Redacción.
El ministerio de Defensa está preparando un nuevo paquete de programas militares de armamento por el que gastará unos 10.000 millones de euros en los próximos diez años.
Defensa justifica esta cifra (que supone casi el doble del presupuesto anual del ministerio), por la necesidad de renovar sistemas de armas que están a punto de finalizar su vida operativa, como es el caso de blindados o fragatas, así como la oportunidad de reestructurar la industria militar.
Uno de los principales proyectos, que se llevará una importante parte del presupuesto, es la fragata F-110; se construirán cinco de estas fragatas para sustituir a las F-80, por un coste de 800 millones por unidad. Además, al proyecto se le asignará otra partida de 1.000 millones para sostenimiento del ciclo de vida de los buques.
Navantia será la encargada de la construcción de los buques, aunque Defensa quiere promover la participación de más empresas de la industria militar española, por lo que se adjudicarían por separado los diferentes sistemas con los que estará dotado el barco (sistema de combate, sistema de defensa aérea…).
Blindados y drones
Un segundo proyecto que pretende abordar Defensa es la sustitución de los antiguos Blindados Medios de Ruedas, por los blindados 8×8 en los próximos dos años. Ya existe una dotación económica para este programa, que tiene asignados 41 millones de euros para el próximo año.
En una primera fase se adquirirán entre 350 y 400 vehículos, con un coste máximo de 1.500 millones. Se elegirá uno de los modelos ya existentes en el mercado (no se diseñará un nuevo prototipo por ser una serie muy corta, y se nacionalizarán sus sistemas de comunicaciones, sensores o guerra electrónica. Las unidades podrían ensamblarse en la planta sevillana de General Dynamics-Santa Bárbara.
Por último, otro de los programas novedosos consistirá en la adquisición de 4 aviones no tripulados (drones) y dos estaciones terrestres de control del este tipo de vehículos aéreos. Los drones se utilizarán para tareas de vigilancia y reconocimiento operacional. El coste de la compra será de entre 200 y 300 millones de euros. El Ejército del Aire considera que la mejor adquisición sería la de MQ-9 Reaper estadounidense o el Super Heron israelí.
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