Ricardo Portabella.
“Why big nations lose small Wars”
«Para los estudiantes de estrategia, la importancia de estas guerras (asimétricas) radica en el hecho de que la suposición simplista pero dominante (hasta entonces) de que la superioridad del poder militar convencional prevalece necesariamente en la guerra, ha sido destruida.»[1]
Andrew J.R. Mack [2]
“How the Weak Win Wars”
«Si el poder implica la victoria en la guerra, entonces los actores débiles casi nunca ganarán contra rivales más fuertes, sobre todo cuando la brecha en la relación de poder es muy grande. Sin embargo, la historia sugiere lo contrario: los actores débiles a veces ganan. La pregunta es cómo.»[3]
Iván Arreguín-Toft [4]
Introducción al concepto de Guerra Asimétrica
“Why and How,” las dos caras de la misma moneda: la guerra asimétrica. El “porqué” representa la concienciación por parte de la historiografía moderna de la importancia de la misma en el conflicto y el “cómo,” la explicación teórica de la evolución causal de la guerra asimétrica en los conflictos y lo más importante, en mi opinión, su evolución en el futuro.
Antes de la introducción al concepto de guerra asimétrica me gustaría puntualizar, que en mi opinión hay que distinguir entre la búsqueda de la asimetría en la guerra y la propia guerra asimétrica. Es decir, entre lo que es determinante e intrínseco a la guerra, que es la búsqueda de la asimetría en el combate para poder alcanzar la victoria y la guerra asimétrica, en sensu stricto, que es un conflicto donde existe una gran desproporción de medios militares y políticos entre los bandos implicados.
El general gracias a su coup d’oeil, buscará las condiciones o circunstancias para poder encontrar posibles asimetrías en el conflicto y utilizarlas en su favor. Esto es el arte de la guerra y como definía Sun Tzu en su obra el Arte de la Guerra: «El arte supremo de la guerra es someter al enemigo sin combatir.»[5]
Nosotros como estudiosos del conflicto armado, el concepto de asimetría y su corolario de guerra hibrida, servirá para poder explicar y comprender los conflictos tanto pasados como contemporáneos. Es decir, es un marco conceptual donde podremos comprender, explicar y proyectar los resultados de los conflictos armados.
Otra puntualización que me gustaría realizar, es el concepto the New Wars desarrollado por Mary Kaldor.[6] Básicamente una “guerra nueva,” según Mary Kaldor, es un conflicto entre un estado y redes no estatales donde hay una fuerte oposición ideológica y una búsqueda de un logro político, más que físico.
Se intenta el control de la población a través del miedo y el terror. No son financiados por el estado sino a través de otros medios que buscan la continuación de la violencia.
En el contexto de la globalización, Mary Kaldor argumenta el cambio de concepto de la guerra entre los estados, para ella el objetivo de infligir la violencia máxima, se está convirtiendo en un anacronismo.
Esta idea no es exclusiva de Mary Kaldor otros autores como Andrew J.R. Mack ya lo definieron anteriormente.
Este tipo de violencia organizada o «nuevas guerras», precisa Mary Kaldor, podría ser descrito como una mezcla de guerra, el crimen organizado y violaciones masivas de los derechos humanos.
Los actores débiles actúan tanto a nivel global como local, de una manera pública o de forma privada, utilizando tácticas de terror prohibidas por las reglas de la guerra moderna.
La definición de las «guerras nuevas» de M. Kaldor, se elabora en el contexto de un debate más amplio entre los académicos sobre cómo definir las guerras en el mundo posterior a la Guerra Fría. M. Kaldor pretende que las nuevas características de la guerra deben ser analizadas en el contexto de la globalización.[7]
En mi opinión, el trabajo de Mary Kaldor intenta diferenciar la Guerra en un antes y después de la Guerra Fría, encapsulando en el concepto de “guerras nuevas,” conceptos antiguos. Toda la asimetría en el conflicto ha estado presente en toda la historia, no es nada nuevo.
Lo que es innovador es el interés de la historiografía en este concepto de guerra asimétrica, y en algunos casos hibrida, y la construcción de modelos teóricos que expliquen sucesos pasados y proyecten resultados futuros.
