Redacción.

Según ha asegurado el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, España es el tercer país del mundo que más ciberataques recibe; un total de 70.000 sólo en el año 2014.

La pasada semana, durante la presentación en el Instituto Cervantes del número de Vanguardia Dossier dedicado a la ciberguerra, así lo afirmaba el ministro, concretando que sólo están por delante de España en este listado Estados Unidos y Reino Unido.

Aunque García-Margallo no concretó cifras, sí reconoció que de los 70.000 ataques recibidos el pasado año, un porcentaje importante iba dirigido a diversos órganos de la Administración Pública, aunque tampoco quiso especificar a qué órganos o instituciones públicas en concreto.

Ante este panorama, España lleva un tiempo diseñando medidas para luchar contra este tipo de amenazas, medidas como la creación en 2013 del Consejo Nacional y la Estrategia Nacional de Ciberseguridad y la elaboración de un Plan Nacional de Ciberseguridad. En palabras del ministro, se están «combatiendo y adaptando los medios a las nuevas necesidades de ciberseguridad» .

¿Seguridad vs libertad?
García-Margallo también realizó una valoración en torno al polémico debate entre seguridad y privacidad y libertad, afirmando que las amenazas en este ámbito no pueden convertirse en una «excusa» para controlar el espacio cibernético de manera que se limite la libertad de los ciudadanos.

Es decir, aunque es comprensible que se desee lograr una mayor seguridad nacional en este ámbito, se debe de tener cuidado de no caer en errores «fatales para el progreso humano».

Por su parte, el catedrático de Seguridad y Defensa Cibernética e ingeniero del Centro Nacional de Investigación Científica (CNRS) de Francia, Daniel Ventre, invitado al evento, disertó sobre las características que definen a la ciberguerra, que es la «dimensión cibernética de una guerra, aunque sin la organización jerárquica de los ejércitos», y no se trata de meros ataques aislados o de la criminalidad en la red.

Ventre se mostró convencido de que ciberguerra y ciberdefensa son «sólo una primera parte dentro de un proceso que está modificando los equilibrios de poder en el sistema internacional»