Viernes 22 de septiembre 2023. Día cuatro.

Al parecer las negociaciones de paz en Yevlaj se centraron en la «reintegración» de Artsaj o Nagorno Karabaj en Azerbaiyán, lo que confirma la rendición prácticamente incondicional de las fuerzas de la autoproclamada República de Artsaj.

Las conversaciones iniciadas el jueves 21 han sido calificadas de «constructivas y pacíficas» por la presidencia azerí. Por parte de los armenios de Artsaj se dijo que estaban negociando la retirada de sus tropas y «garantizar el regreso a sus hogares de los ciudadanos desplazados por la agresión militar». Ambas partes acordaron volver a reunirse, pero no se ha indicado fecha.

Los representantes de la población armenia piden combustible y alimentos. Las necesidades son muchas por el corte azerí, durante los últimos 10 meses, del corredor de Lachin, la vía por la que llegaban al Alto Karabaj de toda clase de abastecimientos desde Armenia.  El Ministerio de Emergencias de Azerbaiyán anunció el viernes el envío de ayuda, pero parece que se trata de dos camiones de 10 toneladas, de ser así, incluso como gesto, la «ayuda» es ridícula.

Las autoridades azeríes se han comprometido a facilitar energía para calentar guardería y escuelas. La UE proporcionará «asistencia humanitaria urgente.»

Entre tanto se suceden los incidentes aislados en la capital (Stepanakert / Jankendi). El Ministerio de defensa ruso informó sobre 5 violaciones del alto el fuego.

El presidente ruso, Vladimir Putin, instó el jueves al presidente azerí Aliyev a garantizar la seguridad de los 120.000 armenios que viven en el territorio. Aliyev se disculpó con Putin por la muerte de cinco soldados rusos de la fuerza de paz durante los enfrentamientos del miércoles 20, durante la rápida invasión azerí del Alto Karabaj. Azerbaiyán ha admitido que las muertes fueron «por error». Hay un sexto soldado ruso de la fuerza de paz muerto, en este caso, por acción de los separatistas armenios. En todos los casos, desde el lado azerí, se han abierto investigaciones penales.

Ararat Mirzoyan, ministro de asuntos exteriores armenio, dijo en la ONU que la ofensiva de Azerbaiyán, iniciada esta semana, tuvo como objetivos puntos clave de la infraestructura energética y de comunicaciones, matando a más de 200 personas, hiriendo a 400 y provocando la huida de 10.000 personas de sus hogares.

Las autoridades de Armenia esperan una emigración masiva de los habitantes armenios del Alto Karabaj hacia el país, barajando la cifra de hasta 40.000 familias. Azerbaiyán, por el contrario, habla de integración.

En el caso que exista plena voluntad política por las partes, la convivencia entre armenios y azeríes en el Alto Karabaj será un proceso difícil, complejo y forzosamente lento. Lo más probable es que las autoridades azeríes arbitren medidas para que la población armenia emigre de forma pacífica y voluntaria.