Redacción.

El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, ha confirmado la muerte de dos turistas españoles en el atentado ocurrido en la mañana de ayer en Túnez, aunque no ha descartado que pueda haber más muertos y heridos ya que según ha explicado «la situación es muy confusa».

García-Margallo no ha querido dar datos personales de los dos fallecidos confirmados por respeto a las familias, a las que ha querido hacer llegar su pésame en nombre del gobierno español, y el dolor por la «barbarie terrorista».
El diario ABC, sin embargo, ha informado que se trata de un matrimonio de jubilados de Barcelona que se encontraban en Túnez de crucero, y ha facilitados sus nombres.

Por otro lado, el ministro ha informado que todavía no se tienen las cifras totales de las consecuencias del atentado, la situación es aún muy confusa y no se puede descartar que existan más víctimas españolas, tanto fallecidas como heridas. El grupo de españoles del que formaban parte las dos víctimas mortales confirmadas, eran unas 90 personas que habían llegado a bordo de diversos cruceros a Túnez

Según la última información que el ministerio de Sanidad de Túnez aportaba al cuerpo diplomático español, sobre las 7 de la tarde del miércoles, eran ya veinte las víctimas mortales contabilizadas. Unas horas antes, el primer ministro tunecino adelantaba que entre las víctimas mortales del atentado se encontraban 17 turistas de nacionalidad española, polaca, italiana y alemana.

Se debatía la reforma de la ley antiterrorista
Por su parte, según informa Europa Press, el ministerio español de Asuntos Exteriores y de Cooperación ha activado el protocolo de emergencias consulares ante el atentado que este miércoles se perpetraba contra el Parlamento tunecino y la posterior toma de rehenes en el Museo del Bardo, situado en el mismo complejo de edificios que el anterior. El atentado tenía lugar el mismo día que en la Cámara se debatía la reforma de la ley antiterrorista.

Varios testigos del atentado explicaron que los asaltantes salieron de una mezquita ubicada entre el edificio del Parlamento y el Museo del Bardo y comenzaron a disparar contra un autobús turístico, para posteriormente atrincherarse en una zona de jardines junto al museo una vez tomaron como rehenes a varios de los turistas.