Carlos González de Escalada Álvarez/ Sevilla

«El grupo terrorista Al Qaeda planea un magnicidio en 2013: atentar contral el presidente de los Estados Unidos, Barack Obama». Un titular como este, que he escrito a modo de experimento, estará haciendo repiquetear los sistemas informáticos de la CIA, del FBI y de no sé cuántos otros servicios secretos estadounidenses. Sepa el amable lector, que las agencias de inteligencia norteamericanas tienen perfectamente intervenido el ciber espacio y en cuanto alguien publica una serie de palabras clave: como «terrorismo»,  «armas», «francotirador», «bomba», «atentado», «islamismo radical», «asesinato», en el idioma que sea, provoca un rastreo inmediato en las «arañas» de las centrales de inteligencia de Estados Unidos y en muchísima menor medida de otras potencias como Francia, Reino Unido, Canadá, Rusia o China.

 No me invento nada. Revisando las estadísticas de tráfico de este mismo mes de diciembre, constatamos que el 68% del tráfico de nuestra publicación proviene de buscadores en Estados Unidos, el 2,5% de buscadores franceses, el 2,1% de buscadores chinos y el 1% son rusos. En la jerga también se las conoce como «arañas». Es más, el 18 de diciembre, publicábamos como titular un entrecomillado del presidente Obama tras la masacre de Newtown: «Como país hemos pasado por esto demasiadas veces». Ese día, nuestro Observatorio registró un 50% por ciento más de visitas o mejor dicho «toques» («hits») de motores de búsqueda del otro lado del Atlántico y una proporción similar de visitas humanas.

Hoy quiero comprobar  cuánto más aumentará el tráfico si pongo un osado titular como el que preside este artículo. Estoy convencido que las muchas palabras clave que contiene harán cruzarse datos. Preveo que tanto el artículo orginal como una pronta traducción llegarán a un analista en Langley o en Washington (al que aprovecho para felicitar la Navidad, por cierto).

De carne y hueso
Este tráfico centinela, que se transforma en visitas artificiales, nos vuelve locos a los editores ya que nos las vemos y nos las deseamos para conocer el origen y cantidad de nuestros lectores. Este hecho es tan preocupante, que ahora casi todas las aplicaciones de cálculo de tráfico distinguen entre tráfico humano y motores de búsqueda. A modo orientativo, el Observatorio, en lo que va de mes ha recibido 8.039 visitas de «carne y hueso» y  nada menos que 65.114 de arañas como las descritas. 

Hemos de asumir que el control sobre lo que pasa en Internet pertenece casi en exclusiva a los estadounidenses, que tienen los medios ingentes para saber qué pasa en esta nueva dimensión. Pocas personas se paran a pensar que el apogeo de las redes sociales, nos hace transparentes a ojos amigos, pero también vulnerables a miradas hostiles. 

Por eso, para animar un poco el cotarro, he escrito un titular que mueva el saco de los ratones y los espías, antes de fin de año. Ya les comentaré como va la cosa. Ah, por si alguien duda todavía, la noticia es falsa (en inglés, fake), aunque no me extrañaría que los de Al Qaida anden tramando algo.

Nota: El día en que se publicó esta noticia (día de los inocentes de 2012), el Observatorio registró un aumento de visitas de buscadores de más de un 40%.