Juan Bautista Sánchez Gamboa
General de Brigada (DEM)
Los atentados del 11 de septiembre de 2001 dieron lugar a una profunda y apartidista reflexión en los EEUU; a un juicio crítico sobre Seguridad que tuvo su mayor exponente en el Informe elaborado por la Comisión Nacional que se organizó al efecto. Parte de las recomendaciones del Informe Final de esa Comisión focalizaron en la Inteligencia, en la Comunidad de Inteligencia norteamericana, proponiendo medidas que permitieran una mejor coordinación de sus componentes.
Desde ese histórico 11 de septiembre, la mayor potencia del mundo se ha ocupado de mejorar su organización de Inteligencia, superando las divisiones, las barreras estructurales identificadas, mejorando la coordinación y la eficacia a través de una Dirección única. Dentro de esta compleja organización, la Inteligencia Militar juega un importante papel contribuyendo a la Seguridad general.
Allí, se partía de una situación en la que para reunirse con los responsables de Inteligencia se debían visitar dieciséis autoridades, cada cual al frente de cada una de las Agencias existentes.
Sin embargo, aquí, en España – se decía – no era necesaria más que una visita. Esto es la descripción de algo que va más allá de constatar un hecho, constituye la definición de un objetivo; la voluntad de lograr en España una auténtica y eficaz “Comunidad de Inteligencia” donde la Inteligencia Militar participe plenamente aportando su especialización. El reciente cambio de dependencia orgánica del Centro Nacional de Inteligencia facilita ese camino, permitiendo el desarrollo de la Inteligencia Militar, con capacidades plenas, e integrada plenamente en esta Comunidad.
Habría que empezar por definir qué es la Comunidad de Inteligencia. Es fácil en principio contestar a esta pregunta: son todos los que trabajan en este área; es la voluntad de lograr con ellos lo que, parafraseando la definición clásica, define la Acción de Conjunto como “la concurrencia al mismo fin de cuantos elementos intervienen en la batalla”; en este caso, en la batalla de la Información, de la Inteligencia; batalla que rompe los límites del interés particular de cualquiera de las partes interesadas por la interrelación que existe entre todas ellas.
Interrelación que es mayor cuanto más alto es el nivel de decisión, abarcando, más y más, al conjunto. Comunidad de inteligencia: conjunto de Gabinetes, Centros, Unidades, Estados Mayores, Planas Mayores, grupos de trabajo, equipos, redes…. que adquieren información por medios orgánicos, o no, desde los multinacionales hasta los propios de las más pequeñas unidades u organizaciones; compartiendo y analizando la información adquirida y elaborando inteligencia para satisfacer las necesidades de las autoridades y mandos respectivos; difundiendo los productos obtenidos, todo ello en un proceso continuo.
¿Es esto posible? Se puede responder afirmativamente: lo es. Lo es desde el punto de vista teórico; la organización, los medios disponibles, las capacidades tecnológicas, lo permiten. Se trata de maximizar el rendimiento de los recursos, materiales y humanos disponibles, de integrar en una única organización, con una sola dirección, el conjunto de capacidades del que estamos provistos, de sumar los esfuerzos de todos para lograr la máxima eficacia.
Pero, para que exista una comunidad debe de haber un interés común: ¿Tienen las mismas necesidades de Información, de Inteligencia – por ejemplo – el Presidente del Gobierno, el Ministro del Interior, el de Defensa, el de Exteriores, el de Industria, el Jefe de Estado Mayor de la Defensa, los Jefes de Estado Mayor de los Ejércitos y la Armada, el Jefe de un puesto en Afganistán, o el Comandante de un buque en el Índico? Evidentemente, no.
¿Los procedimientos de obtención utilizados en la lucha antiterrorista, o en la acción policial, son los mismos que los empleados por una unidad militar? Probablemente, tampoco. Sin embargo, desde el Presidente del Gobierno hasta el Jefe de una Pequeña Unidad comparten un interés común: la Seguridad, cada uno a su nivel.
Cada cual, en la Comunidad de Inteligencia, puede diferir en sus necesidades de inteligencia, en los procedimientos y en sus medios de obtención, pero esto no debe ser considerado una traba, sino algo natural, derivado del área de especialización de cada uno; las partes del conjunto no son iguales, pero todas forman parte del mismo.
Cada parte de la Comunidad se organiza, se dota, se prepara y actúa en función de sus propias necesidades y , ahí, dentro de esta Comunidad, hay un área de especialización que es el de la Inteligencia Militar, de la que forman parte los Ejércitos y la Armada, constituyendo una rama especializada de la Inteligencia que cuenta con su propia organización, personal y recursos específicos con un único objeto: facilitar la toma de decisiones en el ámbito de las operaciones actuales, en el planeamiento de las futuras y alertar sobre posibles escenarios de actuación; ésta es su área de competencia principal: Las operaciones militares.
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