¡Déjanos convivir!

Carlos González de Escalada Álvarez/ Sevilla

Como si España no tuviera suficientes problemas, ahora esto. Parecía poca cosa una crisis económica que ha arrasado a las clases medias; no tenemos bastante con los cinco millones de parados; parecen una minucia las hordas de alcaldes y concejales que saquearon durante años los ayuntamientos; se ponen de perfil ante los ejércitos de jóvenes «ninis» y «trinis» (ni estudian, ni trabajan, ni saben lo que quieren). No hemos tenido bastante al comprobar como los políticos han creado cientos de organismos públicos inútiles con la única finalidad de colocarse ellos. No tenemos bastante dando de comer a 40.000 políticos mediocres… ahora esto.

A esta oligarquía, que quita médicos, interinos y profesores para seguir en la poltrona, a esta España arruinada le faltaba la puntilla: que don Arturín se liara la manta a la cabeza y proclamara que Cataluña se va.  Ésa es la ayuda que cabe esperar de los separatistas de CiU y de su jaleadores de extrema izquierda. Gracias, machote.

Para ocultar su despilfarro rampante, para distraernos del hecho que ellos viven como pachás mientras los demás nos dejamos la piel para pagar impuestos y llevar pan a casa; no se les ocurre otra cosa a los de CiU que atizar irresponsablemente el ardor secesionista. Incluso con injurias al Rey desde la televisión pública catalana. Es una vergüenza lo de esta gente.

Un viejo axioma militar dice que más vale un jefe mandando mal que dos mandando bien. Bien, pues en la España de los 20 presidentes vamos todos de cabeza. Basta con que uno, reme hacia el lado contrario, como don Arturito, para que la nave de vueltas sobre sí misma. No teníamos bastante y ahora esto.

A ver si nos dejáis convivir de una vez, y os ocupáis de gastar menos en vosotros mismos y en no generar problemas donde no los hay. Si miráis a vuestro alrededor, la gente comparte espacio tan ricamente sin necesidad de generar confrontación entre españoles. Claro que los separatistas viven de eso, de pelearnos los unos a los otros, y viven tan ricamente, oye.

Y ojo con mentarle a don Arturín la Constitución y no digamos ya el papel de las Fuerzas Armadas; porque entonces se frota las manos y dirá: «veis, rascas un poco y salen los fascistas de la Guerra Civil».

No, a don Arturín hay que combatirle con inteligencia y con argumentos. A ver, hijo mío, llevado al extremo tu proclamado «derecho a decidir» sería de aplicación no solo a Cataluña, sino también a Tarrasa o al Condado de Huelva, tu derecho a decidir es inaplicable en una nación moderna, es una quimera. Dios no creó a España después de a Adán y a Eva, a España la hemos creado los españoles hace más de 500 años y es a todos nosotros a los que nos corresponde decidir, no sólo a los secesionistas catalanes. Y con todo respeto democrático te digo, Arturín, que somos muchos los que hemos jurado lealtad a la bandera hasta sus últimas consecuencias; no juegues con fuego, Arturín, que te puedes quemar.

Deja a la gente tranquila, que cada cual conviva y sobreviva, que bastantes teníamos ya sin ti, como para que llegues ahora tú, Arturín y aportes ideas funestas desde esa mollera tan bien repeinada que llevas (sin ofender).

Me quedo confiando en aquella cierta y terrible frase del Rey Alfonso XIII: «España es el país más fuerte del mundo, los españoles llevan siglos tratando de destruirla y no lo consiguen».

Arturo, por favor… ¡déjanos convivir!.. déjanos sobrevivir sin odiarnos unos a otros.

No seas malo, anda.

 


Doctor en Ciencias Sociales por UDIMA. MBA por la Henley Business School (Reino Unido). Máster Oficial en Seguridad, Defensa y Geoestrategia por la UDIMA. Licenciado en Ciencias de la Información por la Universidad de Navarra. Fundador y Presidente de CISDE. Director general de SAMU. Numerario de la Academia Andaluza de la Historia.

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