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¿Hacia dónde se encamina el escenario estratégico mundial?

Eduardo Riedel Francés.

1. Introducción

Desde el final de la Guerra Fría, el mundo ha sufrido diversos cambios geopolíticos y tecnológicos que no han eliminado el peligro y el drama de la guerra, toda vez que han propiciado nuevos conflictos.

Por un lado, la desaparición del régimen soviético trajo la aparición de un escenario multipolar, en el que surgen movimientos de independencia de diversas repúblicas ex-soviéticas que desembocarán en la desmembración de la URSS, así como, además del indiscutible potencial hegemónico económico y militar de EEUU, aparecen los denominados países emergentes (BRICS – Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) que tratarán de alcanzar una cierta hegemonía local; provocando ambos procesos (la desmembración de la URSS y los BRICS) diversos focos de tensión en zonas hasta entonces relativamente estables (Georgia 1994, Cachemira 1998-2003, Chechenia 2002-2004, Islas Senkaku 2014, Ucrania 2015).

Por otro, Rusia mantiene su arsenal nuclear al que otros países, principalmente árabes, tratarán de acceder, China despierta al mercado capitalista ante el hecho de que los países occidentales trasladan su producción a dicho territorio por abaratamiento de costes, incrementando este país oriental la fabricación de armamento propio y de exportación, y la Unión Europea aparece como poder económico similar al norteamericano, aunque la carencia del modelo europeo de un sistema ágil de decisión comunitaria y de unidad semejante a los EEUU hacen que su estrategia se base en el predominio de la diplomacia, más que en una política militar fuerte.

El tercer pilar de la situación actual es la proliferación de grupos armados que suponen una amenaza asimétrica, no tanto por diferencias de medios y tácticas militares, sino por la diferencia en el respeto a las leyes y tratados internacionales, al Derecho Internacional Humanitario, a los Derechos Humanos e incluso al respeto a la vida humana. Esta amenaza se acrecienta cuando estos movimientos de métodos terroristas establecen vínculos entre sí a través de la utilización de la tecnología de las comunicaciones en red, realizando ataques coordinados. El mayor exponente están siendo aquellos grupos que dominan un territorio y basan su fortaleza en el terror y en la propaganda de los medios de comunicación social, como el caso del Estado Islámico y la red de Al-Qaeda.

Y por último el fenómeno de la Globalización, propiciado por los medios tecnológicos de comunicaciones (internet, telefonía móvil, redes sociales, comunicaciones vía satélite). Un fenómeno que se traduce en que cualquier suceso en cualquier lugar del mundo se transmite con gran celeridad, amplificando sus efectos, y afectando como una reacción en cadena al resto de las regiones del globo. Fruto del cual aparece por ejemplo la denominada Primavera Árabe con revueltas violentas en Túnez, Argelia, Egipto, Libia, Yemen, Jordania, y Siria, entre otros, provocando guerras civiles abiertas.

Todos estos cambios convierten la situación estratégica político-militar mundial en compleja e inestable. Las fuerzas militares potencialmente fuertes se ven vulnerables ante ataques asimétricos, donde deben vencer y convencer, donde deben ser capaces de enfrentar al enemigo y a las cámaras de los medios de comunicación que moldean la opinión pública nacional e internacional, donde los modernos y seguros sistemas de comunicación militar se ven superados por la rapidez e impunidad de los medios comerciales de comunicación y por ciberataques, donde la legitimidad del respaldo de las NN.UU. puede ganarse o perderse con simplemente una narrativa inadecuada o intencionadamente contradictoria, y donde antiguos conflictos latentes resurgen sin el equilibrio de antaño (Balcanes, Palestina, Cáucaso, Kurdistán, Afganistán, Irak, Corea, Nigeria, Mali, Somalia, El Sahel).

En las próximas líneas intentaré hacer un ejercicio de prospectiva partiendo de todos estos cambios y de la experiencia de los conflictos ocurridos, y mostraré que las soluciones posibles a los conflictos van más allá de la intervención militar, siendo necesario un enfoque integral.

