Los Jefes de Estado y de Gobierno ya han aprobado en la Cumbre de Washington un nuevo Compromiso de Expansión de la Capacidad Industrial de la OTAN. Dicho compromiso pretende acelerar la capacidad y producción industrial de defensa en toda la Alianza, y subraya la importancia estratégica de la cooperación transatlántica en materia de defensa.

Durante la reunión, los líderes aliados han reafirmado que una industria de defensa robusta es indispensable para mantener fuertes la disuasión y la defensa de la OTAN, así como para seguir manteniendo el apoyo a Ucrania. El Compromiso incluye actuaciones a largo plazo como el desarrollo de planes nacionales para reforzar la capacidad industrial, acelerar las adquisiciones multinacionales, potenciar la aplicación de normas para aumentar la interoperatividad, eliminar las barreras al comercio y la inversión, y asegurar las cadenas de suministro críticas.

Los Aliados también se han comprometido a suministrar de forma más rápida a Ucrania capacidades críticas, centrándose inicialmente en municiones y sistemas de defensa aérea y antimisiles.

El nuevo compromiso se basa en el Plan de Acción de Producción de Defensa acordado en la Cumbre de Vilna de julio de 2023. Desde entonces los Aliados han realizado progresos significativos en la actualización de las estrategias nacionales de defensa, la racionalización de los procesos de adquisición y la inversión en producción industrial. En enero, los Aliados europeos de la OTAN acordaron la compra conjunta de hasta 1.000 misiles Patriot. Al margen de la Cumbre, la Agencia de Apoyo y Adquisiciones de la OTAN (NSPA) ha realizado un pedido de misiles antiaéreos Stinger por valor de 700 millones de dólares.

En los próximos cinco años, los Aliados de la OTAN de Europa, además de Canadá, tienen previsto adquirir miles de sistemas de defensa antiaérea y artillería, 850 aeronaves modernos, en su mayoría F-35 de 5ª generación, así como un número considerable de capacidades de alta gama.

En relación a Ucrania, la OTAN ha prometido 43.000 millones de dólares en ayuda y un «camino irreversible» hacia la adhesión.  Estas promesas se producen al tiempo que Estados Unidos anuncia que desplegará misiles de mayor alcance en Alemania y reforzará las defensas contra Rusia.

La ayuda económica llegaría a Ucrania durante el próximo año para reforzar sus defensas contra Rusia. Asimismo, los miembros de la Alianza también han anunciado medidas individuales y conjuntas para reforzar la seguridad de Ucrania y de Europa.

Entre ellas, Estados Unidos, Holanda y Dinamarca han anunciado que los primeros cazas F-16 proporcionados por la OTAN estarían en manos de pilotos militares ucranianos este verano. Estados Unidos también ha informado de que desplegará misiles de mayor alcance en Alemania en 2026, un importante paso para contrarrestar la creciente amenaza rusa a Europa, según los aliados.

La medida enviará a Alemania el armamento estadounidense más potente con base en el continente europeo desde la Guerra Fría. Habría estado prohibido en virtud del Tratado sobre Fuerzas Nucleares de Rango Intermedio firmado por Estados Unidos y la Unión Soviética en 1987, pero este se deshizo en 2019.

El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, ha publicado en la plataforma de social X su agradecimiento por el esfuerzo de la OTAN para fortalecer su fuerza aérea, advirtiendo que los nuevos aviones de combate «acercan la paz justa y duradera, demostrando que el terror debe fracasar».

El comunicado de la Alianza, en el que se declara que «el futuro de Ucrania está en la OTAN», alega seguir apoyando a Kiev «en su camino irreversible hacia la plena integración euroatlántica, incluido el ingreso en la OTAN». No obstante, la invitación llegaría «cuando todos los Aliados estén de acuerdo y se cumplan las condiciones», señala.

El Secretario General de la OTAN, Jens Stoltenberg, ha subrayado que Ucrania no se unirá a las filas de la Alianza de forma inmediate, pero ha insistido en que eso debe ocurrir una vez finalizada la guerra para garantizar que Rusia no vuelva a atacar Kiev. Sobre la ayuda global de la OTAN, ha declarado: «No lo hacemos porque queramos prolongar una guerra. Lo hacemos porque queremos poner fin a una guerra lo antes posible».

Estados Unidos y algunos otros países se han opuesto a la adhesión de Ucrania durante el conflicto con Rusia para evitar una escalada de tensiones que pudiera desembocar en una guerra mayor. También han insistido en que Ucrania debe tomar medidas significativas para abordar la corrupción, así como otras reformas del sistema.

El Presidente estadounidense, Joe Biden, ha subrayado la importancia de la OTAN al ser esta cumbre anfitrión del Consejo del Atlántico Norte, el órgano formal de toma de decisiones de la alianza, en un centro de convenciones de Washington DC, y ha destacado que, desde que asumió el cargo, no solo ha aumentado el gasto militar, sino que se ha duplicado el número de grupos de combate en el flanco oriental de la OTAN. «Podemos defender y defenderemos cada centímetro del territorio de la OTAN, y lo haremos juntos», ha afirmado el líder estadounidense.

Se espera que la cumbre de los líderes de los 32 países de la OTAN, además de los países socios invitados del Pacífico Australia, Japón, Nueva Zelanda y Corea del Sur, así como Ucrania, sea una de las últimas apariciones de Biden en un foro internacional antes de las elecciones estadounidenses. A menos de cuatro meses de las elecciones, los problemas políticos de Biden se han cernido sobre la reunión.

Los dirigentes de la OTAN «ven que Joe Biden probablemente no es el líder que se encontraron hace uno, dos o tres años, y eso les preocupa porque él ha vuelto a situar a la OTAN en el centro de la política de seguridad nacional estadounidense», según declaraciones el ex Subsecretario de Estado para Asuntos Públicos de Estados Unidos, PJ Crowley.