Redacción/ Sevilla.

El presidente de Estados Unidos, el demócrata Barack Obama, se mostró así de claro en el discruso tras la matanza del pasado viernes en la escuela Sandy Hook, en la pequeña población de Newton, Connecticut. Añadió la necesidad de unirse y hacer algo al respecto para eviar que algo así vuelva a ocurrir, independientemente del discurso político.

La tragedia de Connecticut, que se ha convertido en la mayor masacre de estas características vivida por los estados Unidos, se ha llevado la vida de 28 personas, 20 de los cuáles eran niños de entre 5 y 10 años, estudiantes d ela mencionada escuela.

El presunto autor de los disparos, Adam Lanza, un joven de 24 años de edad, que también murió, se presentó el la guardería de la escuela de Newton sbre las 9,30 de la mañana, y abrió fuego contra los estudiantes  y el personal del centro que se encontraba allí en ese momento.Según la información que se tiene hasta el moemtno, portaba dos pistolas y un rifle calibre 233 , que estaban a nombre de su madre, a la que también asesinó antes de dirigirse a la escuela.

Si bien no es la primera vez que un hecho ocurre así en los Estados Unidos, ya que de hecho es algo que se repite con demasiada frecuencia, sí es la vez en que es mayor la pérdida de vidas humanas, sobre todo de niños.

El debate sobre la tenencia de armas
La tragedia ha reabierto el debate sobre el derecho a la tenencia de armas que está recogido en la Segunda Enmienda de la Constitución, que permite la venta y posesión de armas prácticamente sin limitaciones, alegando el derecho a la autodefensa.

Es destacable que el Tribunal Supremo siempre ha fallado contra los intentos de algunos estados y ciudades por limitarlo.

Los partidarios de que la legislación siga siendo la misma, esgrimen argumentos como que este tipo de tragedias ocurren siempre en lugares en los que la ley no permite portar armas (escuelas, centros comerciales…) o que países que tienen una legislación similar en cuanto a la facilidad de tenerlas tienen tasas muy bajas de asesinatos por arma de fuego (Canadá o Finlandia).

Sin embargo, es un hecho que en EEUU, cada año, unas 30.000 personas pierden la vida como consecuencia de disparos con armas de fuego.