Redacción.
Tras casi siete horas de negociaciones del Grupo Internacional de Apoyo a Siria, Estados Unidos y Rusia han acordado este viernes un alto el fuego en Siria que entrará en vigor en el plazo de una semana.
Las alejadas posiciones de ambos países en cuanto a cómo afrontar y solucionar el conflicto sirio han dificultado en mucho el llegar al acuerdo que hoy anunciaban en rueda de prensa conjunta el secretario de Estado de estadounidense, John Kerry, y el ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov.
Tal y como explicaba Kerry ante la prensa, ambas potencias se han “comprometido al ambicioso objetivo de detener la violencia en el país árabe en una semana”. Ambicioso ya que se pretende pasar de este cese temporal a un alto el fuego definitivo, para lo que se pondrá en marcha un grupo de trabajo presidido conjuntamente por ambos países, dentro de las Naciones Unidas.
Sin embargo, el alto el fuego alcanzado no es total, ya que el cese de las hostilidades tiene dos excepciones. Por un lado, se permitirán las acciones defensivas y por otro, no afectará a las acciones militares que se están llevando a cabo para luchar contra los grupos terroristas yihadistas.
Intensificación de la ayuda humanitaria
Esta mañana también se acordaba la intensificación de la ayuda humanitaria a la población civil, de manera que se consiga hacer llegar a varias zonas actualmente sitiadas por los combates. La ayuda será distribuida por aviones, en caso de ser necesario en aquellas zonas que no permiten otro acceso.
La situación de los civiles en Siria ha empeorado dramáticamente con la última ofensiva del régimen de Al Asad apoyada por bombardeos rusos, que ha obligado a unas 50.000 personas a abandonar sus hogares al norte de la provincia de Alepo. Según el Centro Sirio de Investigación Política, la guerra iniciada en 2011 se ha cobrado la vida de 470.000 personas hasta la fecha.
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