Las conversaciones de alto el fuego entre Rusia y Ucrania han dado comienzo en la frontera con Bielorrusia, un fuerte aliado ruso. Pese a ello, las delegaciones de ambos países no han alcanzado un acuerdo y volverán a reunirse para continuar con las negociaciones. Mientras, Moscú se enfrenta a un aislamiento económico cada vez más intenso tras cinco días desde el inicio del ataque a Ucrania.
Las conversaciones tienen como objetivo un alto el fuego inmediato y la retirada de las fuerzas rusas, según la oficina del presidente ucraniano, Volodímir Zelenski. Desde Rusia son más cautelosos, y el Kremlin se ha negado a comentar nada sobre sus objetivos. A pesar de ello la orden del presidente ruso, Vladimir Putin, de poner en alerta máxima a las fuerzas nucleares rusas parece ser parte de un patrón de escalada de tensiones, por lo que no queda claro si sería posible conseguir algún progreso. Pero según sugieren los analistas, el movimiento podría formar parte de un nuevo engaño por parte de Rusia.
La invasión rusa a Ucrania comenzó el pasado jueves de madrugada, con ataques por tierra, mar y aire en lo que fue inmediatamente el mayor ataque militar de un estado europeo contra otro desde la Segunda Guerra Mundial. Rusia ha calificado a sus acciones en Ucrania como “operación especial”, que según señala, no está diseñada para ocupar territorio sino para destruir las capacidades militares de su vecino del sur y detener lo que consideran nacionalistas peligrosos.
El Ministerio de Defensa de Rusia ha señalado que sus fuerzas han tomado las ciudades de Berdyansk y Enerhodar en la región de Zaporizhzhya, en el sureste de Ucrania, así como el área alrededor de la planta de energía nuclear de Zaporizhzhya. Ucrania ha negado que la planta nuclear haya caído en manos rusas. Sin embargo, fuentes de inteligencia occidentales afirman que las fuerzas rusas han encontrado una resistencia ucraniana mucho más fuerte de lo que esperaban, lo que se ha traducido en una ralentización significativa de sus avances desde que comenzó la invasión.
La respuesta liderada por Occidente a la invasión ha sido firme, con sanciones que han aislado a las principales instituciones financieras de Moscú de los mercados occidentales. El rublo ruso se ha desplomado hasta un 30% frente al dólar esta semana, y los países occidentales también han intensificado el suministro de armas a Ucrania. Según Jens Stoltenberg, secretario general de la OTAN, la alianza está proporcionando a Ucrania misiles de defensa aérea y armas antitanque.
Las autoridades ucranianas han informado de las explosiones que se han escuchado esta semana en la capital, y en la ciudad nororiental de Kharkiv, Pero los repetidos intentos por parte de las fuerzas terrestres rusas por hacerse con los principales centros urbanos han sido repelidos, han agregado.
El Estado Mayor de Ucrania ha informado que las fuerzas rusas se están concentrando en la ciudad de Chernígov, al noreste de Kiev, y en partes de la región de Donbás en el este, entre otras áreas. Las autoridades de Kiev han advertido a los residentes de la zona de los planes para la instalación de fortificaciones, trampas para carros de combate y otras instalaciones defensivas en las calles mientras la ciudad se prepara para más batallas.
El asesor del Ministerio del Interior de Ucrania, Anton Gerashchenko, ha informado que decenas de personas han muerto en los ataques con cohetes rusos en Kharkiv, mientras Mariúpol continúa «resistiendo» y, según los informes, las tropas rusas avanzan hacia Mykolaiv.
Michelle Bachelet, Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos de la ONU, afirma que al menos 102 civiles han muerto en Ucrania desde el jueves, con otros 304 heridos, pero se teme que la cifra real sea «considerablemente mayor». Más de medio millón de personas han huido a países vecinos, según la agencia de las Naciones Unidas para los refugiados. Funcionarios de defensa estadounidense señalan que Rusia ha disparado más de 350 misiles contra objetivos ucranianos desde el jueves, algunos de ellos contra infraestructuras civiles.
El Kremlin ha acusado a la Unión Europea de comportamiento hostil, calificando el suministro de armas a Ucrania como “desestabilizador”, y alegando que el acto demuestra que Rusia tenía razón en cuanto a sus esfuerzos por desmilitarizar a su país vecino. La Unión Europea ha cerrado a todos los aviones rusos de su espacio aéreo, al igual que Canadá, lo que ha obligado a la aerolínea rusa Aeroflot a cancelar todos los vuelos a destinos europeos hasta nuevo aviso.
«En toda Rusia, la gran mayoría de la población tiene amigos o parientes que viven en Ucrania. Naturalmente, los corazones de todos están dolidos por lo que les está pasando a estos parientes», ha manifestado el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov. El Kremlin se ha negado a hablar sobre un posible riesgo de confrontación entre Rusia y la OTAN.
Durante el fin de semana, las naciones occidentales han anunciado sus sanciones, lo que ha incluido el bloqueo de algunos bancos rusos del sistema de pagos internacionales SWIFT. En una medida de emergencia, el banco central de Rusia ha elevado su tasa de interés clave del 9,5% al 20%. Las autoridades rusas han solicitado a las empresas involucradas a la exportación que estén preparadas por si fuera necesario vender divisas. También se ha instado a los corredores de bolsa a que bloqueen los intentos de los extranjeros de vender valores rusos. Los gigantes corporativos también han tomado medidas en respuesta a las sanciones. La petrolera británica BP, el mayor inversor extranjero en Rusia, ha puesto a la venta el 19,75% de su participación en la petrolera estatal Rosneft.
Mientras, protestas en contra de la invasión se están realizando alrededor de todo el mundo, incluso en Rusia, donde casi 6.000 personas han sido detenidas en manifestaciones en contra de la guerra desde el jueves, según han publicado medios de comunicación independientes rusos. El Consejo de Derechos Humanos de la ONU ha accedido a la solicitud por parte de Ucrania de celebrar un debate urgente esta misma semana sobre la invasión, después de que el embajador de Kiev manifestara en el foro de Ginebra que algunas de las acciones militares de Moscú «pueden constituir crímenes de guerra«. Desde la Asamblea General de las Naciones Unidas (AGNU), también se ha celebrado una sesión especial de emergencia para discutir la invasión de Rusia a su país vecino, que ha dado inicio guardando un minuto de silencio por Ucrania.
Zelenskiy ha pedido a la Unión Europea su adhesión inmediata tras el ataque de Rusia: «Nuestro objetivo es estar con todos los europeos y, lo más importante, ser iguales. Estoy seguro de que nos lo merecemos», ha señalado en un video compartido en las redes sociales. El presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, continuará con las conversaciones con sus aliados y socios esta semana para coordinar una respuesta unida, han informado desde la Casa Blanca.
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