Rusia ha anunciado un alto el fuego a partir de este jueves y durante tres días para evacuar a los civiles del territorio de la asediada planta siderúrgica de Azovstal, en Mariúpol, según ha informado el Ministerio de Defensa ruso. Los corredores se abrirán los días 5, 6, y 7 de mayo por “razones humanitarias”. Mientras, los combates arrecian en el resto de Ucrania; Kiev ha perdido la comunicación con los defensores de Azovstal debido al incremento de los ataques rusos, que prosiguen su ofensiva en Donbás.
A su vez, el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, ha pedido ayuda al secretario general de las Naciones Unidas, Antonio Guterres, para salvar a las personas atrapadas en Azovstal: “las vidas de las personas que permanecen allí están en peligro. Todos son importantes para nosotros. Pedimos su ayuda para salvarlos”, ha manifestado Zelenski. La ministra de Asuntos Exteriores de Reino Unido, Liz Truss, ha anunciado un nuevo paquete de ayuda humanitaria para Ucrania de más de 53 millones de euros para las ONG y los organismos de las Naciones Unidas.
Por otra parte, Ucrania ha recuperado el control de varias zonas alrededor de Mikolaiv y Jersón, en el sur del país, según ha informado el Estado Mayor ucraniano: las fuerzas rusas «han perdido el control de varios asentamientos en la frontera de las regiones de Mikolaiv y Jersón».
Kiev estará preparada en caso de que las fuerzas armadas bielorrusas decidan unirse al esfuerzo bélico de Rusia en Ucrania, según declaraciones del portavoz del Servicio Estatal de Guardia de Fronteras de Ucrania. Bielorrusia, estrecho aliado de Rusia, ha anunciado que sus tropas han comenzado ejercicios a gran escala para poner a prueba su preparación de cara al combate, pero que no suponen una amenaza para sus países vecinos.
«No descartamos que la Federación Rusa pueda en algún momento utilizar el territorio de Bielorrusia contra Ucrania«, según palabras de Andriy Demchenko, portavoz del Servicio Estatal de Fronteras de Ucrania. «Por lo tanto, estamos listos», ha dicho, y ha agregado que la frontera con Bielorrusia ha sido reforzada desde que Rusia invadió Ucrania el 24 de febrero.
Debemos tener en cuenta que Rusia comenzó la invasión después de la realización de simulacros conjuntos con Bielorrusia, maniobra que permitió a Moscú acercar más sus fuerzas a la frontera con Ucrania. Las zonas ucranianas adyacentes a Bielorrusia fueron atacadas por Rusia en la primera fase de la invasión, aunque los actuales ataques rusos se concentran ahora en las regiones este y sureste de Ucrania.
Demchenko ha informado que Ucrania también ha reforzado su frontera con la región de Transnistria, respaldada por Rusia, donde las tensiones no han hecho más que aumentar desde que las autoridades locales advirtieron ser objeto de una serie de ataques. Autoridades ucranianas han expresado su preocupación por la situación en Transnistria y han condenado lo que, según su parecer, son intentos rusos de arrastrar a la región a la guerra de Rusia contra Ucrania. Desde Moscú también han expresado su preocupación y han señalado estar siguiendo de cerca los acontecimientos de la región.
Kent Logsdon, embajador de Estados Unidos en Moldavia, ha descrito la invasión rusa como un intento de “redibujar el mapa de Europa a punta de pistola”, y ha señalado que es un motivo de preocupación en todo el mundo. No obstante, Logsdon ha manifestado en una conferencia en Moldavia que Whashington no tiene evidencias de que Moscú quiera extender la guerra a Moldavia.
De momento, desde el Kremlin han descartado las especulaciones de que el presidente ruso, Vladimir Putin, planee declarar la guerra oficialmente a Ucrania y llamar a una movilización nacional el próximo 9 de mayo, día en el que Rusia celebra la victoria de la Unión Soviética en la Segunda Guerra Mundial. Hasta hora, Putin insiste en calificar sus acciones en Ucrania como “operación militar especial”, no como una guerra. Sin embargo, tanto políticos occidentales como expertos especulan que Rusia podría estar preparándose para un anuncio importante el próximo lunes, con una gama de posibles escenarios que van desde una declaración de guerra directa hasta una de victoria.
Al ser preguntado sobre el asunto, el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov ha dicho que “no hay ninguna posibilidad de eso. Es una tontería”. El 9 de mayo, Día de la Victoria, es uno de los acontecimientos nacionales más importantes de Rusia: el recuerdo del sacrificio soviético realizado para derrotar a la Alemania nazi, en lo que se conoce en Rusia como la Gran Guerra Patria. Putin ya ha aprovechado en anteriores discursos el Día de la Victoria para provocar a Occidente y mostrar la potencia de fuego de las fuerzas armadas rusas postsoviéticas.
Los ataques rusos en la región oriental de Donetsk han matado al menos a 21 civiles y herido a 27, el mayor número de muertes diarias en un mes, según declaraciones del gobernador regional Pavlo Kyrylenko. El gobernador ha comunicado que 10 personas han muerto tras el bombardeo ruso a la planta de coque de Avdíivka, una de las más grandes de Europa. Cinco personas más murieron en la ciudad de Lyaman, cuatro en la ciudad de Vuhledar y una en las aldeas de Velyka Novosilka y Shandrygolove. El número de fallecidos es el más alto en la región desde que un ataque el pasado mes en una estación de tren en la ciudad de Kramatorsk dejó más de 50 muertes.
Los ataques y los bombardeos también se han intensificado en Luhansk, y han sido significativamente más severos alrededor de Popasna, donde las evacuaciones han sido imposibles de organizar según declaraciones del gobernador regional, Serhiy Haidai.
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