Redacción.

El general estadounidense, John Allen, anunció ayer que ha decidido retirarse las Fuerzas Armadas y por tanto, renunciar a su cargo como jefe militar de la OTAN.

Allen, que ha sido jefe de las tropas de la OTAN en Afganistán, se reunió con el presidente de EEUU, Barack Obama, para expresarle su decisión de retirarse de la vida militar, alegando que quiere dedicarse al cuidado de su mujer enferma.

Obama aceptó su renuncia y aseguró que el general Allen tiene su «más profundo aprecio» y que «ha prestado un extraordinario servicio en Afganistán estos últimos 19 meses».

Durante las pasadas semanas, en especial tras ceder Allen el mando de las tropas de EEUU y la OTAN en Afganistán a Joseph Dunford, los rumores crecieron sobre la posibilidad de que el general se planteara renunciar al nombramiento de la Casa Blanca como Comandante Supremo de la OTAN. Según aseguraron algunos medios, esta decisión podrá estar destinada a evitar que en las audiencias del Senado sobre su nominación se volviera a hablar de su implicación en el «caso Petraeus».

Exonerado de toda responsabilidad
En noviembre del pasado año, el general Allen fue investigado por supuestas «comunicaciones inapropiadas» con Jill Kelley, una de las mujeres involucradas en el escándalo que provocó la dimisión del general Petraeus, director de la CIA.

Esta posible implicación paralizó su nombramiento, previsto para esa fecha. Sin embargo la Oficina del Inspector General del Pentágono, encargado de la investigación, informó el 22 de enero, que Allen «no violó las prohibiciones militares de conducta impropia de un oficial», por lo que quedó «totalmente exonerado de toda esponsabilidad».