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Misiones de mantenimiento de la paz: imparcialidad y el uso mínimo de la fuerza

G.B. D. Agustín Alcázar Segura (R).

Dentro de la denominación genérica de Operaciones de Apoyo a la Paz, las de Mantenimiento de la Paz son aquellas encaminadas a la contención, moderación y finalización de hostilidades entre o dentro de Estados, y en las que son empleados contingentes armados de fuerzas internacionales, pudiendo participar observadores militares así como personal civil y policial, realizadas con el consentimiento de las partes beligerantes para tutelar y facilitar la implantación del acuerdo de paz.

En la conducción de este tipo de operaciones, el acuerdo previo de las partes sobre los términos del mandato es fundamental para el éxito, ya que una pérdida general de consentimiento limita la libertad de acción de la fuerza y su capacidad de cumplir la misión. La imparcialidad y el uso mínimo de la fuerza debe regir la conducta de las operaciones; la fuerza sólo debe usarse en defensa propia.

En las operaciones de mantenimiento de la paz, se llevan a cabo distintas actividades militares, que pueden ser, entre otras: Observación, Verificación, Interposición, Pacificación o Control de la escalada de tensión.

Observación
Se desarrollan para supervisar líneas de demarcación o acuerdos de alto el fuego. Estas misiones pueden realizarse con observadores o bien mediante el empleo de fuerzas militares.

Se podrán realizar acciones de vigilancia y verificación de alto el fuego, de zonas o límites marcados para el despliegue de unidades, fronteras, de retirada de tropas, de libertad de movimiento establecida, etc. Para ello, se vigilan zonas o puntos mediante el empleo de pues¬tos de observación y patrullas que, al suministrar información, ayudan a1 proceso de negociación diplomática.

El objetivo de la operación es informar de cualquier incidente y vigi¬lar la actividad subsiguiente para ayudar al proceso de negociación diplomática a restablecer la efectividad del alto el fuego o armisticio.

Verificación
Es la acción apropiada cuando se produce una situación de paz próxima aceptada por los beligerantes. En esta modalidad los cometidos no son sólo la observación, sino también la investigación, supervisión y comprobación de los distintos compromisos acordados.

Para ello, se inspeccionan zonas, puntos o instalaciones mediante el empleo de puestos de control, equipos y patrullas que, dando constancia del grado de cumplimiento del acuerdo, permiten establecer las medidas de presión o ayuda posteriores.

Interposición
Se realizará para mantener separadas las fuerzas en conflicto, mientras están en marcha negociaciones para un alto el fuego o un acuerdo de paz.

Las acciones que se realizan son: delimitación de una línea de alto el fuego, interposición propiamente dicha de las fuerzas de mantenimiento de la paz y repliegue de los contendientes detrás de la zona marcada a ambos lados de la línea de alto el fuego. Durante este proceso o al finalizar el mismo, se negocia un acuerdo definitivo de alto el fuego como primer paso para alcanzar la paz.

Pacificación
Se ejecuta para poner fin a la violencia con un empleo limitado de la fuerza, crear un entorno en el que la población pueda volver a una vida normal bajo condiciones de paz y apoyar la consecución de un acuerdo negociado.

Las acciones que se realizan son: supervisión de acuerdos de control o destrucción de armamento, control de áreas, registros y verificaciones periódicas, control de desórdenes y manifestaciones, evacuación de áreas, etc.

La progresión natural de estas operaciones va desde un carácter eminentemente militar, al principio, hasta otro de predominio civil según se desarrolla la operación.

Control de la escalada de tensión
El despliegue de refuerzos no siempre será posible o podría llevar demasiado tiempo. Por consiguiente, una fuerza de mantenimiento de la paz no debe perder su capacidad para responder con firmeza si es necesario. Esto implica que la fuerza debe tener la capacidad y legalidad, a través de las reglas de enfrentamiento, para aplicar más fuerza que la meramente necesaria para su autodefensa. Si cualquiera de las acciones deja de cumplir el proceso de paz e incumple lo establecido en los acuerdos, incrementando los riesgos y provocando una escalada de tensión, la fuerza debe poder aplicarse para controlar y minimizar la violencia.


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