El presidente ruso, Vladímir Putin, ha asegurado que podría desplegar misiles a una distancia de ataque de Estados Unidos y sus aliados europeos si estos permitieran a Ucrania atacar más profundamente en Rusia con armas occidentales de largo alcance.
Putin, en la que ha sido su primera reunión cara a cara con editores de agencias de noticias internacionales desde que comenzó la guerra en Ucrania, también ha asegurado que Occidente se equivoca al suponer que Rusia nunca usaría armas nucleares, y ha añadido que la doctrina nuclear del Kremlin no debe tomarse a la ligera.
Asimismo, al ser preguntado por los llamamientos del jefe de la OTAN, Jens Stoltenberg, a permitir que Ucrania utilice armas occidentales para atacar territorio ruso, Putin ha diferenciado entre los distintos misiles, pero ha advertido de que permitir que Kiev ataque a Rusia con armas cada vez más potentes era una grave escalada que acerca a Occidente a una guerra con Rusia.
La respuesta rusa según Putin sería derribar los misiles occidentales, y ha hecho referencia específicamente los MGM-140 ATACMS, un misil balístico superficie-superficie- estadounidense y los sistemas de misiles británicos y franceses.
Putin también ha destacado que Moscú está considerando desplegar misiles de alta tecnología y largo alcance lo suficientemente cerca como para golpear a los Estados que permitieron a Ucrania atacar territorio ruso con tales misiles; «Si vemos que estos países se ven arrastrados a una guerra contra la Federación Rusa, nos reservamos el derecho a actuar de la misma manera. En general, este es un camino hacia problemas muy graves«. Putin no ha hecho mención sobre dónde se plantea lanzar esos misiles.
El presidente estadounidense, Joe Biden, autorizó a Kiev a lanzar algunas armas suministradas por Estados Unidos contra objetivos militares dentro de Rusia, aunque Washington sigue prohibiendo a Kiev que ataque a Rusia con ATACMS, que tienen un alcance de hasta 300 km, así como otras armas de largo alcance suministradas por Estados Unidos.
Mientras que el Primer Ministro británico de Asuntos Exteriores, David Cameron, durante una visita a Kiev el pasado 3 de mayo, declaró a los medios internacionales que Ucrania tenía derecho a utilizar las armas suministradas por Gran Bretaña para atacar objetivos dentro de Rusia, y que dependía de Kiev si lo hacía o no.
Putin ha hablado con los periodistas durante más de tres horas en la recién construida torre Gazprom, de 81 plantas, antes del Foro Económico Internacional anual de San Petersburgo, y ha abordado temas que van desde la guerra en Gaza hasta las próximas elecciones estadounidenses. “A nadie en Estados Unidos le interesa Ucrania, le interesa la grandeza de Estados Unidos, que no lucha por Ucrania y el pueblo ucraniano, sino por su propia grandeza”.
Putin ha manifestado que a Rusia no le importa quién fuera el próximo presidente de Estados Unidos, pero afirma que el sistema judicial estadounidense estaba siendo claramente utilizado en una batalla política contra el candidato republicano Donald Trump. «Se están quemando desde dentro. Es obvio en todo el mundo que la persecución de Trump, especialmente en los tribunales por cargos que se formaron sobre la base de hechos que ocurrieron hace años, sin pruebas directas, es simplemente utilizar el sistema judicial en una lucha política interna».
Tras más de dos años de la guerra terrestre más mortífera en Europa desde la Segunda Guerra Mundial, Putin habla cada vez más del riesgo de un conflicto global mientras Occidente se debate sobre qué hacer ante el avance de las tropas rusas en Ucrania.
Preguntado por el riesgo de guerra nuclear, Putin afirmó que la doctrina nuclear rusa permite el uso de este tipo de armas. “Por alguna razón, Occidente cree que Rusia nunca las utilizará”, dice Putin al ser preguntado sobre el riesgo de una escalada nuclear en Ucrania. «Tenemos una doctrina nuclear, miren lo que dice. Si las acciones de alguien amenazan nuestra soberanía e integridad territorial, consideramos posible utilizar todos los medios a nuestra disposición. Esto no debe tomarse a la ligera, superficialmente».
Putin presenta el conflicto de Ucrania como parte de una batalla existencial contra un Occidente decadente y en declive que, según él, humilló a Rusia tras la caída del Muro de Berlín en 1989 invadiendo lo que considera la esfera de influencia de Moscú, incluida Ucrania.
Putin asegura que Occidente se niega a hablar sobre las causas de la guerra, que, según el presidente, comenzó en 2014 tras el derrocamiento de un presidente prorruso en la Revolución del Maidán en Ucrania. Putin lo calificó de golpe de Estado respaldado por Estados Unidos.
Mientras, Occidente califica la invasión como una apropiación de tierras al estilo imperial y ha prometido ayudar a Ucrania a derrotar a las fuerzas rusas. Ucrania asegura que no descansará hasta que hasta el último soldado ruso sea expulsado de las zonas de Ucrania que controlan y que Moscú considera ahora partes de Rusia.
Durante estos años de guerra, los líderes occidentales y Ucrania han restado importancia a las advertencias rusas sobre el riesgo de una guerra más amplia en la que participe Rusia, pero sí han advertido de forma repetida de que Putin podría atacar a un miembro de la OTAN.
Tanto Putin como Biden han advertido de que un conflicto directo entre Rusia, la mayor potencia nuclear del mundo, y la OTAN, liderada por Estados Unidos, sería un paso hacia la Tercera Guerra Mundial. «No deberíais convertir a Rusia en el enemigo. Con esto sólo os hacéis daño a vosotros mismos, ¿sabéis?» señala Putin.
No hay ningún comentario