Por G.B. D. Emilio Abad Ripoll (R)

JUSTIFICACIÓN

Somos miles los militares españoles que, en el bolsillo derecho de nuestras guerreras, lucimos el distintivo de participación en Operaciones de Naciones Unidas, con las plaquitas que identifican de cuál o cuáles de ellas se formó parte. Pero entre los que llevan la de UNPROFOR hay un pequeño grupo, aproximadamente de 30, que debíamos ostentar otra distinta, en concreto la que nunca se fabricó, la de UNPF (Fuerzas de Paz de Naciones Unidas), pues nuestra labor se desarrolló entre abril de 1995 y finales de febrero de 1996 en este otro Cuartel General.

Al incluirme en ese pequeño grupo me siento portavoz de nuestra extrañeza acerca de cuál pudo ser la causa de que nunca vieran la luz las plaquitas que verdaderamente nos corresponden, pues, insisto, nuestro esfuerzo y nuestra ilusión se volcaron en el trabajo de aquel enorme Cuartel General que entre las fechas señaladas:

• Controló la actuación de todo el personal militar distribuido por la ex–Yugoslavia, incluyendo no sólo al encuadrado en las tres mayores organizaciones que operativamente de él dependían (UNPROFOR, UNPREDEP y UNCRO), y de las que luego hablaremos, sino también a los Observadores Militares;
• Desde el que se dirigieron los ataques aéreos y de la Fuerza de Reacción Rápida (RRF) contra las fuerzas serbias que cercaban Sarajevo (finales de agosto-15 de septiembre de 1995);
• Se encargó de la organización y el control de la disolución de UNCRO y de la repatriación de sus unidades (11 batallones de 9 países distintos, con más de 12.000 efectivos);
• Organizó y dirigió la conversión de UNPREDEP en una misión “independiente”;
• Organizó y dirigió la creación de UNTAES (United Nations Transitional Agreement for Eastern Slavonia), para solucionar el problema de las reivindicaciones serbias y croatas sobre la Eslavonia Oriental;
• Fue pieza fundamental en el proceso de transferencia de autoridad de ONU a OTAN, previendo, organizando y controlando la integración en IFOR (la primera organización de la Alianza en suelo bosnio) de más de 20 batallones de UNPROFOR en aquellas febriles semanas en las que se desenvolvió nuestra existencia a caballo entre 1995 y 1996.
• Organizó y controló la repatriación de las unidades de UNPROFOR que no se integraron en IFOR (aproximadamente otros 10 batallones);
• En íntimo trabajo con la “parte civil” del propio Cuartel General (1), dirigió y coordinó la prestación de todo tipo de apoyos a la población, en el ingente esfuerzo que una situación como la de la Yugoslavia de aquellos años demandaba.

Quizás la explicación a nuestra perplejidad estribe en que hubo, y hay, un desconocimiento generalizado de la función de UNPF, que nació como consecuencia de la Resolución 981 del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, de 31 de marzo de aquel ya citado 1995, y que a algunos pudo parecerles una organización “heredera” de UNPROFOR, cuando de hecho lo único que se “heredó” de ella fue el cuartel croata de Ilica, donde se instaló el Cuartel General de UNPF, como veremos en unos momentos (2).

Y, por ello, se redactan estas líneas, con el exclusivo objetivo de que quede constancia en estas páginas virtuales, que sabemos tan visitadas, del trabajo de quienes, españoles o no, formaron parte del Cuartel General de las Fuerzas de Paz de la ONU (UNPF), organización sorprendentemente desconocida en nuestro país, sobre todo si se tiene en cuenta la enorme importancia que tuvo en los momentos finales de NN.UU. en lo que fue Yugoslavia.

ANTECEDENTES

De todos es conocido que, casi desde el principio de su intervención, las unidades militares de países pertenecientes a la ONU e implicadas en el conflicto yugoslavo se habían integrado en la organización denominada UNPROFOR (United Nations Protection Forces), cuyo Cuartel General se ubicó en el cuartel croata de Ilica, en Zagreb.

