Separatistas prorrusos en la región de Donetsk, en el este de Ucrania, han afirmado que, finalmente, han tomado el control de una aldea cercana a la ciudad de Bajmut, epicentro actual de los combates que las fuerzas de Moscú buscan conquistar desde hace varios meses. La ciudad «ha sido liberada por las fuerzas armadas rusas», han afirmado los separatistas de la región que Moscú reivindica para su anexión.
El pueblo de Bakhmoutské se encuentra situado al noreste de Bajmut, localidad que contaba con unos 70.000 habitantes antes del inicio de la ofensiva rusa el pasado febrero. Las fuerzas rusas, dirigidas por el grupo mercenario ruso Wagner, han estado tratando de tomar Bajmut durante meses, pero se han encontrado con una gran resistencia por parte de las fuerzas ucranianas.
De hecho, Ucrania había informado que se encontraba fortaleciendo sus fuerzas alrededor de Bajmut y repeliendo los constantes ataques del grupo Wagner, cuyo líder ha prometido hacerse con el control de las vastas minas subterráneas del área. Kiev ha enviado refuerzos a Soledar, un pequeño pueblo cerca de Bajmut donde la situación ha sido particularmente difícil, han señalado funcionarios ucranianos. “El enemigo ha vuelto a hacer un intento desesperado de asaltar la ciudad de Soledar desde diferentes direcciones y ha enviado a la batalla a las unidades más profesionales de los wagnerianos”, ha dicho el ejército de Ucrania en un comunicado.
Yevgeny Prigozhin, fundador del grupo mercenario Wagner, lleva meses intentando hacerse con Bajmut y Soledar a costa de muchas vidas en ambos bandos, señala también el comunicado, dado que su importancia radica en la red de minas allí. “No solo tiene la capacidad de contener un gran grupo de personas a una profundidad de 80 a 100 metros, sino que los tanques y los vehículos de combate de infantería también pueden moverse”. Los expertos dicen en este sentido, que el beneficio militar estratégico para Moscú sería limitado.
El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, ha manifestado en su habitual discurso nocturno, que Bajmut y Soledar continúan resistiendo a pesar de la destrucción generalizada después de meses de ataques: “nuestros soldados están repeliendo los constantes intentos rusos de avanzar”. En Soledar «las cosas están muy difíciles», ha añadido.
Serhiy Cherevatyi, portavoz militar ucraniano para la región oriental, ha señalado que la situación podría estabilizarse en Soledar. “Hay batallas brutales y sangrientas allí: 106 bombardeos en un día”, dijo en la televisión ucraniana. A nuestras tropas en Soledar se les han asignado fuerzas y medios adicionales para este propósito y se está haciendo todo lo posible para mejorar la situación operativa».
Más al norte, en la región de Járkov, un ataque con misiles rusos en un mercado en el pueblo de Shevchenkove ha acabado con la vida de dos mujeres y ha herido a otras cuatro personas, incluida una niña de 10 años, según los fiscales regionales. “Los perpetradores han sido terroristas comunes” ha escrito Andriy Yermak, jefe de gabinete del presidente ucraniano, en Telegram.
Zelenski ha realizado una nueva denuncia de lo que ha definido como el incumplimiento de Rusia de un alto el fuego que había declarado para la Navidad ortodoxa rusa el viernes y el sábado. No obstante, Ucrania nunca ha estado de acuerdo con el alto el fuego, al que se refirió como una excusa rusa para reforzar sus tropas. Ambos lados se han acusado el uno al otro de continuar las hostilidades durante todo el período.
“Los rusos han estado bombardeando Jersón con munición incendiaria inmediatamente después de Navidad”, ha dicho Zelenski, refiriéndose a la ciudad sureña abandonada por las fuerzas rusas en noviembre. “Ataques en Kramatorsk y otras ciudades en Donbás con objetivos civiles y en el mismo momento en que Moscú estaba informando de una supuesta pausa para su ejército”.
A medida que la invasión de Ucrania por parte de Moscú se acerca a la duración de un año, el ejército de Rusia está bajo la propia presión interna para conseguir éxitos en el campo de batalla. La línea más dura del Kremlin ha estado persiguiendo una escalada del esfuerzo bélico después de reveses como la pérdida de territorio capturado y las altas tasas de muertos y heridos.
Asimismo, en un discurso en la Conferencia de Seguridad Folk och Försvar en Sälen, Suecia, el Secretario General de la Alianza, Jens Stoltenberg ha subrayado que en un mundo más peligroso, «es aún más importante que Suecia y Finlandia se conviertan en miembros de la OTAN».
Stoltenberg también ha pedido un mayor apoyo a Ucrania y ha advertido que subestimar a Rusia podría tener “consecuencias importantes para la seguridad en la región nórdica”. Asimismo, ha agregado que confía en que “pronto podremos dar una calurosa bienvenida” a Suecia y Finlandia a la Alianza.
Al margen de la conferencia, el Secretario General se reunió con el Primer Ministro sueco Ulf Kristersson, los ministros de Asuntos Exteriores y de Defensa, así como con la líder de la oposición Magdalena Andersson.
El primer ministro de Suecia, Ulf Kristersson, ha señalado que Turquía está pidiendo demasiado, pero confía en que Ankara aprobará su solicitud para unirse a la Alianza militar. En este sentido, Kristersson ha manifestado que no puede cumplir con todas las condiciones que ha establecido Turquía para su apoyo: “Turquía confirma que hemos hecho lo que dijimos que haríamos, pero también dice que quiere cosas que no podemos o no queremos darles”, ha dicho el primer ministro durante una conferencia de seguridad.
Finlandia y Suecia firmaron un acuerdo con Turquía en 2022 con el objetivo de superar las objeciones de Ankara a su unión a la OTAN. Los dos países nórdicos solicitaron unirse a la alianza militar en mayo como respuesta a la invasión rusa de Ucrania el año pasado. Pero Turquía hizo públicas sus objeciones a su membresía y acusó a ambos países de albergar a rebeldes kurdos.
Se negó a aprobar su unión hasta que ambos países tomaran las medidas solicitadas, incluida la unión con Turquía para luchar contra el partido Partido de los Trabajadores de Kurdistán (PKK), que es designado como un grupo “terrorista” tanto por Estados Unidos y la Unión Europea, y condenado por la justicia turca por delitos de traición y separatismo.
Suecia tiene lazos con la diáspora kurda, que ha sido un punto de choque entre los países. Turquía también solicita la extradición de personas que Turquía considera «terroristas». El pasado mes de diciembre, la Corte Suprema de Suecia bloqueó la extradición del periodista turco exiliado Bulent Kenes, que es una demanda clave de Ankara para ratificar la entrada de Estocolmo en la OTAN. Turquía acusó a Kenes de estar involucrado en un intento de derrocar al presidente turco Recep Tayyip Erdogan en 2016 en un golpe de estado.
Turquía también busca extraditar de Suecia y Finlandia a otros 33 presuntos combatientes kurdos y sospechosos de complot golpista. A finales de diciembre, Turquía elogió a Suecia por responder a sus preocupaciones de seguridad, pero enfatizó que se necesitaba más para ganar el respaldo total de Ankara para la candidatura estancada de Estocolmo para ingresar a la OTAN. Actualmente, solo Hungría y Turquía entre los 30 estados miembros de la Alianza aún no han aprobado las solicitudes de ambos países.
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