Tradicionalmente se reconoce a los Servicios de Inteligencia como un elemento fundamental para dar seguridad al país. Estos nos alertan de las amenazas, como por ejemplo, de los atentados terroristas antes de que se produzcan.
Desde hace años la inteligencia sanitaria ha estado vigente como concepto en el seno de las Fuerzas Armadas Españolas. En esta Institución, la inteligencia sanitaria es una disciplina de obtención de información especializada en temas que afecta al ámbito sanitario, como los elementos de epidemiología y ambientales en una determinada zona, dónde despliegan nuestros soldados en las llamadas operaciones exteriores en las que participan; sobre riesgos nucleares, biológico, químicos; también informaciones sobre capacidades sanitarias en el teatro donde se efectúan las operaciones, tanto para su explotación en beneficio propio, como para la atención de la población civil de futuras zonas ocupadas por nuestros despliegue.
Vemos que es una disciplina de obtención que proporciona información poder elaborar una serie de productos de inteligencia muy específicos que tienen como finalidad general, en la mayoría de los casos, apoyar decisiones que tienen que ver con la sanidad y salud pública de una determinada zona.
Es por ello por lo que la inteligencia sanitaria también es muy útil en el ámbito de ciertas empresas y organizaciones estatales (civiles o militares) relacionadas con determinas actividades que pueden repercutir, en caso de accidente, de forma negativa en el medio ambiente o en la salud de una determinada zona y su población. La Inteligencia Sanitaria, puede contribuir a la toma de decisiones en apoyo a la elaboración de contingencias y de planes de seguridad al respecto.
La pregunta es si el personal especializado para la inteligencia sanitaria tiene dedicación permanente a esa disciplina o la practican solo con ocasión del planeamiento de las operaciones. La existencia de un equipo de inteligencia sanitaria es, en buena lógica, sencilla, ya que la información existente en fuentes abiertas es inmensa, solo hace falta ir a por ella y estudiarla. Una simple célula bien organizada, con unas pocas personas, hubiera sido suficiente como para alertar la pandemia desde que encontramos en fuentes abiertas de represión sobre el personal sanitario chino que denuncia lo que empezó siendo una epidemia.
La inteligencia sanitaria, (MEDINT en su acrónimo en inglés, de medical intelligence), de existir en España, además de su existencia conceptual y teórica, hubiera sido un instrumento de mucha utilidad en la actual crisis sanitaria motivada por el corna virus COVID-19 y la subsiguiente pandemia.
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