Redacción.

Según un informe de Mandiant, empresa especializada en seguridad en Internet, una unidad secreta del Ejército chino podría estar detrás de una buena parte de los ciberataques sufridos por Estados Unidos en los últimos tiempos.

El informe de Mandiant identifica a un grupo de piratas informáticos, conocidos como APT-1, que estarían realizando una campaña de espionaje cibernético a largo plazo, contando con el apoyo del Gobierno chino. No en vano, el informe sitúa el origen de los ataques a las puertas de un edificio en las afueras de Shanghai, donde opera la unidad 61398 del Ejército de Liberación Popular chino.

Según Mandiant, los ataques llevan produciéndose desde 2006 y se dirigen contra numerosos sectores, desde empresas de telecomunicaciones hasta contratistas militares o plantas químicas.

Hasta el momento, la Casa Blanca y el Departamento de Estado no han querido pronunciarse al respecto, ya que afirman que se trata de temas de seguridad e inteligencia. Aunque sí han llamado la atención sobre lo imprescindible de iniciar un diálogo a este respecto con el Gobierno chino.

Por su parte, el Ministerio de Defensa chino ha segurado que el Gobierno del país «jamás ha apoyado ningún ciberataque», y que consideran que las acusaciones de la consultora informática «carecen de hechos y base legal».

Esgrimiendo el argumento de que «los ciberataques son transnacionales y anónimos, por lo que es muy difícil identificar su origen», Hong Lei, Ministro de Exteriores chino, niega toda responsabilidad del gobierno en el asunto, asegurando, no obstante, que la mayoría de los crecientes ciberataques sufridos por China provienen de suelo estadounidense, lo que parece incongrente con su anterior afirmación.