Redacción/ Sevilla.
El proceso de transferencia de responsabilidad de seguridad de las tropas españolas en Afganistán ha comenzado a agilizarse después de su inicio a comienzos de año. Mediante este traspaso de seguridad, los jefes de las Fuerzas de Seguridad Afganas (ANSF) adquieren el máximo liderazgo
En cuanto finalice el verano, el proceso de implementación en Afganistán comenzará a acelerarse. “Esto es posible porque se considera que los jefes de las Fuerzas de Seguridad Afganas (ANSF) de la región han alcanzado el nivel de liderazgo exigido, tienen la voluntad y la confianza para hacerse con la situación, y el nivel de amenaza de la insurgencia está dentro de sus capacidades de respuesta”, comentan desde el Ejército de Tierra. Este proceso, se debe también, a la colaboración de los Equipos Operativo Asesoramiento y Enlace (OMLT), que prestan su servicio a los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad en Afganistán desde el año 2007.
El hecho de mejorar las capacidades de la ANSF respondía a la necesidad de expansión de ésta por parte de la OTAN con el fin de “estabilizar el país, crear un auténtico Ejército y Policía nacionales afganas capaces”. Mediante esta mejora de la ANSF, las tropas internacionales en el país no tendrían tanta relevancia
Presencia española en Afganistán
Las tropas españolas en Afganistán –que estaban hasta mediados del 2010- se encontraban en la provincia de Herat –Grupo Logístico y la Unidad de Servicios de Base/Acuartelamiento-, a 20 km de Afganistán y en Badghis -3ª Brigada del 207º Cuerpo de Ejército-. Además de las que ya había presentes allí, el Ejército decidió implementar a los miembros del Cuartel General de esta última Brigada, que se encargaría de las operaciones del Ejército Nacional Afgano (ANA), “para instruir a los mandos afganos en la dirección de la preparación y el adiestramiento, en el planeamiento y conducción de las operaciones, y en cómo realizar los análisis posteriores”, aclaran desde Tierra.
Una vez creadas dichas unidades se crea el Operativo de Limpieza de Rutas (RCC) al que se le añadieron dos más para instruir a la Policía Afgana (POMLT). De esta manera, desde el año 2010 hasta el presente, los diferentes operativos han ido cubriendo las necesidades de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad Afganas apostando por el asesoramiento más que por la mentorización.
“La necesidad de mentorización es cada vez más reducida”
Así, se pasaría de un cambio de concepto: de la mentorización al asesoramiento. “La mentorización consiste en acompañar a una unidad afgana en todas sus actividades y ayudar a sus mandos, en un plano de igual a igual, a modificar aquellos aspectos que sean susceptibles de mejora. De ahí que el concepto OMLT esté íntimamente relacionado con el de partnering, que consiste en la actuación conjunta de una unidad de la ISAF y una del ANA”, explican desde el Ejército de Tierra.
Con una mayor capacidad por parte de las autoridades afganas, el concepto de mentorización pasa a un segundo plano y empieza a surgir con más fuerza el de Asistencia a la Seguridad (SFA) con el fin de otorgar a los militares afganos una mayor autonomía como reza su definición, “la aplicación del concepto SFA se entiende teniendo en cuenta tres procesos paralelos que se están produciendo en la actualidad en Afganistán: por un lado, el crecimiento de las ANSF en cantidad y calidad; por otro, la transferencia de la responsabilidad de la seguridad a las autoridades locales; y por último, la progresiva y programada reducción de las unidades de la ISAF”.
En este sentido, el concepto SFA –introducido en el año 2011- se aplica cuando una provincia entra en transición con el fin de asesorar a los afganos y reducir las fuerzas de la coalición y “permite pasar de una relación de 1:1 (una Brigada de la ISAF que mentoriza a una Brigada del ANA), a la actual de 1:3 (por ejemplo, un Batallón de la coalición internacional que asesora a una Brigada del ANA), que también se podrá ir reduciendo progresivamente”, mencionan desde Tierra.
Por tanto, la figura del oficial se parecía al de un asesor, y, al mismo tiempo esto permite reducir la cantidad de personal.
Con este nuevo concepto, las Fuerzas Afganas adquieren un mayor desarrollo y se transforma al mismo tiempo los OMLT en Equipos Militares de Asesoramiento (MAT), las unidades asoaciadas en Unidades de Apoyo a la Transición. Así, en la provincia de Badghis, donde están las tropas españolas, las unidades militares afganas permanecen en un nivel operativa con asistencia/operativa con asesores –depende del código de colores- .
Por su parte, los MAT –enmarcados en el concepto SFA- están compuestos por diez militares y cada uno de ellos se dedica a una rama en particular: operaciones, inteligencia, logística…con el fin de establecer una “relación al más alto nivel con los mandos afganos”. Están encuadrados dentro de unas nuevas estructuras, las TSU (es una unidad de maniobra asociada a una unidad del ANA, pero siempre de menor entidad que ésta, para el planeamiento y conducción de operaciones), que actúan bajo el mandato de su jefe.
La diferencia fundamental entre los OMLT y los MAT es que, mientras los primeros asesoran a la persona (un teniente a otro teniente, por ejemplo), los segundos realizan sus funciones a nivel de unidad superior, y sobre todo, apoyan en el aspecto del planeamiento.
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