Redacción
El pasado 22 de septiembre llegaron hasta la costa frente a Bilbao dos aviones rusos portamisiles. El Ministerio de Defensa ha confirmado que sólo bordearon la zona. Rusia ha vuelto a poner en alerta a la Comunidad Internacional. El vuelo trajo consigo una respuesta organizada por parte de la OTAN en la que se movilizaron hasta 10 aviones.
En declaraciones ofrecidas a la agencia EFE por parte del Ministerio de Defensa español, se ha confirmado que “en ningún momento entraron en el espacio aéreo español”
Fuentes militares según el diario el PAÍS han calificado la operación como una provocación de Rusia.
Los detalles fueron difundidos el mes pasado por el Ministerio de Defensa francés, pero hasta el pasado miércoles 6 de octubre los medios de comunicación no se han hecho eco de lo ocurrido. Concretamente, Le Télégrame ha sido pionero en dar la noticia.
Por su parte, Islandia ha protestado ante el panorama internacional porque se acercaron a un avión comercial que había efectuado su salida desde Reikiavik y con destino a Estocolmo: «Si cometen un error al mantener la distancia, no tenemos nada para prevenirlos y hacerles frente», señaló el piloto de la aeronave, según el diario EL MUNDO.
22 de septiembre
A las 09:13h del pasado martes 22 de septiembre, Noruega detectaba cerca de su costa dos bombarderos Túpolev 160, conocidos como Blackjack, según la terminología de la OTAN. Acto seguido, dos cazas F-16 noruegos se pusieron en marcha para asegurar que no entraban en su espacio aéreo. Lo fotografiaron y custodiaron hasta que se acercaron al norte de Escocia.
Allí, dos cazas Typhoon británicos se mantenían a la espera para efectuar el relevo. Mientras toda la Comunidad Internacional permanecía atenta a la actuación de los rusos. Éstos sobrevolaron, dirigiéndose al sur, la costa oeste irlandesa.
Otros dos cazas Rafale franceses estaban ya preparados. Se aproximaron sobre las 13:57h a los portamisiles rusos que se encontraban a unos 100 kilómetros de Bretaña. Ambos volaron hasta el sur hasta las 14:33h.
Acompañados después por dos F-18 españoles, los bombarderos rusos se dirigieron al oeste de la costa española, y tras llegar a la altura de Bilbao, dieron la vuelta en dirección al oeste de Irlanda.
Toda la maniobra fue coordinada por los dos centros de operaciones de la OTAN, tanto las intercepciones como los acompañamientos por los vuelos europeos, poniendo en juego su capacidad de respuesta.
No es la primera vez
Estos vuelos rusos dejaron de hacerse tras la caída de la Unión Soviética. Sin embargo, operaciones similares se han producido con motivo de las tensiones entre Occidente y Rusia, por ejemplo a raíz de la guerra de Ucrania o la anexión de Crimea.
Por este motivo, resulta fundamental destacar que el vuelo se produce días después de que Rusia y Estados Unidos dieran por finalizados sus acuerdos de paz relacionados con la guerra de Siria.
En los últimos años, Rusia ha aumentado el número de incursiones en el espacio aéreo internacional. El pasado febrero también se produjo un vuelo similar en el espacio aéreo francés a lo largo del canal de la Mancha. En 2015, varios fueron los vuelos detectados.
Hasta el momento, las alertas de aproximación de aviones rusos se habían producido en los países bálticos.
Y la operación es siempre la misma: los aviones no facilitan su plan de vuelo, y cuando el centro de control aéreo de la OTAN detecta el “trazo” de un aparato desconocido en sus radares, ordena que despeguen aviones de la alianza para escoltarlos y vigilar su actuación.
Tupolev 160
Tupolev 160 Blackjac, conocido también como “el cisne blanco” es un bombardero pesado supersónico ruso que entró en servicio en 1987. Se considera el avión más potente del mundo. Tiene una capacidad de carga de 260 toneladas y puede incluso transportar armas nucleares. Puede alcanzar hasta los 2220 km/h y cuenta con un techo de vuelo de 18.000 metros.
Además puede trasladar hasta 24 misiles de crucero. En 2015 volvió a fabricarse para su uso en el apoyo al régimen de Bachar el Assad en Siria.
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