Con el paso del tiempo, ya a principios de 1995, el Presidente de Croacia, Tudjman, expresó reiteradamente los deseos de que el CG. de UNPROFOR (cuyo mandato finalizaba en marzo de 1995 y estaba pendiente de una prolongación autorizada por el Consejo de Seguridad) desapareciese de suelo croata, pues consideraba que ellos no necesitaban “fuerzas de protección”, aunque sí aspiraba a la creación en su país de otro CG. de ONU en cuya denominación entrase, de una u otra forma, la palabra Croacia. Esta solicitud no era del gusto de la población serbia, mayoritaria en la zona conocida como “las Krajinas” y que Croacia consideraba propia, pues entendían que la citación explícita del nombre de este país parecería llevar implícito un apoyo de la ONU a las apetencias croatas de anexión definitiva del territorio en disputa.

Más al sur, existían fundados recelos de un ataque serbio contra Macedonia, por lo que se consideraba necesario el asentamiento en la frontera de unidades militares de ONU para disuadir a los primeros de cualquier intentona anexionista.

Así las cosas, el 31 de marzo de 1995 el Consejo de Seguridad de NN.UU. aprobó las resoluciones 981, 982 y 983 por las que se creaban nuevos Mandatos, con diferentes denominaciones, produciéndose cambios sustanciales en el Mando y Control de las fuerzas militares destacadas en la ex-Yugoslavia.

Este fue el origen de las Fuerzas de Paz de la ONU (UNPF) cuyo Cuartel General se establecía en el mismo acuartelamiento de Zagreb que hasta la fecha había ocupado el CG. de UNPROFOR, que se trasladaba a Sarajevo, y cuyo ámbito de actuación se iba a limitar desde aquel momento a Bosnia Herzegovina, pasando a subordinarse a UNPF. También subordinadas a la misma nueva organización nacían otras dos:

• UNCRO (United Nations Confidence Restoration), cuya zona de responsabilidad era Croacia (3).
• UNPREDEP (United Nations Preventive Deployment), cuyo ámbito de actuación se refería exclusivamente a Macedonia.

El número de efectivos se fue manteniendo con ligeros altibajos con respecto a los casi 45.000 de enero de 1995, hasta que en agosto y septiembre la llegada de nuevas unidades, y en especial la Fuerza de Reacción Rápida (compuesta por unidades de artillería de campaña y morteros pesados de los Ejércitos francés, inglés y holandés), hizo que se alcanzara un máximo cercano a los 52.000 -de los que unos 6.000 eran civiles-, tope que decrecería rápidamente con la disolución de UNCRO y la repatriación de Unidades ante la transferencia de autoridad a OTAN.

En enero de 1996, en pleno proceso de integración de UNPROFOR en IFOR, el número aún superaba los 32.000.

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(1) El Representante Especial de la ONU en el conflicto tenía sus oficinas en el mismo cuartel en que se alojaba el CG. de UNPF. De abril a octubre ejerció el cargo Mr. Akhasi, y desde ese mes hasta el final de la misión Mr. Annan, que en 1996 sería designado Secretario General de NN.UU.

(2) De hecho, en el BOD núm. 157 de 11 de agosto de 1995 aparece la Resolución 565/09659/95 en la que se comisiona a quien escribe estas líneas como “Jefe de Estado Mayor (Administración y Logística) del Mando de UNPROFOR (Zagreb) y Jefe del Contingente Español en la Antigua Yugoslavia…” . Y pese a los cientos de escritos recibidos y enviados desde UNPF, al regresar a España, en otros documentos oficiales se hacía aún mención errónea a nuestra Comisión en UNPROFOR y no en UNPF. Ello a llevó que en 1998 se enviase una nota rectificando ciertos párrafos que se incluían en el Manual de Área que se entregaba a quienes iban a la zona, nota que fue incluida en su totalidad en el citado Manual a partir de la 11ª edición, en noviembre de 1998.

(3) Aunque no se citara explícitamente el nombre del país, las letras CRO satisfacían las reclamaciones de su Presidente.