El concepto de poder militar, según Andrew J.R. Mack, tiene un sentido más general, es decir, como el poder de una economía materialmente desarrollada con un gran ejército sofisticado. El análisis de Andrew Mack al final de la Guerra Fría, encontró el terreno propicio para su desarrollo.
Su teoría sobre el conflicto asimétrico se desarrolló en el marco de la desaparición de uno de los bloques y la aparición de un mundo multipolar tanto dentro de los países mismos como en su relación con los demás.
Andrew J.R. Mack argumenta que los Estados o actores débiles ganan guerras asimétricas porque los Estados o actores fuertes tienen un interés menor en ganar ya que su supervivencia no está en juego.
Los actores débiles, por el contrario, tienen un gran interés en ganar porque solamente la victoria asegura su supervivencia. La superioridad del poder militar se ha convertido en relativa.
El ejército estadounidense, después de la guerra de Vietnam y sobre todo después de la Guerra Fría, comenzó a considerar seriamente los problemas asociados con la guerra asimétrica y sobre todo de su resultado. Estados Unidos se ha convertido en el único estado fuerte y en consecuencia, objeto de todo ataque asimétrico.
No obstante, si consideramos a su vez el conflicto asimétrico, donde uno de los actores no tiene forma de estado, el alcance del concepto es universal. Estados Unidos maneja casi la mitad del presupuesto armamentístico mundial.
El Instituto Internacional de Estudios para la Paz de Estocolmo, supone que en el año 2011, el gasto militar mundial fue de 1464.0 miles de millones de dólares, de los cuales Estados Unidos gastó 607,0 miles de millones, es decir un 41%.[8]
En el siglo XVII la Royal Navy aspiraba a tener una flota que pudiera igualar la combinada de España y Francia; hoy los Estados Unidos, tienen una flota más importante que la de todos los países del mundo en conjunto. La superioridad es tal que históricamente no tiene parangón. Estados Unidos no solo es una superpotencia, es la superpotencia.
Definiríamos, en consecuencia, la guerra asimétrica, como el conflicto o guerra entre beligerantes, sean estado o no, donde la potencia militar empleada es desigual de una manera significativa tanto a nivel militar como político.
Tales conflictos implicarán estrategias y tácticas de guerra convencional y no convencional. Los combatientes más débiles intentan utilizar una estrategia no necesariamente militar para compensar las deficiencias en cantidad o calidad de su brazo militar. Un punto determinante en los conflictos asimétricos es la búsqueda, por ambos contendientes, de la Legitimidad: social y política.
Legitimidad social es decir, el ganarse la opinión pública, en ambos países, tanto del país donde el estado o actor fuerte está actuando como en su propio país (del actor fuerte).
Legitimidad política, también a través de las organizaciones internacionales, como Naciones Unidas, por ejemplo.
En las guerras de contrainsurgencia libradas en Vietnam; los EEUU acuñaron la doctrina de “ganarse” a la población local ya que, en última instancia, constituyen el campo en que se resuelve el conflicto. Es la ciudadanía de los países en conflicto la que precisará quién es el vencedor de dicho conflicto.
En las guerras asimétricas, para conseguir la victoria en el largo plazo no basta un poder de fuego superior. El elemento político y social, son dominantes y terminan por inclinar la balanza a favor del que tiene de su parte la legitimidad.
No obstante, muchos intelectuales y consejeros políticos, sobre todo del gobierno de Estados Unidos, parecen tener muchas dificultades en aceptar y entender que el hecho de que “la guerra asimétrica sólo es ilegal o ilegítima a los ojos de aquellos que no necesitan utilizar este tipo de tácticas.” [9]
Las guerras de Vietnam y Argelia (para poner otro ejemplo de actor fuerte: Francia), han demostrado que la superioridad militar convencional abrumadora de las grandes potencias no es garantía de victoria contra las naciones militarmente inferiores. Para las potencias más importantes, tales guerras son necesariamente «limitadas», es decir, que se restringe la escalada por encima de ciertos niveles o al menos se intenta restringir.
Con ningún interés vital o fundamental en juego, la potencia agresora en una guerra limitada no tiene una prioridad clara con respecto a otros objetivos o intereses, como podrían ser intereses sociales, políticos o económicos del mismo estado.
