La OTAN intensifica el apoyo a Ucrania, al mismo tiempo que fortalecerá todavía más la disuasión, defensa y el aumento de las reservas, según ha declarado el secretario general, Jens Stoltenberg después de una reunión de ministros de Defensa de la Alianza.

Estas decisiones para fortalecer aún más la disuasión y la defensa de la Alianza, ha incluido la aprobación de nuevas directrices para la planificación de la defensa de la OTAN. “Esto refleja la realidad del mundo en el que vivimos. Con el comportamiento agresivo de Rusia, la amenaza persistente del terrorismo y los desafíos planteados por China, impulsará los cambios de capacidad en los años venideros. Y garantizará que nuestra disuasión y defensa siguen siendo fuertes y creíbles”, ha matizado Stoltenberg.

Los ministros también han abordado formas de impulsar la capacidad industrial y reponer las reservas de armamentos y municiones, que tienen una mayor demanda que nunca, dado el apoyo sin precedentes de los Aliados a Ucrania. Los países miembros están de acuerdo en la necesidad de trabajar de la mano con la industria de defensa para aumentar la capacidad industrial.

Sobre la base de las medidas para proteger la infraestructura submarina crítica, e Stoltenberg ha anunciado la creación de una Célula de Coordinación de Infraestructura Submarina Crítica en la sede de la OTAN. “Facilitará el compromiso con la industria y reunirá a las principales partes interesadas militares y civiles” ha señalado. Los ministros también han discutido sobre la importancia de invertir más en defensa y sobre la mejor forma de aprovechar el compromiso de inversión en defensa y los compromisos futuros más allá de 2024.

Esta semana, los aliados se han reunido también con el ministro de Defensa de Ucrania, Oleksii Reznikov, para discutir la situación sobre el terreno y las necesidades militares más urgentes de Ucrania. Al destacar la ventana de oportunidad de Ucrania para inclinar la balanza de la guerra, Stoltenberg ha dado la bienvenida a las promesas de apoyo hechas por los aliados de la OTAN a Ucrania, incluidas más armas pesadas y entrenamiento militar.

También ha agradecido a los Aliados por sus importantes contribuciones al Paquete de Asistencia Integral de la OTAN, que proporciona a Ucrania alimentos, combustible, suministros médicos, equipos contra drones y puentes anfibios. Además, los ministros también han acordado intensificar el apoyo a otros socios en riesgo, Bosnia y Herzegovina, Georgia y Moldavia.

En este sentido, la OTAN acordará el nuevo compromiso este verano para aumentar el gasto en defensa por encima de su anterior objetivo, que será acordado en la próxima cumbre en Lituania el próximo mes de julio.

Los aliados de la OTAN acordaron en 2014, tras la anexión de Rusia de la Península de Crimea en Ucrania, detener los recortes de gastos que habían hecho después de la Guerra Fría y pasar a gastar el 2% del PIB en defensa para 2024. Dicho acuerdo vence el próximo año, y mientras la OTAN está trabajando sobre un nuevo objetivo, algunos funcionarios han señalado que no todavía no se ha llegado a un acuerdo firme.

Stoltenberg ha instado a los 30 países miembros a comprometerse a gastar al menos el 2% de su producto interno bruto en defensa en una fecha determinada tras la reunión de los ministros de defensa de la OTAN, en la que se ha celebrado un primer debate de alto nivel sobre esta cuestión.

«Lo que es obvio es que, si era correcto comprometerse a gastar un 2% en 2014, lo es aún más ahora porque vivimos en un mundo más peligroso«, ha señalado Stoltenberg y ha añadido que “hay una guerra en toda regla en Ucrania, en Europa, y luego vemos la amenaza persistente del terrorismo. Es obvio que necesitamos gastar más”.

Solo 9 países han cumplido este compromiso, según estimaciones de la OTAN del año pasado, pero 18 tienen planes para hacerlo. Estados Unidos gasta el 3,47% de su PIB en defensa, gastando más que todos los demás aliados juntos.

Stoltenberg ha señalado que esta no debería ser una «perspectiva a largo plazo» y “que necesitamos un compromiso inmediato para gastar un 2% como mínimo cuando vemos las necesidades de municiones, defensa aérea, entrenamiento, preparación, capacidades de alto nivel”

Por otra parte, la Unión Europea está considerando un nuevo conjunto de sanciones por un total de 11.000 millones de euros (11.700 millones de dólares) contra Rusia y algunos terceros países que proporcionan bienes vitales que Moscú utiliza para reforzar sus tropas en los campos de batalla de Ucrania.

La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ha informado que el paquete que están considerando los 27 países miembros pretende de forma más específica privar a Rusia del material militar que necesita y no puede conseguir en ningún otro lugar. Incluye propuestas para someter a sanciones a siete entidades iraníes para tratar de impedir que Rusia emplee drones iraníes para atacar infraestructuras civiles ucranianas.

Las propuestas presentadas por von der Leyen se centran en componentes electrónicos adicionales para equipos como drones, misiles, helicópteros y cámaras térmicas. Von der Leyen ya había insinuado algunas de las medidas durante una cumbre entre la Unión Europea y Ucrania a principios de este mes.

Si las propuestas son respaldadas por unanimidad por los miembros de la Unión Europea, “habremos prohibido todos los productos tecnológicos que se encuentran en el campo de batalla”, ha señalado von der Leyen.

Se espera que estas sanciones se pongan a debate en una reunión de ministros de Asuntos Exteriores de la Unión Europea el próximo lunes, con la esperanza de contar con la aprobación final antes del 24 de febrero, aniversario de la invasión rusa de Ucrania.

El paquete también trata de cerrar las lagunas que han permitido eludir algunas medidas de paquetes anteriores y persigue a las empresas que tratan de eludir las sanciones. El responsable de Asuntos Exteriores de la Unión Europea, Josep Borrell, ha informado que también se tratará de sancionar a otras 100 personas y entidades, entre ellas las implicadas en secuestros y en el transporte de niños ucranianos a Rusia.

Normalmente, las sanciones de la UE se deciden en estrecha cooperación con los principales socios occidentales, como Estados Unidos y Gran Bretaña. Los socios suelen anunciar paquetes similares en un plazo muy breve.