Redacción.

El ministerio del Interior ha puesto en marcha un protocolo especial de vigilancia para el seguimiento de presos islamistas, de manera que controlará a 186 presos que son potenciales captadores, o susceptibles de ser captados.

El principal objetivo del programa es tratar de evitar procesos de captación, reclutamiento y radicalización de presos musulmanes en las cárceles españolas, así como, a la larga, evitar la comisión de actos terroristas una vez estos presos son puestos en libertad tras cumplir su condena.

Aunque no se pierde de vista la actividad de otros grupos de carácter yihadistas, la atención se está centrando en la lucha contra el Estado Islámico, cuya actividad y recursos resultan especialmente preocupantes para el gobierno español.

Se han establecido tres grupos dentro del total de 186 presos sobre los que se realizará esta especial vigilancia:

• Grupo A, que incluye a los presos que ya han sido condenados por estar vinculados a algún grupo terrorista, y por tanto son potenciales captadores. Lo forman 74 internos.
• Grupo B, de presos condenados por otros delitos, pero que guardan cierta relación con el integrismo radical. El grupo más numeroso, con 104 presos.
• Grupo C, integrado por musulmanes (aunque no exclusivamente) cuyo perfil psicológico pueden ser objeto de captación o radicalización. Por el momento, tan solo 8 internos forman este último grupo.

El papel de los funcionarios de prisiones
Para la puesta en marcha del programa, es imprescindible el papel que desempeñarán los funcionarios de prisiones, en contacto directo y diario con los reos, y que serán los primeros en detectar cualquier movimiento sospechosos de los mismos, así como en registrar su actividad diaria.

Cada semana, los especialistas del centro penitenciario designados para ellos (con experiencia en el seguimiento de presos con este perfil), recopilará y analizará la información obtenida de la vigilancia realizada. Asimismo, cotejarán la información obtenida con los últimos análisis de los especialistas en materia de terrorismo del CNI, Policía o Guardia Civil.

Este proceso permitirá mantener actualizado el listado de presos de especial vigilancia, y se la toma de decisiones sobre el mejor centro de internamiento para cada uno de ellos.