La guerra consume recursos – económicos, humanos y políticos – que por lo tanto no están disponibles para la consecución de estos otros objetivos. La ausencia de una victoria rápida producirá el riesgo potencial de presiones de la opinión pública cambiado el equilibrio de fuerzas en la metrópoli a favor de la retirada del conflicto.
Para los insurgentes, el hecho de la invasión y ocupación genera cohesión, reduce al mínimo las restricciones a la movilización y maximiza la predisposición a incurrir en las costos necesarios y prioritarios para lograr la victoria.
A modo de conclusión y antes de analizar la situación actual y perspectivas, me gustaría aportar la definición de conflicto asimétrico de la Joint Strategic Revue, utilizada por Lawrence Freedman, como base de su análisis al respecto.
Lawrence Freedman, además, añade un punto crítico: la escalada en el conflicto asimétrico.
“… Para eludir o socavar la fortaleza de EE.UU. explotan sus debilidades y para ello utilizan métodos que difieren significativamente de los métodos operacionales esperados por los Estados Unidos…” [10] “… cuando los americanos siguen perseverando en su regular warfare sus oponentes pueden iniciar un escalada hacia armas de destrucción en masa (WMD) o adoptar formas de guerra irregular…”[11]
Lawrence Freedman[12]
Situación actual
Actualmente hay una serie de conflictos asimétricos que siguen “abiertos,” y que su resultado final está lejos de vislumbrarse.
El conflicto entre israelíes y algunas organizaciones palestinas es un caso importante de guerra asimétrica.
Israel tiene un ejército, la Tsahal, que podríamos considerar como muy eficaz. En hebreo, Tsahal son las iniciales del ejército de defensa de Israel, Tsva Haganah Lé-Yisrael. Es un ejército excepcionalmente flexible, motivado y bien equipado.
Por otro lado, las organizaciones palestinas no tienen un equipo militar convencional con el cual desarrollar operaciones de envergadura; en cambio, utilizan tácticas asimétricas, tales como: emboscadas, francotiradores, ataques con cohetes, el uso de las estructuras civiles como escudos ante ataques militares, atentado suicidio, etc.
La Guerra Civil de Sri Lanka, de los años 1983-2009, entre el gobierno de Sri Lanka y los Tigres de Liberación de Tamil Eelam, vio una guerra asimétrica a gran escala. La guerra comenzó como una insurgencia y progresó a un conflicto a gran escala con la mezcla de la guerrilla y la guerra convencional convirtiéndose en un conflicto híbrido, es decir el conflicto que combina el empleo de medios irregulares asimétricos y convencionales limitados.
Los Tigres de Liberación fueron pioneros en el uso de los atentados suicidas tanto dentro como fuera del campo de batalla; el uso de aviones ligeros focalización instalaciones militares, etc.
La victoria de las fuerzas de la coalición lideradas por Estados Unidos en la Guerra del Golfo Pérsico de 1991 y la invasión de Irak en 2003, demostró que la guerra convencional moderna es arrolladora y que la única manera que tienen los débiles es luchar una guerra asimétrica, buscando asimetrías en donde la potencia tradicional queda anulada en gran parte.
La caída de Saddam Hussein significó la aparición de un tipo diferente de guerra asimétrica, donde el ejército más potente de la historia se encuentra paralizado desde hace más de 10 años sin encontrar una salida satisfactoria para él mismo ni para sus aliados.
La guerra civil Siria 2012-2013, es otro ejemplo de lucha asimétrica. La Coalición Nacional de Siria, junto con los muyahidines y los kurdos del Partido de la Unión Democrática, han mantenido una guerra con las fuerzas regulares del gobierno sirio. Este conflicto sigue vivo pero eclipsado por la amenaza de ISIL.
El Estado Islámico de Irak y el Levante (ISIL) es un grupo militante yihadista salafista[13] que en marzo 2015 controlaba un territorio ocupado por más de 10 millones de personas en norte de Irak y Siria. El conflicto se ha convertido en una guerra asimétrica a gran escala donde las fuerzas del gobierno iraquí y sirio, mas aliados occidentales, se ven incapaces de responder simétricamente a tácticas, como los atentados suicidas y el uso masivo de los medios de comunicación, para terror de sus enemigos.
El Estado Islámico en Iraq ha hecho que el conflicto asimétrico se convierta en híbrido y ha adquirido una gran popularidad para definir las “nuevas guerras” del siglo XXI, que he tratado en la introducción al concepto de guerra asimétrica.
