Las reservas ayudarán a las tropas de la KFOR, la fuerza militar multinacional liderada por la OTAN, a Kosovo tras los enfrentamientos armados de la semana pasada. Por su parte, el Presidente serbio, Vucic, ha negado estar acumulando tropas en la frontera con el país.

En este sentido, la OTAN ha anunciado el despliegue de unos 600 efectivos adicionales en Kosovo para ayudar a las tropas de la KFOR en la región, tras el reciente ataque mortal contra una comisaría de policía kosovar, en medio de rumores sobre un aumento de las tropas serbias.

«El Reino Unido va a desplegar unos 200 soldados del primer Batallón del Regimiento Real de la Princesa de Gales, que se unirán a un contingente británico de 400 efectivos que ya está realizando ejercicios en Kosovo, al que seguirán otros refuerzos de otros Aliados», ha anunciado el portavoz de la OTAN, Dylan White.

«La decisión se produce tras el violento ataque contra la Policía de Kosovo el 24 de septiembre y el aumento de las tensiones en la región», añade White. Sin embargo, no ha hecho ninguna referencia a la declaración de Washington del pasado viernes en la que advertía de una concentración militar serbia en la frontera de Kosovo.

Por su parte, Vucic, ha negado tal concentración de tropas de su país, citando en su lugar una «campaña de mentiras».

La medida se produce tras un atentado en la antigua región serbia en el que murieron cuatro personas, entre ellas un policía kosovar y tres militantes serbios fuertemente armados. Este ataque fue la escalada más grave en la región en los últimos años y ha desatado la preocupación de un nuevo capítulo a un conflicto en curso. La OTAN ha hecho un llamamiento a la calma y ha dicho que el diálogo es «la única forma de lograr una paz duradera».

Serbia se niega a reconocer la independencia de Kosovo, de mayoría albanesa, que declaró en 2008.

Mientras, la Unión Europea ha desechado cualquier rastro de dudas sobre su compromiso a largo plazo con Ucrania en una reunión en Kiev. Aunque la ayuda occidental a Ucrania sigue siendo sólida, en la Unión Europea y Estados Unidos cada vez se dejan oír más voces críticas respecto a ese apoyo.

A raíz de ello, la Unión Europea ha dejado de lado las dudas sobre si el bloque mantendrá su compromiso de ayudar a Ucrania a largo plazo, mientras comienzan a formarse cismas sobre la cuestión en Estados Unidos y Europa.

Una delegación de ministros de Asuntos Exteriores del bloque europeo ha realizado una visita sin anunciar previamente a la capital ucraniana, ofreciendo una imagen de cohesión y reiterando su apoyo a la lucha del país contra la invasión rusa.

«La Unión Europea sigue unida en su apoyo a Ucrania. … No veo que ningún Estado miembro se repliegue en su compromiso», ha declarado a la prensa el jefe de la política exterior del bloque, Josep Borrell.

Borrell ha calificado la reunión de «histórica», pero ha dejado claro que no habría nuevos anuncios concretos. «Es la primera vez que nos reunimos en un país candidato. Y, por desgracia, también es la primera vez que los ministros de Asuntos Exteriores de la Unión Europea se reúnen en un país en guerra«, ha declarado en rueda de prensa.

El Presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, ha señalado a los ministros que la duración de la guerra, que ya va por 20 meses, está ligada a la calidad y cantidad del apoyo que Ucrania reciba de sus aliados. «Nuestra victoria depende de forma directa de nuestra cooperación: cuantos más pasos firmes y de principios demos juntos, antes acabará esta guerra», ha dicho Zelenski.

Para acelerar el fin de los combates, ha instado a la Unión Europea a ampliar las sanciones a Rusia e Irán, que ha suministrado drones de ataque a las fuerzas rusas. Y ha pedido que se «aceleren» los trabajos para destinar «los activos rusos congelados a financiar la restauración de Ucrania, devastada por la guerra».

La reunión de Kiev se ha convocado en medio de crecientes indicios de que el apoyo occidental a la ayuda a Ucrania se está viendo diezmado.

En Estados Unidos, los conservadores han arreciado sus ataques al apoyo estadounidense, y un ex primer ministro eslovaco que prometía a su país «ni una sola ronda» de ayuda a Ucrania ha llevado a su partido a la victoria en las elecciones parlamentarias del fin de semana.

El primer ministro húngaro, Viktor Orban, también se ha mostrado más crítico con Kiev en los últimos meses y ha declarado recientemente que Hungría no tiene prisa por aprobar la adhesión de Suecia a la OTAN.

Algunos países del Sur Global también se han enfriado ante los esfuerzos de países como Estados Unidos por recabar apoyo para Ucrania. La guerra les ha golpeado económicamente y se muestran escépticos ante la posibilidad de verse obligados a elegir entre unas relaciones amistosas con Occidente o con Rusia.