2. CONSIDERACIONES SOBRE LA EVOLUCIÓN DE LOS CONFLICTOS MÁS RECIENTES

A continuación revisaré los conflictos más importantes desde el final de la Guerra Fría con un resumen de las enseñanzas de cada uno:

2.1. Mogadiscio 1993
Como consecuencia de los ataques de cabecillas tribales a los repartos de provisiones de organismos internacionales en Somalia, EEUU encabezó la Operación “Restore Hope” para restablecer el orden y controlar el reparto de víveres. Durante el intento de captura de uno de los “señores de la guerra”[1], los norteamericanos enviaron fuerzas de élite (Delta Force y Rangers) en un convoy terrestre protegido por 17 helicópteros de ataque, en Mogadiscio. El derribo de dos helicópteros propició un combate urbano para salvar a las tripulaciones, en las que 120 estadounidenses se enfrentaron aproximadamente a 17.000 civiles armados. Fueron rescatados con la intervención de otro convoy de cascos azules malasios y pakistaníes, y un balance de 18 muertos y 73 heridos para los americanos.

Hoy la situación se mantiene relativamente estabilizada por las fuerzas de la Unión Africana mientras se restablece el gobierno y las fuerzas de seguridad somalíes, aunque continúan los “señores de la guerra” en zonas no controladas, el Grupo terrorista Al-Shabab vinculado a Al-Qaeda, y campamentos de piratas en la costa que amenazan al tráfico mercante del Golfo de Adén.

2.2. Grozny 1994
La intervención militar rusa para recuperar Grozny (Chechenia) bajo el control de los rebeldes chechenos infravaloró la resistencia de los batallones urbanos bien armados. Grupos reducidos de sirvientes de ametralladoras, francotiradores y personal con armamento anticarro infringieron gran número de bajas a las columnas de vehículos acorazados y mecanizados rusos. De nuevo, un ejército potente se veía doblegado en el combate urbano “casa por casa” por milicianos con moral y voluntad de vencer, grupos reducidos que con gran movilidad y adaptación al terreno, que atacaban desde varias direcciones simultáneamente.

2.3. Kosovo 1999
De la guerra de Kosovo, región de mayoría albanesa perteneciente a la República Federal de Serbia, cabe destacar la Operación “Allied Protector”, consistente en bombardeos de fuerzas aéreas de la OTAN en territorio serbio y en apoyo de los rebeldes albano-kosovares del Ejército de Liberación de Kosovo. Los bombardeos continuos sobre Belgrado hicieron desistir al ejército serbio con 40.000 hombres desplegados en Kosovo. Hay que destacar que ha sido la única batalla de la Historia en la que sólo se emplearon medios aéreos y que, aunque hubo una resolución de NN.UU. en la que publicó su alarma por la “catástrofe humanitaria de Kosovo”, los bombardeos nunca fueron reconocidos ni autorizados por resolución expresa de la ONU.

2.4. World Trade center 2001. Invasión de Afganistán 2001
El atentado terrorista del 11S en Nueva York y Washington mediante vuelos comerciales secuestrados y dirigidos como ataques suicidas dio lugar a la declaración de la “Guerra contra el Terror” y la invocación del artículo 5 del Tratado del Atlántico Norte por parte de EEUU. Como respuesta inmediata, bajo el auspicio de NN.UU., se desarrolló la Operación “Enduring Freedom” para la invasión de Afganistán, derrocar al régimen talibán, destruir los campamentos de adiestramiento de terroristas y capturar a Osama Bin Laden.

La campaña, aunque de larga duración, consiguió los objetivos. Sin embargo, la insurgencia talibán sigue atrincherada en las zonas montañosas próximas a la frontera con Pakistán. La estabilización y pacificación completa no se ha alcanzado todavía, costando numerosas bajas a todas las fuerzas multinacionales implicadas, de lo que los medios de comunicación se han hecho eco.

2.5. Teatro Dubrovka, Moscú 2002. Escuela de Beslán 2004
Dos ejemplos de secuestros de personal civil por sendos comandos separatistas chechenos.

En el primero 41 guerrilleros, entre ellos 19 “viudas negras”[2], retuvieron a 800 personas exigiendo la retirada de Rusia de Chechenia. Aunque mediante negociación se liberó a unos 160 rehenes, ante la negativa a desistir de los secuestradores, se produjo el asalto mediante fuerzas especiales Spetnatz[3] tras el empleo de un gas anestésico a través de los conductos de ventilación. El comando al mando de Movsar Barayev se rindió, pero hubo un elevado número de víctimas, la mayoría por efecto del gas.

