Redacción.
Los principales sindicatos del Cuerpo Nacional de Policía han convocado una concentración silenciosa esta mañana en memoria del agente Francisco Javier Ortega, que fallecía este viernes en el estación de cercanías de Embajadores, tras ser arrojado a la vía por su agresor cuando intentaba identificarlo.
En el comunicado emitido conjuntamente por los sindicatos SUP, CEP y SPP, se establece la convocatoria para la concentración a las 11:00 de la mañana a la que invitan a los compañeros del Cuerpo a concentrarse en sus comisarías, así como a la ciudadanía en general en la mencionada estación de cercanías, como acto de homenaje al compañero que ha sido «asesinado vilmente».
Los sindicatos han querido aprovechar este comunicado para mostrar su malestar públicamente por la «actitud de la cúpula del ministerio del Interior», el escrito recoge literalmente que «la ausencia del ministro de Interior y de otros responsables políticos en actos oficiales de despedida a compañeros asesinados se está empezando a convertir en una práctica habitual, además de irrespetuosa».
Jorge Fernández Díaz, ministro del Interior, acudió a la estación de cercanías en la que el agente era arrojado a la vía, no así a su funeral. Presencia que consideran insuficiente, ya que creen que debería haber estado «dando la cara en el funeral», una ausencia que » abre una brecha considerable entre la cúpula política del Ministerio y los profesionales de la seguridad pública».
Los tres sindicatos han exigido, asimismo, que se realicen los cambios legislativos necesarios para que, tras producirse una tragedia de estas características se pueda decretar que las banderas ondeen a media asta en los edificios oficiales, como «señal pública de dolor y respecto».
Arrollado por el tren
Francisco Javier Ortega moría poco después de las 12 de la mañana del pasado viernes día 2 de Enero, cuando trataba de identificar a un hombre que se había colado en la estación de cercanías de Embajadores.
Tras un breve forcejeo que se producía al intentar el agente identificar al sospechoso, este arrastraba al policía a la vía en el momento que el tren llegaba a la estación. Francisco Javier moría en el acto, mientras que su agresor era rescatado aún con vida, aunque en estado muy grave, de debajo del convoy.
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