Redacción / Madrid.

Bomberos, Policía y miembros de la Armada llevaron a cabo ayer un trabajo que, aunque sencillo, supone un símbolo para los españoles. Se trataba de hacer que la Bandera de España más grande de nuestro país volviera a ondear en lo más alto, ya que el fuerte viento rompió sus cuerdas e hizo que terminara en el suelo

Los 300 metros cuadrados de la Enseña (40 kilos de peso) se encuentran izados en el mástil de la Plaza del Descubrimiento en Colón (Madrid) desde octubre de 2002, cuando el entonces alcalde de Madrid, José María Álvarez del Manzano, decidíó que así fuera. Desde entonces el emblema (confeccionado con tela de vela de barco) es renovado tres veces al año (su coste es de 10.000 euros).