En el segundo el comando al mando del coronel Kuchbarov mantuvo a unas 1.500 personas secuestradas, la mayoría mujeres y niños, en el gimnasio del colegio bajo amenaza de hacer detonar explosivos colocados en la escuela. De nuevo se emplearon tropas de élite rusas Spetnatz. Aunque las versiones de lo ocurrido son contradictorias, el hecho es que hubo detonación de explosivos (suicidas o cargas activadas por los terroristas o por las tropas rusas involuntariamente en el asalto) y enfrentamiento armado e incluso fuego sobre los civiles secuestrados, con resultado de gran número de víctimas, además de 32 de los 33 terroristas muertos.

2.6. Guerra de Iraq 2003
La Operación “Iraqi Freedom”, efectuada fundamentalmente por tropas estadounidenses y británicas, consistió en un avance rápido hacia objetivos estratégicos, incluida la captura de Sadam Hussein, sin pausas operacionales para consolidar posiciones. En 23 días, a pesar de pausas obligadas por tormentas de arena[4], las 1ª y 3ª Divisiones de Infantería, la Fuerza Expedicionaria “Tarawa” de los Marines, las 82ª y 101ª Divisiones Aerotransportadas, con el apoyo de la 1ª División Acorazada británica y el Regimiento de los Royal Marines, consiguieron vencer a las fuerzas iraquíes y recorrer los 577 Km entre Um Qasr y Bagdad, tomando los objetivos intermedios de Basora (UK), Jalibah, Nassiriyah, Nayaf, Karbala, Diwaniya y Numaniyah.

Sin un mandato claro de NN.UU., la operación militar dio la victoria operacional a la coalición multinacional, pero no la victoria estratégica. Las operaciones posteriores de estabilización y reconstrucción, mediante enlaces cívico-militares, no consiguieron la paz total en la región y el número de bajas provocado por la insurgencia mediante atentados, emboscadas o con IEDs[5] hizo replantear la estrategia norteamericana. Se generaliza el empleo de “drones” para reconocimiento y ataque.

2.7. Libia 2011. Guerra civil siria 2011
La represión del dirigente libio Muamar el Gadafi contra la población para cortar de raíz las revueltas de la Primavera Árabe fue el motivo de la autorización de NN.UU. para el ataque de la coalición multinacional liderada por Francia, Reino Unido y EEUU en apoyo a los rebeldes libios. Los ataques aéreos y mediante misiles de largo alcance “Tomahawk” (ya usados en Iraq) sobre objetivos militares debilitaron a las fuerzas leales al régimen, provocando la caída y muerte de Gadafi. Las fuerzas multinacionales se limitaron a mantener embargo y ataques selectivos.

En cuanto a Siria, que sigue desangrándose en una guerra civil, con los mismos ingredientes que Libia, NN.UU no autorizó la intervención por la oposición de Rusia y China, por diversos motivos relacionados con el fin de Gadafi, las relaciones comerciales con el gobierno Sirio y la proximidad de sus fronteras.

2.8. Ucrania 2015
Intervención armada rusa en otra república ex-soviética, con la ocupación de Crimea y apoyo a rebeldes pro-rusos, una vez más sin que la decisión de NN.UU. afecte a sus decisiones para intervenir militarmente, a diferencia del resto de países europeos y occidentales.

3. CONCLUSIONES

Una vez analizada la situación militar desde el final de la Guerra Fría y la evolución de los más recientes conflictos, me atrevo a exponer las siguientes conclusiones:

