Redacción
El pasado lunes 24 de octubre, una avioneta se incendió durante el despegue en el aeropuerto internacional de Malta. Cinco personas de nacionalidad francesa han fallecido.
Los hechos ocurrieron sobre las 07:20h, cuando se realizaba el despegue. Conforme el avión tomaba altura, se inclinó hacia la derecha y se estrelló contra el suelo, convirtiéndose en una bola de fuego que fue captada por imágenes de un testigo.
El avión cayó junto a una base de las Fuerzas Armadas del país. Tres miembros de la misma y dos pilotos comerciales, testigos de lo ocurrido, aseguraron que: “no hubo una explosión previa al impacto”. Además, hay imágenes que lo confirman.
Los cuerpos sin vida de los cinco pasajeros ya han sido encontrados, pero se permanece a la espera para saber que pudo ocurrir en el despegue del avión. Hasta el momento tampoco se ha podido confirmar si las víctimas eran militares o civiles. La información ha sido dada por el gobierno maltés en un comunicado.
Por el momento, se ha anunciado la apertura de una investigación para esclarecer tanto las causas del accidente como el destino del vuelo, que es también una incógnita.
El avión era un Fairchild Metroliner Mark III, registrado en Estados Unidos, y que fue alquilado por una empresa de Luxemburgo.
Según los medios de comunicación españoles, el Gobierno maltés ha afirmado en un comunicado que: “el vuelo formaba parte de operaciones de vigilancia que las Aduanas francesas han estado llevando a cabo durante los últimos cinco meses con el objetivo de detectar las rutas de tráfico ilegal de todo tipo, incluidos el tráfico de drogas y de personas”.
Sin embargo, en un primer momento se apuntaba que el vuelo tenía como destino la ciudad libia de Misrata. Esta versión afirmaba que el uso de la nave correspondía a la Agencia Europea de Fronteras (FRONTEX). Pero esta información ha sido desmentida por la jefa de la diplomacia de la Unión Europea, Federica Mogherini, desde Twitter: «El vuelo no estaba relacionado con ninguna de las actividades de la UE»
Por su parte, el Ministerio de Defensa francés, ha admitido que el avión realizaba misiones de reconocimiento en el Mediterráneo.
La aeronave estaba registrada en el Servicio de Tráfico Aéreo de Malta como un vuelo local que debía volver tras unas horas a Malta y sin haber aterrizado en otro país.
Ante lo sucedido, el aeropuerto ha tenido que cerrar sus instalaciones hasta nuevo aviso y ha pedido disculpas a los afectados.
El accidente se queda como uno de los más trágicos sucesos relacionados con los aviones en el país maltés.
No hay ningún comentario