Estados Unidos ha pedido a Israel que proteja a los inocentes en los hospitales, al personal médico y a los pacientes, mientras las fuerzas israelíes asaltan un hospital y sitiaban otro en su avance hacia el oeste de Jan Yunis, en Gaza. Los residentes afirmaron que el bombardeo aéreo, terrestre y marítimo ha sido el más intenso en el sur de Gaza desde que comenzó la guerra en octubre.

Las tropas se han adentrado por primera vez en el distrito de Al-Mawasi, cerca de la costa mediterránea, al oeste de Jan Yunis, la principal ciudad del sur de Gaza. Allí han asaltado el hospital Al-Khair y detuvieron al personal médico, según ha declarado el portavoz del Ministerio de Sanidad de Gaza, Ashraf al Qidra.

Israel no se ha pronunciado sobre la situación en el hospital, y la oficina del portavoz militar no ha realizado ningún comentario por el momento. El ejército ha informado más tarde que tres soldados israelíes han muerto en el sur de Gaza.

Qidra ha informado de que al menos 50 personas han muerto por la noche en Jan Yunis, mientras que los asedios a las instalaciones médicas se traducen en que decenas de muertos y heridos quedan fuera del alcance de los equipos de rescate.

El portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, John Kirby, ha afirmado que Israel tenía derecho a defenderse, pero añade: «Esperamos que lo hagan de acuerdo con el derecho internacional y que protejan a la gente inocente en los hospitales, al personal médico y también a los pacientes, en la medida de lo posible.»

Israel afirma que los combatientes de Hamás operan en hospitales y sus alrededores, lo que Hamás y el personal médico han negado.

Israel lanzó una ofensiva la semana pasada para capturar Jan Yunis, que aseguran que ahora es el principal cuartel general de los militantes de Hamás responsables de los ataques del 7 de octubre contra el sur de Israel, en los que murieron 1.200 personas, según los recuentos israelíes.

Desde entonces, Israel ha prometido acabar con Hamás, el movimiento islamista palestino que gobierna Gaza y que ha jurado la destrucción de Israel.

Al menos 25.295 gazatíes han muerto desde el 7 de octubre, según han informado el lunes las autoridades sanitarias de Gaza. Esto ha aumentado la preocupación internacional por el número de palestinos muertos a causa del asalto israelí al enclave densamente poblado y por la crisis humanitaria que afecta a cientos de miles de personas.

Estados Unidos ha instado a Israel a reducir los daños civiles en Gaza, le ha pedido que ponga fin a la violencia de los colonos israelíes contra los palestinos en la Cisjordania ocupada y ha dicho que sigue creyendo posible una solución de dos Estados al conflicto israelo-palestino.

Ayer a última hora, el ministro israelí de Asuntos Exteriores, Israel Katz, eludió el debate sobre una solución de dos Estados en una reunión con sus homólogos de la Unión Europea, y optó por mostrarles vídeos de futuros proyectos de infraestructuras.

Israel se ha opuesto a los llamamientos en favor de un Estado palestino, y el Primer Ministro, Benjamin Netanyahu, reafirmó el domingo su línea dura, afirmando que cualquier Estado palestino supondría «un peligro existencial» para Israel.

El jefe de la política exterior de la Unión Europea, Josep Borrell, ha distribuido un documento de debate con una hoja de ruta hacia la paz que aboga por una conferencia de paz preparatoria organizada por la misma y las naciones árabes. Estados Unidos y la ONU también han sido invitados a convocarla.

Washington ha pedido una investigación y que se informe «según proceda» tras la muerte el viernes en Cisjordania de un palestino-estadounidense de 17 años que, según funcionarios sanitarios palestinos, fue asesinado por las fuerzas de seguridad israelíes. En Cisjordania, ocupada por Israel, se ha producido un aumento de la violencia paralelo a la guerra de Gaza.