Un curriculum impresionante. Lo cual resulta aún más llamativo si tenemos en cuenta su juventud.

Rafael José de Espona, autor del «Manual de Inteligencia y Corporativa y Contraespionaje Industrial» que acaba de editar CISDE Editorial, es doctor en derecho y académico correspondiente de la Real Academia de Jurisprudencia y Legislación del Instituto de España. Es consultor estratégico e internacionales en los sectores de la energía, infraestructura, industria y defensa.

Tiene, por tanto, referencias para afirmar que «el sector español no está maduro para ofrecer un ejemplo como respuesta«, cuando se le pregunta acerca de empresas españolas que se puedan citar como ejemplo del buen uso de la inteligencia corporativa.

Su interés por el mundo de la inteligencia surge como necesidad, en la sociedad de la información, de manejar técnicas que ayuden a «extraer el conocimiento para una adecuada comprensión de la realidad«. De manera similar describe el concepto de inteligencia corporativa, al afirmar que se trata de «obtener la información y tratarla por medio de técnicas específicas, para obtener un conocimiento oportuno y útil para sus fines«, lo que en definitiva redundará en un aumento de las ventajas competitivas de la empresa.

Con la publicación del «Manual de Inteligencia y Corporativa y Contraespionaje Industrial» ve culminado un proyecto científico y de divulgación, que ya viene realizando hace algún tiempo, ya que también es profesor en el Campus CISDE del curso «Fundamentos de Inteligencia Corporativa«.

¿Qué le hizo interesarse por el mundo de la inteligencia en general, y de la corporativa en particular?
Nos encontramos en la sociedad de la información, lo cual supone una ingente saturación y ruido informativo; por ello, es imprescindible conocer las técnicas para poder extraer el conocimiento para una adecuada comprensión de la realidad. En mi actividad en el ámbito corporativo, esta necesidad es crítica, por lo que he fijado mi atención en cómo la herramienta de Inteligencia debe ajustarse al ámbito empresarial.

¿Cree que la lectura de este manual está al alcance de cualquier persona? ¿En qué público pensaba cuando escribía el libro?
La monografía es de índole científica, pero con alcance divulgativo y enfoque práctico; el destinatario potencial es todo aquel personal directivo o graduado universitario del sector privado -y de la Administración relacionada con el ámbito económico- interesado en mejorar el rendimiento,  protección y competitividad de su organización mediante una obtención y análisis de la información adecuados.

¿Qué diferencia a este libro de los que ya existen en el mercado sobre inteligencia corporativa?
Creo que es la primera monografía con formato de manual que contempla la Inteligencia como una función corporativa completa y no como una aplicación ceñida a la Inteligencia de Mercado o a la acción competitiva, sin duda importantes, pero que son parte de la primera. Además, se incide en el entorno polemológico empresarial con el trasfondo de la guerra económica.

¿Qué le ha supuesto ver su Manual de Inteligencia Corporativa publicado?
Aparte de la satisfacción por la culminación de un proyecto científico, conlleva la aspiración de contribuir a la seguridad económica nacional por medio de la difusión de la cultura de Inteligencia Corporativa en España.

Una pregunta obvia y obligada para acercarnos a aquellos que no la conocen, ¿qué es la inteligencia corporativa?
Es la función que la entidad corporativa desarrolla mediante la herramienta de Inteligencia, consistente en obtener la información y tratarla por medio de técnicas específicas, para obtener un conocimiento oportuno y útil para sus fines, que en último término implica mejorar sus resultados, fortaleza y competitividad.

¿Existe alguna diferencia entre los términos inteligencia corporativa, competitiva y empresarial?
Sí, son matices que he perfilado; con el término corporativa refiero a la funcionalidad completa que realiza la entidad corporativa (sea  empresa, banco o fondo de inversión) e incluye entre sus aplicaciones la Inteligencia competitiva  comparativa con los competidores. La calificación empresarial es más restrictiva, y además puede referirse también al conocimiento sobre el campo de la empresa.

¿Podría explicarnos, en pocas palabras, cómo la inteligencia corporativa puede ayudar a mejorar la competitividad de las empresas?
Al aportar un mayor conocimiento sobre el entorno, el negocio, los competidores, vectores agresivos (como la Inteligencia enemiga) y todas las dimensiones de interés, así como sobre la comparativa entre la propia entidad y sus adversarios, necesariamente se orienta a mejorar la posición de la entidad y su capacidad competitiva.

¿De qué fuentes se nutre la este tipo de inteligencia?¿juegan un papel importante internet y las bases de datos?
El aspecto de fuentes es diferencial respecto de la Inteligencia estatal, pues el marco jurídico-mercantil y los principios del mercado limitan las fuentes para la Inteligencia corporativa, que serán fundamentalmente abiertas. En este sentido, los soportes informativos e Internet constituyen un cauce de fuentes abiertas de gran utilidad, siempre que se sepa dónde buscar, qué buscar, y discriminar el ingente caudal de ruido y contrainformación deliberada que abunda en dicho ámbito.

¿Qué clase de información maneja este tipo de inteligencia?
Hasta ahora, servicios de estudios y departamentos de mercado en bancos y empresas fijaban su atención en la materia económica, lo que supone una limitación monocorde. La Inteligencia debe obtener información multidisciplinar, holística, pues los indicadores e informaciones valiosas que nos llevan al conocimiento pueden estar en ámbitos inesperados, de modo que el estado real de la economía se pueda dilucidar desde datos no económicos.

¿Cuáles son los productos típicos que se obtienen de la IC?
La Inteligencia se puede definir como producto y como proceso. El producto es conocimiento ajustado a las preguntas formuladas, presentado en forma y tiempo, útil para apoyar el proceso de  toma de decisiones. Según la aplicación, puede ser de índole estratégico, operacional o táctico; prospectivo, crítico, competitivo o de contrainteligencia, entre otros.

¿Diría usted que la inteligencia corporativa es una disciplina bien desarrollada en nuestro país?
Actualmente no puede proclamarse esta afirmación; pero cabe señalar que la sensibilidad al respecto es creciente.

Para pequeñas y medianas empresas, ¿es factible la implantación de un departamento de inteligencia corporativa?
Por supuesto, si bien su alcance, capacidades y dimensionalidad departamental ha de ajustarse a escala, o bien incardinarse la función en departamentos con más atribuciones.

¿Qué cualidades debe reunir una persona que desee formar parte de uno de estos departamentos?
Aparte de la formación técnica sobre Inteligencia y sobre la actividad de la entidad, es importante el perfil psicológico. El trabajo se realiza en ciclo retroalimentativo permanente, metódico pero no rutinario -la rapidez de reacción es clave- y requiere frialdad emocional al tiempo que sensibilidad para la percepción y agilidad para estar alerta.

¿Podría señalar alguna empresa española que suponga el paradigma del buen uso de la inteligencia corporativa para conseguir sus objetivos? ¿Y extranjera?
El sector español no está maduro para ofrecer un ejemplo como respuesta. En todo caso, uno de los principios de la Inteligencia es ocultar ese conocimiento al exterior, por lo que sería aventurado apuntar nombres concretos como paradigmas de buena praxis.

Para finalizar, ¿tiene algún nuevo proyecto en mente?
El Manual de Inteligencia Corporativa pretende contribuir a crear una nueva función en la entidad empresarial. La evolución natural de esto apunta a desarrollar aplicaciones complejas en el campo de la Guerra Económica, donde la compañía y la nación tienen grandes sinergias potenciales, pudiendo interactuar si parten de una metodología común. Este sería un proyecto particularmente interesante.

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