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La OTAN aborda la presión rusa y el desafío chino

Los ministros de Relaciones Exteriores de la OTAN han concluido dos días de reuniones en Bucarest con debates centrados en los desafíos que plantea China a largo plazo, así como en el apoyo a los aliados que enfrentan la presión rusa. “La OTAN es una Alianza de Europa y América del Norte, pero los desafíos que enfrentamos son globales y debemos abordarlos juntos en la OTAN”, ha dicho el Secretario General, Jens Stoltenberg.

Asimismo, la Alianza mantendrá conversaciones con Moldavia, Georgia y Bosnia-Herzegovina, países que, según Stoltenberg, están haciendo frente a dicha presión rusa. Los ministros de Relaciones Exteriores de estos países se unieron a la sesión final. Los aliados de la OTAN acordaron intensificar el apoyo personalizado a estos tres socios, incluido el desarrollo de capacidades, la reforma y la capacitación para mejorar sus instituciones de seguridad y defensa.

Los ministros de Relaciones Exteriores también han tenido presente los ambiciosos desarrollos militares de China, sus avances tecnológicos y sus crecientes actividades cibernéticas e híbridas. También han enfatizado la importancia de cumplir con las pautas de resiliencia de la OTAN, en conservar la ventaja tecnológica de la OTAN y continuar fortaleciendo la cooperación con los socios de la región del Indo-Pacífico y de la Unión Europea.

Stoltenberg ha señalado que la guerra en Ucrania ha demostrado la peligrosa dependencia del gas ruso y que “esto también debería llevarnos a evaluar nuestra dependencia de otros regímenes autoritarios, entre ellos China, para nuestras cadenas de suministro, tecnología o infraestructura”. Además, ha agregado que “continuaremos comerciando y comprometiéndonos económicamente con China, pero debemos ser conscientes de nuestras dependencias, reducir nuestras vulnerabilidades y gestionar los riesgos”.

Asimismo, Finlandia y Suecia se unieron a los aliados en todas las sesiones, siendo para ambos países su primera reunión de ministros de Relaciones Exteriores de la OTAN como invitados a la Alianza.

Durante estos dos días, los ministros de Relaciones Exteriores de la OTAN se reunieron con su homólogo ucraniano, Dmytro Kuleba, para abordar las necesidades más urgentes de Ucrania y el apoyo a más largo plazo. Los aliados acordaron que el apoyo militar continuo para Ucrania es esencial, en particular, defensas aéreas adicionales. Los aliados también anunciaron contribuciones adicionales al paquete integral de asistencia de la OTAN, que proporciona a Ucrania ayuda no letal, incluidos combustible y generadores.

En este sentido, la OTAN se ha comprometido a suministrar más armamento a Ucrania, así como su ayuda para la reparación de la infraestructura energética crítica gravemente dañada por los ataques masivos de misiles y aviones no tripulados rusos.

Durante la cumbre, Stoltenberg también acusó a Moscú de “intentar utilizar el invierno como arma de guerra”. Los ataques rusos han dejado a millones de ucranianos sin electricidad y agua corriente a temperaturas bajo cero. El Secretario también señaló que “Rusia en realidad está perdiendo en el campo de batalla. En respuesta a eso, ahora están atacando objetivos civiles, ciudades porque no pueden para ganar territorio”.

Ucrania lleva meses pidiendo a la OTAN sistemas de defensa aérea más avanzados. Según las convenciones de Ginebra, los ataques contra civiles o la infraestructura vital para su supervivencia podrían interpretarse como un crimen de guerra. A principios de esta semana, el fiscal general de Ucrania señaló ante los medios de comunicación que los ataques rusos equivalían a un genocidio.

Durante una reunión en Berlín de los ministros de justicia del grupo G7, estos señalaron que coordinarían las investigaciones sobre los presuntos crímenes de guerra cometidos en Ucrania. “El examen judicial de las atrocidades cometidas en Ucrania llevará años, tal vez incluso décadas. Pero estaremos bien preparados y persistiremos tanto como sea necesario”, manifestó el ministro de Justicia alemán, Marco Buschmann. El presidente ruso, Vladimir Putin, y otros altos funcionarios del Kremlin continúan negando las acusaciones de que las tropas rusas estén cometiendo crímenes de guerra en Ucrania.

La primera dama de Ucrania, Olena Zelenska, señaló durante una reunión ante los legisladores en el Parlamento británico en Londres que los ucranianos están pasando por un terror similar al que experimentó Reino Unido en la Segunda Guerra Mundial, cuando la Alemania nazi bombardeaba sus ciudades. “La victoria no es lo único que necesitamos, necesitamos justicia”, dijo Zelenska, y agregó: “vengo a ustedes en busca de esa justicia, porque conducirá al final de esta guerra».

Durante la conferencia de prensa conjunta entre Kuleba y Stoltenberg, este último manifestó que “apoyaremos a Ucrania todo el tiempo que sea necesario, no retrocederemos. Nos damos cuenta de que es extremadamente importante que el presidente Putin no pueda ganar en Ucrania. Eso será una tragedia para Ucrania, pero también hará que el mundo sea más peligroso y mucho más vulnerable”.

Por su parte, Kuleba señaló que “agradecemos lo que se ha hecho, pero la guerra continúa. Las decisiones sobre armas y líneas de producción deben tomarse más rápido«. En este sentido, el ministro de Relaciones Exteriores de Estonia, Urmas Rainsalu, advirtió que la OTAN necesita entregar misiles a Ucrania que puedan impactar dentro del territorio ruso: “La forma más lógica de ayudarlos es darles las capacidades para ingresar efectivamente a estos lugares desde donde se lanzan los misiles. Todas las opciones deberían estar sobre la mesa… no debería haber líneas rojas o advertencias… no deberíamos hacer ninguna limitación”.

Los países de la Alianza, liderada por Estados Unidos ha descartado repetidamente el suministro de misiles de mayor alcance y otras armas similares a Ucrania, en medio de preocupaciones sobre cómo esto podría conducir a una escalada importante con una Rusia armada nuclearmente.

Mientras tanto, Rusia ha reiterado su advertencia de que la incorporación de Suecia y Finlandia a la alianza podría generar tensiones en el Ártico. En este sentido, Turquía ha señalado que ambas naciones nórdicas han progresado para poder unirse a la OTAN como miembros, pero que aún necesitan hacer más para satisfacer las solicitudes de Ankara sobre la lucha contra el “terrorismo”.


Analista especializado en el entorno de la información y Defensa.

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