La serie de HBO, Patria, basada en la novela del escritor Fernando Aramburu, se ha “estrenado” con polémica cuando todavía faltan semanas para su debut oficial a finales de septiembre. El cartel promocional seleccionado por la plataforma para iniciar la campaña publicitaria de la serie en España ha herido sensibilidades y ha despertado una ola de indignación entre la opinión pública.

La imagen contrapone dos escenas, situando en un mismo plano la figura de una mujer sujetando entre sus brazos el cadáver de su esposo tiroteado por integrantes de la banda terrorista ETA y la de un hombre desnudo y maniatado en el suelo de lo que presumiblemente sería una comisaria, mientras los supuestos agentes charlan en un segundo plano con indiferencia.

En estos momentos las redes sociales todavía bullen y el hashtag #CancelaHBO sigue siendo trending topic y continúa acumulando publicaciones de usuarios indignados por lo que consideran “un atentado más contra la memoria de las víctimas y sus familiares”.

Mucho han visto en la yuxtaposición de estas dos imágenes en paridad visual, junto al tweet promocional donde se puede leer la frase “Todos somos parte de esta historia”, el empeño por equiparar el papel de víctimas y verdugos, y lo que consideran una “peligrosa equidistancia” en un momento en que la distorsión de la realidad está a la orden del día.

Las voces más críticas temen que esa trágica realidad vivida durante 60 años de terror, en el curso de los cuales ETA llevó a cabo más de 3.000 atentados, acabo con la vida de 855 personas y  dejando más de 7.000 víctimas, se vea amenazada por los peligros que puede aparejar la distorsión publicitaria.

Hay quienes consideran que solamente se trata de una estrategia de marketing publicitario, entre ellos se incluye el propio Aramburu. En un comunicado escrito en su blog personal, el autor de la aclamada novela, ha mostrado su incomodidad ante lo que considera una maniobra desacertada y ha querido desmarcarse del plan publicitario ideado por la plataforma.

Aramburu habla de “desacierto”  y aunque advierte que a lo largo de los ocho capítulos con los que contará la serie hay “una o dos secuencias que le chirrían”, también ha defendido que en líneas generales la trama se aproxima a lo narrado en la novela, con “una clara línea divisoria entre quien sufre y quien hace sufrir”.

Así mismo, ha afirmado que todo parece obedecer a una estrategia publicitaria que “no comparte”, y que incumpliría una norma que se impuso en el momento en que escribió Patria: no perder de vista el dolor de las víctimas del terrorismo, y tratarlas con la empatía y el cariño que se merecen.

El Colectivo de Víctimas del Terrorismo (Covite) se ha pronunciado en redes sociales mostrado su agradecimiento al autor: “Gracias a Patria miles de personas conocen ahora como hemos vivido las víctimas del terrorimos en el País Vasco. Ese es su valor y siempre se lo agradeceremos a Fernando Aramburu. Ojalá la serie haga justicia a la novela. Ni el cartel ni el tuit promocional lo hacen”.

En las últimas horas diferentes asociaciones de víctimas del terrorismo han instado a HBO para que retire la controvertida publicidad, que ya puede verse en calles y paneles publicitarios en diferentes ciudades, al considerarla una humillación para las víctimas y sus familiares, acusándoles de manipular y trivializar la tragedia del terrorismo en nuestro país.

Tomás Caballero, presidente de la Fundación Víctimas del Terorismo (FVT), ha expresado lo siguiente en una carta remitida a la plataforma: «No todo vale a la hora de promocionar un producto audiovisual con una imagen gráfica y un eslogan que en nada se asemejan a lo brillantemente escrito por Fernando Aramburu en ‘Patria'».

HBO ha tratado de atajar las críticas a través del siguiente comunicado a la agencia EFE: «Cuando tratamos temas complejos en nuestras series, confiamos en el buen criterio de nuestra audiencia para juzgarlas una vez las han visto en su totalidad. No es diferente en este caso. La imagen de promoción de ‘Patria’ pretende reflejar cómo la violencia y el sufrimiento afectan a toda una sociedad».

Una de las preocupaciones más extendida gira en torno al mensaje que este tipo de publicidad podría trasladar a los espectadores, especialmente a aquellos más jóvenes, que podrían hacerse una idea equivocada de lo que realmente aconteció, al equiparar dos situaciones diferentes, distorsionando  el verdadero relato de lo que supuso el terrorismo de ETA en España.