Concebida, la guerra híbrida para definir un nuevo tipo de conflicto que combinará el empleo de medios irregulares y convencionales limitados.
Guillem Colom Piella, argumenta de una manera brillante que cabe otra raíz en el conflicto hibrido diferente a la mera combinación de lo convencional y lo asimétrico.
“¿Qué sucedería si lo que realmente convierte un conflicto en híbrido no es la combinación de lo convencional y lo irregular sino lo que hemos visto en Crimea o Ucrania, con la adaptación de la tradicional maskirovka[14] (Маскировка) soviética al mundo del siglo XXI y combinando operaciones encubiertas, el apoyo a grupos locales, el empleo de contratistas militares privados, criminales y fuerzas regulares junto con una potente maquinaria propagandística y masivas operaciones de información?” [15]
El 1944 Enciclopedia Militar Soviética define maskirovka como:
«medios para asegurar las operaciones de combate y las actividades diarias de las fuerzas en conflicto; definiendo una complejidad de medidas, dirigidas a engañar al enemigo en cuanto a la presencia y disposición de las fuerzas …»[16]
Las versiones posteriores de la doctrina (después de la desaparición ejército soviético) del ejército Ruso, también incluyen estos medios estratégicos, políticos y diplomáticos que tienden a manipular el desarrollo del conflicto para influenciar las percepciones de los medios y la opinión pública, con el fin de lograr o facilitar los objetivos militares o políticos, tácticos, estratégicos y nacionales e internacionales.
La idea de engañar a tu enemigo o deception ya fue enunciada por Sun Tzu, en el Arte de la Guerra en su Capitulo I verso 18, nos dice :
“Toda la guerra se basa en el engaño. Por lo tanto, cuando somos capaces de atacar, hay que parecer incapaces de hacerlo; al utilizar nuestras fuerzas, debemos parecer inactivos; cuando estamos cerca, debemos hacer creer al enemigo que estamos lejos; cuando se está lejos, hay que hacerle creer que estamos cerca.”[17]
En mi opinión, el futuro seguirá mostrando, que esta búsqueda de la asimetría del conflicto es necesaria para adquirir una ventaja sobre el oponente. Esta búsqueda existe históricamente desde los tiempos de Tucídides … antes si cabe. No es nuevo el concepto, lo asimétrico tiende a convertirse en convencional o desaparecer.
A modo de conclusión me gustaría exponer la definición de la guerra híbrida como corolario a la guerra asimétrica, del coronel McCuen[18] en la que dice:
“Las guerras híbridas son una combinación de guerra simétrica y asimétrica en las que las fuerzas que intervienen conducen operaciones militares tradicionales contra fuerzas militares y objetivos enemigos y simultáneamente –y más decisivamente– intentan lograr el control de las poblaciones locales en la zona de combate dándoles seguridad y estabilidad (operaciones de estabilidad)”.[19]
En definitiva y en opinión de Fabián Sánchez García, el coronel McCuen nos está diciendo que aunque la idea de las nuevas guerras híbridas parece muy atractiva en realidad se trata probablemente de algo tan antiguo como la misma guerra. Opinión que en concepto que comparto plenamente.
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[1] Andrew J.R. Mack, “Why Big Nations Lose Small Wars: The Politics of Asymmetric Conflict,” World Politics, Vol. 27, No. 2 (Jan., 1975), pp. 175-200 Published by: Cambridge University Press Stable
URL: http://www.jstor.org/stable/2009880. Accessed: 15-06-2015 08:32 UTC. “For students of strategy the importance of these wars lies in the fact that the simplistic but once prevalent assumption-that conventional military superiority necessarily prevails in war-has been destroyed.”
[2] Andrew J.R. Mack, hizo conocer en el año 1975 el término “asimétrico” en un artículo publicado en World Politics, «¿Por qué las naciones grandes pierden las guerras pequeñas?. » En la política internacional, la «asimetría» se refería simplemente a una gran disparidad de poder entre actores opuestos en un conflicto. Militarmente veremos cómo se complican las cosas.
[3] Ivan Arreguín-Toft, http://web.stanford.edu/class/polisci211z/2.2/Arreguin-Toft%20IS%202001.pdf.
