Japón ha anunciado sanciones contra tres altos cargos del grupo armado palestino Hamás.
Tokio procederá a congelar los activos pertenecientes a las tres personas e impondrá sanciones sobre los pagos y las transacciones de capital, según ha declarado hoy el Secretario Jefe del Gabinete, Hayashi Yoshimasa.
Se cree que las personas sancionadas, cuyo nombre no se ha dado a conocer, han participado en los atentados de Hamás contra Israel del 7 de octubre y están en condiciones de utilizar fondos para llevar a cabo atentados similares en el futuro, ha asegurado Yoshimasa.
La medida llega después de que Tokio impusiera en octubre sanciones a nueve personas y una empresa por sus presuntos vínculos con Hamás.
En el curso de la guerra, bombardeos israelíes han acabado con la vida de varios palestinos civiles durante la noche en Khan Younis, Bureij, Juhor ad-Dik y Nuseirat, según agencias de noticias estatales palestina.
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, afirma que la guerra no se detendrá y que está dispuesto a animar a los palestinos de Gaza a abandonar el enclave, según los medios de comunicación israelíes. Hamás ha condenado esta declaración.
A su vez, el líder de la oposición israelí, Yair Lapid, ha reiterado su petición de dimisión de Netanyahu. «Cambiar de primer ministro en medio de una guerra no es bueno. Pero el que está en el cargo es peor. No puede continuar«, ha dicho Lapid según medios de noticias israelíes.
Lapid se negó a formar parte del gabinete de guerra de Netanyahu al comienzo de la guerra entre Israel y Hamás y ha sido un crítico constante del gobierno de extrema derecha de Netanyahu.
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