La Unión Europea ha acordado poner en marcha una misión civil para ayudar a monitorizar la frontera de Armenia con Azerbaiyán, reforzando el papel del bloque en una región que el Kremlin considera el patio trasero de Rusia y que ha sido un escenario de tensiones durante el pasado año.
La medida se produce cuando Moscú, centrado en su guerra en Ucrania, ha estado perdiendo influencia después de décadas de dominación sobre los ex estados soviéticos. La iniciativa fue solicitada por Armenia y amplía una misión de 40 efectivos que se desplegó durante dos meses a finales del año pasado.
La nueva misión tiene un mandato de dos años y realizará «patrullas de rutina e informará sobre la situación», señala un comunicado de la Unión Europea. El objetivo de la misión es contribuir a la estabilidad en las zonas fronterizas de Armenia, generar confianza sobre el terreno y garantizar un entorno propicio para los esfuerzos de normalización entre Erevan y Bakú, informa también el comunicado.
Por parta parte, un excombatiente del grupo mercenario ruso Wagner, Andrey Medvedev, que recientemente había huido a Noruega en busca de asilo, ha sido arrestado en Noruega. Según Gulagu.net, un grupo de derechos humanos ruso que lo ayudó a escapar, Medvedev enfrentaría una posible deportación a Rusia.
El oficial de policía a cargo de asuntos de inmigración, ha informado esta semana a la prensa que el joven de 26 años había sido detenido bajo sospecha de ingresar al país sin documentación; “Se está evaluando si debe ser presentado para su detención”. Medvedev cruzó a Noruega desde su vecina Rusia el pasado 13 de enero en busca de refugio en la nación nórdica. Afirma haber trepado a través de cercas de alambre de púas en la frontera de 198 kilómetros y evadido a los oficiales de la patrulla fronteriza y a sus perros.
Después de presenciar el asesinato y el maltrato de los prisioneros rusos llevados al frente en Ucrania para luchar por el Grupo Wagner, Medvedev ha afirmado que temió por su vida. La organización paramilitar está estrechamente alineada con el Kremlin y ha estado muy involucrada en la invasión de Rusia.
Gulagu.net, que hace campaña por los derechos de los presos y ha estado en contacto con Medvedev desde que huyó, ha informado que había sido detenido y esposado el pasado domingo por la noche y que le advirtieron que lo llevarían a un centro de detención para su posterior deportación.
No obstante, las autoridades noruegas no han confirmado por el momento ningún plan para su deportación y su abogado ha señalado que no será deportado. Gulagu.net ha señalado que Medvedev se enfrentaría a un “asesinato y muerte brutal” por hablar en contra de Wagner en caso de que Noruega procediera a deportarlo a Rusia.
“No blanqueamos a Medvedev. Ha hecho muchas cosas malas en su vida”, ha manifestado el grupo de derechos humanos. “Pero ha visto la luz, se ha dado cuenta de esto, está listo y dispuesto a cooperar con el mundo, con la investigación internacional y con las autoridades de Noruega, quiere vivir y testificar” contra Wagner y su fundador Yevgeny Prigozhin, ha agregado.
Medvedev, huérfano, se unió al ejército ruso y estuvo en prisión antes de unirse al Grupo Wagner en julio pasado con un contrato de cuatro meses. Afirma que Wagner extendió repetidamente su contrato sin su consentimiento. Según los informes, le dijo a Gulagu.net que está listo para exponer todo lo que sabe sobre la fuerza de los combatientes mercenarios, que según Washington será considerada una entidad criminal. El grupo Wagner cuenta con aproximadamente 50.000 combatientes en Ucrania, el 80% de ellos provenientes de prisiones rusas.
Por otra parte, la Unión Europea ha ratificado más ayuda militar a Ucrania por valor de 500 millones de euros, mientras Berlín se enfrenta a más presión por los pedidos de Kiev para suministrarle carros de combate Leopard de fabricación alemana.
El acuerdo sobre el séptimo paquete de ayuda de este tipo se ha producido cuando los 27 ministros de Relaciones Exteriores de la Unión Europea se han reunido en Bruselas después de que los países occidentales no llegaran a un acuerdo la pasada semana sobre el envío de carros de combate a Ucrania, pero prometieron apoyo por valor de miles de millones.
El paquete de 500 millones de euros fue aprobado junto con otros 45 millones destinado a “equipo no letal” para la misión de entrenamiento militar de la Unión Europea en Ucrania, según un diplomático de la organización. Los tanques Leopard de Alemania, desplegados por ejércitos de toda Europa, son vistos como los más adecuados para la lucha que mantiene Ucrania con Rusia, pero Berlín debe autorizar su venta y todavía no ha procedido a ello.
Polonia ha manifestado que está dispuesta a enviar dichos carros de combate como parte de una coalición de países. Al llegar a la reunión de Bruselas, la ministra de Relaciones Exteriores de Alemania, Annalena Baerbock, se negó a dar más detalles sobre los comentarios cuando señalo que Berlín no se interpondría en la decisión de Polonia, y manifestó que era importante “hacer todo lo posible para defender a Ucrania”.
El partido socialdemócrata de centroizquierda del canciller Olaf Scholz, argumenta que Occidente debe evitar ciertos movimientos que puedan intensificar la guerra en curso. Sin embargo, varios países aliados rechazan esa posición y alegan que Rusia está totalmente comprometida con su ataque de 11 meses contra Ucrania.
En este sentido, las Fuerzas Armadas de Alemania han comenzado a enviar los primeros dos de los tres escuadrones de misiles antiaéreos Patriot prometidos a Polonia. Se espera que los sistemas de defensa aérea se entreguen cerca de Zamosc, en el sureste de Polonia, mañana por la tarde. “Patriot es un sistema puramente defensivo”, ha puntualizado el jefe de las fuerzas alemanas en Polonia, el coronel Jorg Sievers. El objetivo, señala, es proteger el espacio aéreo de la OTAN, así como el territorio, la infraestructura y la población de Polonia.
Asimismo, el ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Sergey Lavrov, ha señalado que Moscú no quiere ningún “escándalo” por parte de Occidente con respecto a los ejercicios navales conjuntos entre Rusia, China y Sudáfrica programados para el próximo mes.
Lavrov responde así a las críticas en torno a los simulacros, en una rueda de prensa durante una visita a Sudáfrica, uno de los aliados más importantes de su país en un continente dividido por la invasión rusa de Ucrania.
Lavrov ha señalado que Rusia ha proporcionado toda la información necesaria sobre los planes para los ejercicios militares. Se reunió ayer con su homólogo sudafricano, Naledi Pandor, en Pretoria, en lo que funcionarios del gobierno sudafricano han advertido que se trata simplemente de una visita ordinaria, pero que algunos partidos de oposición y la pequeña comunidad ucraniana consideran “insensible”. El gobierno del presidente Cyril Ramaphosa considera que Sudáfrica es neutral en la guerra de Ucrania y ha expresado su deseo de mediar.
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