“If power implies victory in war, then weak actors should almost never win against stronger opponents, especially when the gap in relative power is very large. Yet history suggests otherwise: Weak actors sometimes do win. The question is how.”
[4] Ivan Arreguín-Toft, Doctor en The International Security Program at the Belfer Center for Science and International Affairs at Harvard University’s John F. Kennedy School of Government.
[5] Sun Tzu, El arte de la Guerra, “The supreme art of war is to subdue the enemy without fighting.”
[6] María Enriqueta Kaldor, (1946) es una académica británica y profesor en la London School of Economics. Ha sido una figura clave en la globalización, las relaciones internacionales, la intervención humanitaria, la sociedad civil global y lo que ella llama “nuevas guerras.”
[7] Kaldor, Mary (2012), New and Old Wars: Organized Violence in a Global Era. Stanford: Stanford University Press, 2nd Edition, 2007 (1998).
[8] Stockholm International Peace Research Institute, SIPRI Military Expenditure Database, http://www.sipri.org/databases/milex/ ; and IMF, World Economic Outlook database, Sep. 2011,
http://www.imf.org/external/pubs/ft/weo/2011/02/weodata/index.aspx.
[9] Anthony H. Cordesman, Terrorism, Asymmetric Warfare, and Weapons of Mass Destruction Defending the U.S. Homeland. Published in cooperation with the Center for Strategic and International Studies, Washington, D.C.
[10] “ … To circumvent or undermine US strengths while exploiting US weaknesses using methods that differ significantly from the United States expected methods of operations…”
[11] Lawrence Freedman, Strategy: A History. Oxford University Press. Pág., 220-221.
[12] Sir Lawrence David Freedman, nació el 7 de diciembre de 1948 y es profesor de Estudios de Guerra en el King College de Londres. Fue asesor de política exterior de Tony Blair. es decano de los estudios estratégicos Británicos y es miembro de la comisión Británica de investigación de la guerra de Irak de 2009.
[13] Movimiento religioso y activista que rechaza limitar la acción religiosa a la predicación y hace de la yihad su bases de actuación. Sayyed Qutub fue su pionero en los años ochenta predicando el combate armado con el fin de liberar los países musulmanes de toda ocupación extranjera y “liberar” a la mayor parte de regímenes de los países musulmanes para instaurar un estado verdaderamente islámico.
[14] Maskirovka es un término ruso (Маскировка) que significa en términos generales engaño militar o camuflaje. Más tarde también adquirió el significado de inteligencia militar, es decir, ampliando su alcance para incluir el ocultamiento, la imitación con señuelos y maniquíes, maniobras destinadas a engañar, es la negación y la desinformación … en tales operaciones podríamos identificar a Sun – Tzu?
[15]Guillem Colom Piella. EL AUGE DE LOS CONFLICTOS HÍBRIDOS? Instituto Español de Estudios Estratégicos.
[16]Proceedings of the 3rd European Conference on Information Warfare and Security, edited by Andy Jones. Academic Conferences Limited, Jan 1, 2004. Pág. 166.
[17] Sun Tzu, el Arte de la Guerra,“All warfare is based on deception. Hence, when we are able to attack, we must seem unable; when using our forces, we must appear inactive; when we are near, we must make the enemy believe we are far away; when far away, we must make him believe we are near. ”
[18] El coronel John J. ‘Jack’ McCuen (1926-2010). Col. McCuen fue un autor, profesor y consultor en la Guerra Irregular, Contrainsurgencia y Guerra híbrida. Graduado en 1948, en West Point obtuvo una Maestría en Asuntos Internacionales de la Escuela de Asuntos Internacionales de la Universidad de Columbia. Al mando de un Escuadrón de Caballería Blindada en Alemania, fue Director de Estudios para el Desarrollo y Defensa Interna y Presidente del Primer Panel de Actualidad en el US Army War College en Carlisle, Pensilvania.
[19] Fabián Sánchez García, “EL CONFLICTO HÍBRIDO ¿UNA NUEVA FORMA DE GUERRA?”
CENTRO SUPERIOR DE ESTUDIOS DE LA DEFENSA NACIONAL EL ENFOQUE MULTIDISCIPLINAR EN LOS CONFLICTOS HÍBRIDOS, Mayo de 2012, pág. 15.
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