Por D. Gerardo Infante Muluya.
Los Fuertes de la Frontera[1]
La línea de Fuertes se construyó como consecuencia del Tratado de Wad-Ras, firmado en 26 de Abril de 1860[2]
Hasta la Guerra de África (1859-1860), no cambia por completo la estructura de las fortificaciones de Ceuta, llevándola a las alturas de la actual frontera. Con el desembarco en noviembre 1859, del Primer Cuerpo de Ejército, seguido de la inmediata ocupación de las alturas del Serrallo, donde se encontraba el antiguo palacio moro, los ingenieros acometieron las obras de puesta en estado de defensa de este edificio e iniciaron la construcción de dos Fuertes: Isabel II y Príncipe Alfonso, el primero en las alturas que domina el boquete de Anyera y el segundo vigilante sobre el camino de Tetuán.
Tras la primera parte de la campaña, prolongada en un período meramente defensivo y de preparación, tanto los continuos ataques moros como el imprescindible desvelo por proteger Ceuta, base del Ejército, obligaron a prodigar las obras de fortificación, constituidas por una serie de reductos unidos entre sí por medio de caminos que a su vez accedían al que enlazaba el Serrallo con Ceuta, que en la actualidad constituye el trazado de la carrera que une el Centro de la ciudad con García Aldave y Benzú, y una serie de Fuertes, además de los citados: O’ Donnell, Renegado, Francisco de Asís, Piniers y Cisneros. Estos fuertes iban rodeados con un foso de 1,50 a 2 metros de profundidad y disponían de parapetos de 3 metros de altura y 4 ó 5 metros de espesor, provistos de escarpa y contraescarpa, con glasis para asentamientos de armas y tiradores, y escalones para acceso de los defensores.
Hay que hacer constar que la forma actual de los que se conservan es muy posterior a la que tenían cuando se construyeron pues todos ellos han sufrido notables modificaciones.
A continuación vamos a referir los fuertes de la frontera actual con Marruecos, empezando de Sur a Norte:
Reducto del Príncipe Alfonso, edificado a la terminación de la guerra de Marruecos en los años 1859 a 1860, no existen más datos que un croquis firmado en 28 de Abril de 1860, con un trazado diferente del actual y un borrador de un plano de un Proyecto de 25 de Octubre de 1860 que se ajusta en líneas generales a lo construido; y otro plano rectificado de lo existente en Febrero de 1903.
En 9 de Agosto de 1912, se efectuaron varias reparaciones, con el fin de alojar en él, las fuerzas de la Guardia Civil de vigilancia en el Campo Exterior. Posteriormente se dedicó a almacenar pólvora y a depósito de armas.
Torre de Mendizábal, por B.O. de 12 de Septiembre de 1864 se da paso a la formación de Proyecto de esta Torre, que fue aprobado por R.O. de 20 de Octubre de 1866, terminándose las obras en 1881-1882. En 1904, se propuso dotar a esta posición con una batería de 4 obuses de 15 cm. y 4 cañones de tiro rápido de 7,50 cm. Por Orden de la Autoridad Militar de 2 de Enero de 1923, se hizo entrega de esta torre al Tercio de Extranjeros.
Torre de Piniers, primeramente fue construido un reducto y barracón provisional para el Ejército dar Operaciones en 1860. En 1863 fue demolido éste, empezando la construcción de la torre actual, que fue terminada el 8 de Junio de 1864. En 1865 se hicieron algunas reformas, cuyo proyecto fue aprobado en 6 de Marzo de 1866. En 1904, se propuso dotar a esta posición de una batería para 6 cañones de tiro rápido de 7,50 cm. En 1917, prestaba servicio como tal Torre y ocupaba por un pequeño Destacamento de Vigilancia.
Torre de Francisco de Asís, fue primeramente un reducto provisional de campaña, construido por el Ejército de Operaciones de 1860. El 2 de Agosto de 1862, dieron principio las obras de esta Torre y terminaron el 10 de Septiembre de 1863. En 1883, se hicieron algunas reformas en ella, en virtud del proyecto de reforma de sus similares Isabel II, Gobel Anhgera y Renegado, aprobado el 6 de Marzo del mismo año. En 1904, se propuso dotar esta posición con una batería de 4 obuses de 15 cm. 4 cañones de tiro rápido de 7,50 cm.
Torre de Isabel II, primeramente fue un reducto y barracones provisionales de campaña, construido por el Ejército de Operaciones en 1860. Por R.O. de 12 de Diciembre de 1862, se aprobó el Proyecto de sustitución del reducto por una Torre. En 1871, se procedió a la construcción de la Torre actual… suspendidas las obras en 1874 y se reanudaron en 1877, terminándose en 1880. En 1905, se propuso dotar a esta posición de 4 obuses de 15 cm. y 4 cañones de tiro rápido de 15 cm.
Torre de Anyera, en 1861, se consideró este emplazamiento adecuado para un Fuerte, empezando las obras con urgencia, quedando más larde suspendidas en 1862 por orden del Ingeniero General, de fecha 20 de Enero del mismo año. Por R.O. de 21 de Mayo de 1862, se aprobó el proyecto de Torre, hasta quedar terminada en Diciembre del mismo año. En 13 de Enero de 1879 y 1883, se ejecutaron obras de reforma, en virtud del Proyecto aprobado por R.O. de 4 de Noviembre del mismo año… proponiendo dotar a esta posición de una batería de 6 obuses de 21 cm.
Torre de Aranguren, primeramente fue reducto provisional de campaña, construido por el Ejército de Operaciones en 1860.
Por R.O. de 12 de Septiembre de 1864, se dispuso la formación del proyecto para construir esta torre y su igual de Mendizábal, que se aprobó por R.O. de 20 de Octubre de 1866. Empezaron las obras en 16 de Julio de 1882 y terminaron en 10 de Junio de 1883. En 1904, se propuso artillar esta posición con 4 obuses de 15 cm. utilizando el fuerte para alojamiento.
Hay que decir que todos estos fuertes son de construcción circular a excepción hecha del Príncipe Alfonso que es de planta rectangular.
El Serrallo fue el cuartel principal de la línea de fuertes, desde él se daba la hora con una especie de campana de timbre y martillo, repitiéndose desde Isabel II a los demás fuertes.
La capacidad de hombres de los fuertes era de: Serrallo, 500; Príncipe Alfonso, 300; Isabel II, 100; Benzú, 60; Aranguren, 40; Mendizábal, 40; Piniers, 14; Francisco de Asís, 14; Renegado, 14; Anyera, 14.
En la actualidad el fuerte de Benzú ha desaparecido, debido a las excavaciones realizadas cerca de su cimentación. En el de Isabel II, se encuentra el poste repetidor de televisión.
Una vez que las fortalezas dejaron de estar afectadas a la defensa territorial, pasaron a ser parte del Patrimonio del Estado. Como servidumbre legal, no cabe edificar ni hacer plantaciones cerca de las plazas fuertes o fortalezas sin sujetarse a las condiciones exigidas en la Leyes y Reglamentos.
Este Patrimonio Histórico-Artístico, tiene sobre cada una de sus piedras, la sangre derramada por nuestros antepasados, que derrocharon sobre ellas abnegación, valor y heroísmo. Además constituye un gran atractivo turístico de Ceuta, por reflejar una parte de sus vivencias históricas.
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