3.1. Situación actual

  • NN.UU. sigue siendo el árbitro mundial de conflictos entre países y el organismo que denuncia las violaciones de Derechos Humanos. Sin embargo, parece haber perdido su influencia a la hora de resolver los conflictos armados por tres motivos: la intervención militar de coaliciones multinacionales en ocasiones al margen del paraguas de la ONU, la inoperancia o inefectividad de las Fuerzas de NN.UU. como fuerzas de interposición en algunos conflictos (El Líbano, Ruanda 1994, Srebrenica 1995) y el no reconocimiento de su autoridad por parte de grupos armados fanáticos que basan su poder en el enfrentamiento asimétrico.
  • La OTAN sigue apareciendo como la Fuerza Armada más apropiada y dispuesta para ejercer como fuerzas de apoyo a las Resoluciones de NN.UU.
  • El poder militar de Rusia y China, como potencias nucleares y con fuerzas armadas convencionales de alto nivel, se mantiene como una opción alternativa a occidente, con aspiraciones a conquistar espacios de poder con conexiones con determinados regímenes afines de potencias locales emergentes (Cuba, Venezuela, Brasil, Irán, Corea del Norte, Vietnam, India, Pakistán, y antiguas repúblicas soviéticas).
  • Las Fuerzas Armadas japonesas apoyadas por EEUU se mantienen como muro de contención de China y Corea del Norte en su expansión hacia la región Asia-Pacífico.
  • El conflicto actual es asimétrico y de desgaste. Incluso en aquellos en que se enfrentan dos bandos con fuerzas armadas convencionales, la táctica de guerrillas es utilizada por el bando que pierde la iniciativa y estas tácticas degeneran en acciones de efecto indiscriminado y espaciadas en el tiempo.
  • La disuasión nuclear, aunque pretendida por los gobiernos de las naciones en desarrollo como elemento de poder negociador, parece haber perdido fuerza coercitiva frente a grupos armados fanáticos camuflados entre población civil inocente; quizás a sabiendas de que estas armas no han sido empleadas ni lo serán por los desorbitados daños colaterales que produce su uso.
  • El poder de los medios de comunicación social y la opinión pública pasan a ser un factor de planeamiento indispensable en cualquier Operación Militar, e incluso saber enfrentarse y expresarse ante los medios se convierte en un elemento adicional del adiestramiento militar.
  • El trato con la población civil, la colaboración cívico-militar y la cuestión de género son aspectos claves en el desarrollo de un conflicto armado para vencer y convencer.

 3.2.  Posible evolución

  • Los conflictos asimétricos seguirán proliferando como consecuencia del fanatismo ideológico, de luchas ancestrales en focos de tensiones no equilibradas, de la financiación ilegal (narcotráfico, contrabando de armas, tráficos de personas, piratería), de ser la única forma de lucha frente al enemigo más poderoso, y de ser un elemento desestabilizador auspiciado por intereses de terceros países.
  • La estrategia militar occidental basada en el intervencionismo, rapidez de maniobra, toma de objetivos y operaciones de estabilización, serán sustituidas por la de ataques selectivos sin ocupación del terreno (“winning hearts and minds”[6] sustituido por “no boots on the ground”[7]).
  • Las operaciones militares preponderantes frente a amenazas asimétricas, como resultado de experiencias recientes, serán las relacionadas con Fuerzas de Operaciones Especiales, Protección de la Fuerza, Operaciones de Proyección (“Strike Warfare”), Operaciones de Interdicción Marítima contra tráficos ilícitos y contra piratería, Operaciones aéreas de superioridad aérea y quirúrgicas contra objetivos selectivos, así como el empleo de “drones” o aeronaves no tripuladas.
  • Los medios técnicos militares irán enfocados a evitar daños propios con mayor empleo de vehículos no tripulados y a evitar daños colaterales con mayor precisión sobre los blancos.
  • La solución a los conflictos armados no será únicamente militar, sino que en escenarios complejos la respuesta ha de encontrase en el estudio de todos los actores sobre el terreno incluyendo ONG y OI[8], con un enfoque integral (militar, político, económico, social, etc.) e integrador.

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[1] “Señor de la guerra” (“warlord”): persona con poder que tiene de facto el control militar y el poder político de un área subnacional, gracias a un grupo de fuerzas armadas leales al señor de la guerra, y no a la autoridad central.

[2] “Viudas negras”: viudas de los caídos durante el conflicto ruso-checheno, totalmente vestidas de negro y portando un “cinturón del maririo” repleto de explosivos. Ver CAU, P. Battaglie. Ed. SUSAETA.Pág. 254.

[3] “Spetnatz”: agentes de las fuerzas especiales presentes en el Servicio de Seguridad Federal ruso, que integra el MVD (ministerio del interior) y el GRU (servicios secretos militares). Ibídem. Pág. 254.

[4][Disponible en línea] http://www.elmundo.es/elmundo/2003/03/25/enespecial/1048579189.html [Consulta 27/06/15]

[5] IED: Improvised Explosive Device (Artefacto Explosivo Improvisado).

[6] PERTRAUS, D. [Disponible en línea] http://www.defenceiq.com/army-and-land-forces/articles/general-petraeus-learn-and-adapt-replaces-hearts-a/ [Consulta 27/06/15] .

