Redacción
El ejercicio Trident Juncture 2015 que, en estos momentos se está llevando a cabo en España, Portugal e Italia, será la última prueba de fuego antes de que España asuma el mando rotatorio de la Very High Readiness Joint Task Force (VJTF), la llamada “punta de lanza” de la OTAN.
La VJTF es una fuerza multinacional de acción rápida de la OTAN compuesta de unos cinco mil efectivos que debe poder desplegar a parte de sus unidades en el plazo de cuarenta y ocho horas y estar totalmente desplegada en un plazo máximo de cinco días.
España, que asumirá el liderazgo de la punta de lanza a partir del uno de enero de 2016, aportará más de tres mil efectivos, procedentes del Cuartel General Terrestre de Alta Disponibilidad de Bétera (Valencia) y del Cuartel General de la Brigada Ligera Aerotransportable (Brilat) de Figuereido (Pontevedra). Este último aportará un batallón de la Brilat y elementos de apoyo como zapadores, transmisiones y reconocimiento. Además, junto con las tropas españolas, la VJTF estará compuesta el próximo año por un batallón portugués, un posible batallón rumano y unidades albanesas y belgas. El Reino Unido, que relevará a España en 2017, participará, también, con un batallón.
Como antesala a la conferencia política de la OTAN, que se celebrará el ocho y nueve de julio en Varsovia, y con la finalidad de comprobar el buen funcionamiento de la VJTF, especialmente su capacidad para desplegarse en los plazos correspondientes, España liderará durante la primavera un ejercicio de esta fuerza en Polonia en el que participarán un millar de efectivos españoles procedentes, en su mayoría, de la Brigada Ligera Aerotransportable.
El ejercicio en Polonia será el primero que lleve a cabo esta fuerza ya que, aunque la VJTF fue creada en 2014, durante en 2015 la punta de lanza ha estado compuesta por una fuerza multinacional (con fuerzas alemanas, holandesas y noruegas) ya existente bajo el liderazgo de Alemania.
Objetivo: disuadir a Rusia
La idea de la punta de lanza nació durante la conferencia política de la OTAN celebrada en Gales en 2014 como una respuesta directa a las acciones de Rusia en Ucrania. Los antiguos países del bloque soviético y, especialmente los países bálticos, exigieron un mayor compromiso de la Alianza con su seguridad. Dada la reticencia de numerosos países a desplegar tropas en la frontera rusa, con la finalidad de evitar una escalada de las tensiones con Rusia, los aliados llegaron a un compromiso. Desde 2014, la Alianza ha aumentado, de manera rotativa, las patrullas aéreas y marítimas en los países del Este, ha establecido pequeños cuarteles generales o unidades de integración de fuerzas aliadas (NFIU en inglés) y depósitos preposicionados de vehículos, armas y equipamiento en Estonia, Letonia, Lituania, Polonia, Bulgaria y Rumania.
Junto con todas estas medidas, los líderes de la Alianza Atlántica crearon la Very High Readiness Joint Task Force como un elemento disuasorio añadido. La creación de esta fuerza responde a un doble objetivo militar y político.
El objetivo militar es el más sencillo de comprender: la VJTF tiene un número de efectivos y una capacidad de despliegue rápido suficiente como para frenar, o al menos ralentizar, un avance ruso sobre territorio de la OTAN hasta la llegada de una segunda oleada de fuerzas procedentes de la Fuerza de Respuesta Rápida de la OTAN (NRF en inglés), compuesta de unos cuarenta mil efectivos.
El objetivo político es algo más complejo y está diseñado no sólo para disuadir a los enemigos sino, también, para tranquilizar a determinados aliados. Los países del Este de Europa, especialmente los bálticos, nerviosos ante la agresividad rusa, temen que los aliados, para evitar una guerra con Rusia, les pudieran dejar caer. El despliegue de la VJTF implica que, en caso de agresión rusa, efectivos de diversos países europeos se verían inmediatamente envueltos en el conflicto y eso, a su vez, obligaría a sus gobiernos a activar el artículo cinco del Tratado de la OTAN (un ataque contra uno es un ataque contra todos).
El hecho de que los países que se han ofrecido a liderar la punta de lanza (Francia, Reino Unido, Alemania, España, Italia y Polonia) sean los seis países europeos con mayores capacidades militares supone una garantía suplementaria pues implica que una agresión rusa supondría la intervención inmediata de, al menos, uno de estos seis países.
Esta táctica no es nueva y ya fue utilizada por la OTAN como elemento disuasorio contra la Unión Soviética. Durante la Guerra Fría, Estados Unidos y otros miembros de la Alianza desplegaron tropas en la frontera de Alemania occidental para disuadir a los soviéticos y demostrar a los alemanes el compromiso estadounidense con su seguridad. Hoy en día, Estados Unidos mantiene efectivos militares en Corea del Sur con la misma finalidad disuasoria, esta vez contra Corea del Norte.
Sin embargo, y a pesar de su compromiso con la OTAN y otros países, Estados Unidos no contribuirá tropas a la VTJF o a la NRF, aunque sí se ha comprometido a encargarse del transporte estratégico. Es posible que la intención de Estados Unidos sea forzar a los aliados europeos a incrementar su responsabilidad con su propia seguridad y a cumplir su objetivo presupuestario de llegar al 2% del PIB en gasto militar.
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