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Nueva guerra entre Armenia y Azerbaiyán

Nueva guerra entre Armenia y Azerbaiyán

Jueves 21 de septiembre 2023. Día tercero.

El 21 de septiembre de 1991, Armenia proclamó su independencia de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas. Justo en este día de 2023, Azerbaiyán ha podido conseguir que el Alto Karabaj se integre realmente en su territorio tras la rendición de las fuerzas de la autoproclamada República de Artsaj.  La guerra duró unas 24 horas.

Aunque el alto el fuego parece ser obra del mando ruso de las fuerzas de paz, perece evidente que Rusia está perdiendo influencia en el Cáucaso, ya que al estar hipotecada en Ucrania carece de capacidades para ejercer de árbitro de forma resolutiva.

Nikol Pashinyan, el presidente armenio, afirmó ayer que Armenia no ha estado involucrada en el acuerdo de alto el fuego, ni tiene fuerzas militares en Artsaj.

Putin, el presidente ruso, ha destacado el papel de las fuerzas de paz rusas en la protección y evacuación de civiles; y, que está en contacto permanente con las partes: Azerbaiyán, Armenia y Nagorno-Karabaj (Artsej para los armenios).

Observatorio CISDE

Entre tanto, el ministerio de defensa de Armenia ha denunciado que un grupo de soldados azeríes han abierto fuego (el 20 de septiembre a las 22.50 horas) contra algunos puestos del ejército armenio en la localidad de Sotk. En redes sociales se habla de tiroteos en Jankendi (Xankendi en la imagen) capital de Artsaj y de un ataque azerí sobre un vehículo de las fuerzas de paz rusas. Se trata de incidentes menores que no parecen arruinar las conversaciones de paz.

Más interesante es lo aparecido en la publicación rusa Meduza, contraria al Kremlin,  según la cual existe un «manual» de la  Administración Presidencial rusa  donde se dan orientaciones a los activistas en redes sociales rusas, favorables al gobierno, para que sea Occidente y el  primer ministro armenio, Nikol Pashinyan, los culpables de la rendición de Artsaj y la total ocupación del territorio del Alto Karabaj por parte de Azerbaiyán; también se aconseja resaltar el papel humanitario de las fuerzas de paz rusas  en Artsaj (o Alto Karabaj) y resaltar la «evacuación de civiles», por parte de las mismas.

Mr. Phillip Andrews

En la Primera Guerra de Nagorno-Karabaj (1988-1994) el éxito armenio fue gracias al decidido apoyo ruso. En la siguiente imagen en verde, se puede observar el territorio conquistado por Armenia en esa guerra.

En la Segunda Guerra (sep-nov.2020), los rusos apoyaron de forma más bien tibia y los azeríes reconquistaron casi todo lo perdido; y, gracias a Rusia, se llegó a una paz, donde la República de Artsaj tuvo autonomía, aunque soberanía azerí.

Esta tibieza separó a Armenia de su protector ruso. Con la Guerra de Ucrania, la falta de apoyo militar ruso  a Armenia se incrementó y las relaciones entre ambos se enfriaron aún más, tanto que Nikol Pashinyan se acercó a Estados Unidos e, incluso, hubo maniobras combinadas armenio-estadounidenses en el país, unos ejercicios solo importantes por su simbolismo político.

Sin un serio apoyo militar exterior, la resistencia de los armenios en Artsaj es un imposible, como se ha demostrado en esta guerra de 24 horas. Pero también será extremadamente difícil que Armenia resista un eventual ataque de Azerbaiyán si este quisiera unir sus dos territorios separados por Armenia.

Nikol Pashinyan, el primer ministro armenio, sabe que las posibilidades de defensa militar de su país sin el apoyo externo es un imposible, por ello ha dado por perdido Artsaj e intenta que la guerra no se desate en sus fronteras.

Observatorio CISDE

Artsaj, al estar el corredor de Lachin en poder de Azerbaiyán, pasa hambre y, donde hay hambre, no hay revoluciones (nunca las ha habido, salvo en la propaganda), tampoco hay movimientos subversivos, ni guerrillas populares.  Por lo anterior, es probable que el conflicto que tendrá Azerbaiyán en su Nagorno-Karabaj será, como mucho, el protagonizado por minorías irredentas de ese territorio. Esas minorías tendrán que recurrir a acciones terroristas por ser las más eficaces cuando los recursos son mínimos.

En la presente situación, es probable que Rusia trabaje en la sombra para derrocar a Nikol Pashinyan por su acercamiento a Occidente. Quizás, si en Armenia surge un gobierno decididamente prorruso, serían probables acciones encubiertas que animen la disidencia armenia en Artsaj. Maniobra peligrosa para Armenia ya que puede sufrir una invasión de Azerbaiyán y, en el momento actual, el ejercito armenio (y el ruso) no parece estar en condiciones para hacer frente a los azeríes apoyados por los turcos. Por otra parte, Azerbaiyán puede crear condiciones para que los armenios de Artsaj emigren; o, simplemente, hacer una limpieza étnica encubierta, por lo que esas guerrillas en Arsaj, apoyadas de forma encubierta, se quedarán sin población donde poder tener una dispersión táctica y estarán condenadas al fracaso.

Tal y como están las cosas, Armenia tiene las de perder ya que cometió el error estratégico de seguir al lado de Rusia tras la Guerra del 2020, donde quedó claro que el apoyo ruso sería residual desde el punto de vista militar.

El segundo perjudicado será Rusia pues perderá su influencia en el Cáucaso y, en el mejor de los casos, si logra un gobierno armenio prorruso, tendrá de este un apoyo limitado a su territorio como plataforma de futuras acciones en la zona.

Un desembarco de Occidente (vs OTAN) protagonizado por Estados Unidos o Francia, tendría los mismos problemas que en Georgia, con el agravante de disgustar seriamente a Turquía  por sus estrechas relaciones con Azerbaiyán; también, a Irán, que no vería con agrado a la OTAN en Armenia; y, habría que sumar el disgusto de los europeos de la Unión Europea, poco dados a sacrificios,  que consumen el 40% de la exportaciones azeríes, especialmente en petróleo y gas y que, caso de romper relaciones con Azerbaiyán, por un apoyo de la UE a Armenia,  tendrían que buscar otros proveedores dentro de un mercado energético con precios cada vez más altos.

Habrá que esperar a tener noticias de las conversaciones de paz en curso para ver las reacciones de los diferentes actores con intereses cruzados en este conflicto.


Profesor del Departamento de Inteligencia de CISDE.

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