[7] OBAMA, B. [Disponible en línea] http://www.washingtonpost.com/opinions/why-obamas-assurance-of-no-boots-on-the-ground-isnt-so-reassuring/2014/09/26/c56d859e-44bf-11e4-9a15-137aa0153527_story.html [Consulta 27/06/15]

[8] ONG: Organización No Gubernamental / OI: Organizaciones Internacionales (públicas y privadas).


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  1. Ricardo

    9 julio 2015

    Apreciado Eduardo, tu razonamiento sobre la proyección futura de lo que hoy conocemos como conflicto asimétrico invita a profundizar en la razón del mismo.
    Después del final de la Guerra Fría este tipo de conflictos, que los expertos definen como asimétricos, híbridos, irregulares … en suma diferentes, no deja de acrecentarse. En mi opinión, esta condición asimétrica del conflicto moderno, la hemos “creado” nosotros mismos, es decir, el mundo occidental.
    La aspiración en occidente a una única conciencia colectiva ha sido a través de la historia un progreso constante. Conciencia, que la definiríamos en este caso, como una consolidación de paz y democracia en un estado de prosperidad, duradero y justo.
    Esta evolución de pensamiento tendrá como corolario una superestructura de convivencia supranacional que siendo beneficiosa socialmente para la mayor parte de la población, derivará frecuentemente en una condición asimétrica que será utilizada por los que “quedan fuera,” en caso de conflicto.
    Me gustaría desarrollar este razonamiento para mejor reconciliarse con la frustración intelectual que produce, el ver como no se pueden solucionar los conflictos asimétricos, ni dentro del marco de esta superestructura de convivencia supranacional ni mediante la escrupulosidad de la doctrina militar tradicional.
    Sir Michael Howard, en su obra La guerra y la Conciencia Liberal, (1) califica la Conciencia como Liberal y argumenta cómo la Ilustración influyó en su origen. ¿Cuál ha sido el efecto a largo plazo de esta influencia liberal con respecto a la guerra y la modo de “conducirla”?
    Los valores que encierra preciosamente la conciencia liberal descansan sobre la paz internacional y la prosperidad perpetua, siendo el garante de la misma las organizaciones supranacionales. Excepcionalmente las guerras pueden aceptarse en su concepción de Justa.
    La evolución de este pensamiento, puramente occidental insisto, ha sido, utilizando la teoría del historiador Clifford J. Rogers, una evolución de equilibrio puntuado.(2) La teoría de la evolución de equilibrio puntuado demuestra «una evolución producida por cortas ráfagas de cambios rápidos intercalados con largos periodos de casi estabilidad.» (3)
    Si hacemos un poco de historia, la Paz de Westfalia intentó encuadrar la guerra caótica de los periodos anteriores al siglo XVII dentro de un «orden racional.» La idea de que la guerra tenía que ser organizada por los gobiernos monárquicos absolutos se expandió en Europa.
    La República con sus ideas de «paz y moderación espíritu» defendidas por Charles Louis de Secondat, barón de La Brède y Montesquieu, era beligerante con la idea monárquica «de guerra civilizada».(4)
    En consecuencia, el noción de Montesquieu de que la guerra forma parte de la naturaleza humana junto con la opinión de Immanuel Kant de que los ciudadanos de la República debían decidir si debe haber una guerra significó un punto de inflexión en la conciencia liberal. La Guerra podría ser necesaria pero tendría que ser sancionada por los ciudadanos pertenecientes a la República para ser Justa.
    Thomas Paine (5) creía que los Estados Unidos de América inauguraban un nuevo orden mundial mediante el uso de una delegación de poder a través de la República promoviendo un sistema de paz para acceder a la prosperidad social. Thomas Paine, Montesquieu y Immanuel Kant creían en la República como garante de paz y prosperidad.
    Desgraciadamente el siglo XIX temperó el optimismo de las ideas de estos pensadores cuando Europa entró en un periodo de guerras tan brutal nunca visto antes en Europa.
    William Allen, fundaría en Londres la Sociedad para la Promoción de la Paz Permanente y Universal, en 1816.(6) En paralelo a la expansión del Movimiento por la Paz, un nacionalismo fuerte y violento fue creciendo en toda Europa. Millones de hombres «descubrieron» que la guerra era terrible pero con el fin de proteger su nación estaban dispuestos a morir por ella.
    La Liga Internacional de la Paix et de la Liberté fue fundada en París (1867), con el ideal republicano democrático como base de una paz duradera. Ambas ideas estaban unidas entre sí, la República y el Nacionalismo o como dijo Giuseppe Mazzini, una república universal de naciones libres.
    William Ewart Gladstone difundía la idea que consistía en pensar que los países que trabajan en una aplicación equilibrada de los mismos criterios morales, tanto en los asuntos nacionales que internacionales, constituirán la nueva generación liberal.
    A principios del siglo XX, la seguridad colectiva y el equilibrio de poder internacional se enfrentaron. La conciencia liberal apoyó la guerra, como una «guerra justa» contra el fascismo y las agresiones del nazismo. Sin embargo, en 1936, la incapacidad de la Sociedad de Naciones para detener la agresión italiana en Abisinia, y la «Guerra Civil» española tomó por sorpresa a los liberales.
    Las dos Guerras Mundiales terminaron dejando un mundo destruido y dividido en bloques. Los vencedores del bloque occidental apoyarían la aspiración liberal de una organización internacional que preservara la justicia y la prosperidad. Las Naciones Unidas, como defensora de la conciencia moral colectiva de la humanidad, se constituyó, consolidando así la simbiosis entre la paz y democracia. La conciencia liberal en América apoyó los valores liberales de la paz perpetua y la «guerra justa» aceptando que con el fin de lograr la paz podría ser necesaria una guerra.
    El marco de los valores fundamentales de la conciencia liberal ha evolucionado a través de los siglos adaptándose a las circunstancias históricas cambiantes debido principalmente a la política y la «razón de Estado». Por lo tanto, como Sir Michael Howard explica y dando la razón a Immanuel Kant, un estado de paz tenía que ser «establecido».(7)
    Es precisamente es este punto, “gordiano” por naturaleza, el que se convierte en fundamental. ¿Como establecemos un estado de paz duradero y justo, aceptado por toda la comunidad internacional, sin que se convierta en una ventaja asimétrica para los que no lo aceptan?
    La búsqueda de la legitimidad de este “establecimiento,” tendría que ser lo más integradora posible, tanto social como políticamente, para evitar futuras “ventajas” asimétricas. En las guerras asimétricas, el elemento social y político serán determinantes y terminarán favoreciendo a quien “detenga” la mayor legitimidad. En consecuencia, cuanto más integrador sea “el estado de paz establecido” menor será la ventaja asimétrica.
    No obstante y a modo de conclusión, inspirándome en el pensamiento de Anthony H. Cordesman,(8) considero que los lideres tanto intelectuales como políticos, parecen tener muchas dificultades en aceptar y entender de que el hecho de que “la guerra asimétrica sólo es ilegal o ilegítima a los ojos de aquellos que no necesitan utilizar este tipo de tácticas,” tiene como consecuencia que el “establecimiento” de este estado de paz y prosperidad se convierta en una misión de muy difícil realización.

