Por Carmelo Jesús Aguilera Galindo.

Hemos asistido en los últimos días a la observación en cualquier telediario o en la prensa gráfica a las dantescas imágenes  llegadas desde Siria de lo que se supone un ataque con sustancias químicas, denunciado por la ONG Médicos Sin Fronteras, y que da un balance de 355 fallecidos y más de 3600 heridos de diversa gravedad. El ejecutivo de EEUU eleva a miles la cantidad de fallecidos, según sus informes de inteligencia.

Como consecuencia de tal atrocidad se está barajando la posibilidad por parte de diversos países con EEUU a la cabeza, de realizar una  acción militar de castigo contra el régimen de  Al Asad. Y esa posibilidad de encuentra cada vez más cerca.  Aunque el Presidente Obama, ha indicado que pedirá autorización al Congreso de EE, antes de iniciar cualquier acción armada.

A su vez la ONU ha desplazado sobre el terreno un equipo de inspectores para recabar toda la información posible ante tal hecho: autor, agente empleado, etc.

Está previsto que este lunes se haga público dicho informe. Y una vez publicado el informe, se indica que efectivamente  se ha utilizado armas químicas, concretamente gas sarín.

Pero no se ha explicitado quienes han sido los autores de dicho ataque, escudándose en que la misión de los inspectores de la ONU, no era indicar los autores, solo deberían establecer que se usaron armas químicas.

Ante esto cabe preguntarse ¿se debería iniciar una acción armada tras dicho informe? ¿Se sabe con certeza que el autor ha sido el régimen sirio  o quizás los rebeldes buscando que de una vez entrara de una u otra manera Occidente en el conflicto? ¿Se ha de esperar a la entrega total y verdadera del arsenal químico por parte del Régimen Sirio?

Portavoces de Médicos Sin Fronteras, afirman que sus palabras se han manipulado y que ellos solo dieron  que se había producido el hecho, sin afirmar el origen y que tales hechos “debían ser  comprobados por un organismo oficial “, según afirman en una entrevista en ELMUNDO.es.

Pero un corresponsal de AP,  Dale Gavlak,  en las últimas horas afirma que fue una mala manipulación de armas químicas en manos de los rebeldes sirios, que posteriormente produjo una explosión  y la liberación del material químico responsable de las muertes. Las armas habrían sido recibidas a través de Arabia Saudí, de manos de un yihadista saudí, Abu Ayesha, comandante de un batallón de insurgentes sirios (1).

¿Se puede dar el caso de que los EEUU ayuden  o le hagan el trabajo a Al Qaeda?

Quizás son demasiadas preguntas y pocas las respuestas verdaderas que tenemos.

Por tanto ya que las vidas humanas sesgadas es imposible devolverlas, se debería esperar a tener todos los datos y que estos fueran lo más veraces posibles antes de iniciar cualquier acción armada de castigo. Además de contar con toda la legalidad internacional posible como el respaldo de una Resolución del Consejo de las Naciones Unidas.

No se puede iniciar un conflicto sin haber previsto el postconflicto y a lo largo de la historia hemos tenido demasiados casos en los que así ha sido. Sólo hay que pensar en Irak 2003.

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(1) F. de Andrés. www.abc.es. 31-8-2013