Redacción.
El Rey Don Juan Carlos ha comparecido a las 13:00 para explicar personalmente a todos los españoles el motivo de su abdicación en su hijo, el Príncipe Felipe; que no es otro que el de «pasar el relevo» a esa nueva generación que encarna el Príncipe.
Don Juan Carlos se dirigía a los españoles desde el Palacio de la Zarzuela, tras retrasarse una hora su comparecencia, en un breve discurso de unos 5 minutos en los que ha explicado con claridad el motivo que le ha llevado a tomar esta trascendental decisión, que según ha reconocido, lleva meditando desde que cumplió 76 años el pasado mes de Enero.
«Una nueva generación reclama con justa causa el papel protagonista, el mismo que correspondió en una coyuntura crucial de nuestra historia a la generación a la que yo pertenezco». Con esta frase, D. Juan Carlos no dejaba lugar a dudas respecto al motivo que le ha llevado a abdicar en su hijo tras 39 años como Jefe del estado español.
El monarca ha hecho hincapié en su breve discurso en la necesidad de renovación y superación que acucia a la nación española, y que exige «emprender con determinación las transformaciones y reformas que la coyuntura actual está demandando». Tarea que debe ser llevada a cabo por esa nueva generación a la que hacía referencia anteriormente, una generación más joven y con nuevas energías.
El Rey se ha mostrado profundamente agradecido a todos los españoles por el apoyo que le han brindado durante sus 39 años de reinado, haciendo de este «un largo período de paz, libertad, estabilidad y progreso».
El momento de Felipe
Echando la vista atrás, D. Juan Carlos recordaba el momento de su coronación hace casi cuatro décadas, momento en el que asumió el firme compromiso de «servir a los intereses generales de España, con el afán de que llegaran a ser los ciudadanos los protagonistas de su propio destino y nuestra Nación una democracia moderna».
Con la única ambición de servir siempre a los intereses generales de España, D. Juan Carlos deja paso hoy al Príncipe Felipe, al que ha halagado durante su discurso, por considerar que «encarna la estabilidad, seña de identidad de la institución monárquica», y se encuentra en «inmejorables condiciones de mantener esa estabilidad». Deposita así toda su confianza en Felipe, que cree reúne la preparación y sentido de la responsabilidad necesarios para el desempeño exitoso de la Jefatura del Estado.
El monarca ha cerrado su discurso con una emotiva frase, que parece resumir su sentir al poner punto final a su largo y próspero reinado: «Guardo y guardaré siempre a España en lo más hondo de mi corazón».
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