    Muy atentamente,
    Ricardo Portabella

    (1) Sir Michael Howard, War and the Liberal Conscience (New Brunswick, NJ: Rutgers University Press, 1994).
    (2) C. J. Rogers, adapta la teoría desarrollada por los paleontólogos americanos Stephen Jay Gould y Niles Eldredge, que la evolución de las especies es «esta procedida por explosiones cortas de cambios rápidos intercalados con largos períodos de estancamiento más que constante alteración lenta.»
    (3) C.J. Rogers, “The Military Revolutions,” 277.
    (4) Sir Michael Howard, War and the Liberal Conscience. Pág. 25.
    (5) Nacido en Inglaterra, 1737, Paine emigró a las colonias americanas británicas en 1774 con la ayuda de Benjamin Franklin llega justo a tiempo para participar en la revolución americana. Su obra de Common Sense(1776) fue leída prácticamente por todos los americanos.
    (6) La Sociedad de la Paz y la Sociedad Internacional de la Paz, originalmente conocida como la Sociedad para la Promoción de la Paz Permanente y Universal, fue una sociedad fundada 14 de junio 1816 por William Allen para la promoción de la paz universal y permanente. Abogó por un desarme gradual, y por el principio del arbitraje para la solucion de los conflictos.
    (7) Sir Michael Howard, War and the Liberal Conscience. Pág., 135.
    (8) Anthony H. Cordesman, Terrorism, Asymmetric Warfare, and Weapons of Mass Destruction Defending the U.S. Homeland. Published in cooperation with the Center for Strategic and International Studies, Washington, D.C.