Redacción.

Según ha publicado este domingo el periódico alemán Der Spiegel, una nueva remesa de documentos secretos divulgados por Edward Snowden han revelado que la Agencia Nacional de Seguridad de los Estados Unidos habría estado espiando las comunicaciones de la sede de las Naciones Unidas en Nueva York.

Según los nuevos documentos revelados por Snowden, los expertos de la mencionada agencia no sólo tuvieron acceso a las comunicaciones de la ONU, sino también de algunos de sus organismos, como es el caso de la Agencia Internacional de la Energía Atómica (que tiene su sede en Viena).

En el verano del pasado año, los agente de la NSA consiguieron intervenir el sistema de videoconferencias de las Naciones Unidas, lo que supuso, según los propios documentos secretos supuso «una mejora dramática de la capacidad de la NSA de obtener datos de las comunicaciones internas de la ONU y su capacidad de desencriptar el tráfico», lo que se tradujo, efectivamente, en que el número de comunicaciones descifradas pasó de 12 a 458.

Estados Unidos incmpliría así el acuerdo por el que se comprometió a no llevar a cabo acciones secretas en la sede de Naciones Unidas en Nueva York.

Espiando a la UE
La NSA también habría estado espiando el consulado de la Unión Europea en Nueva York, después de que se trasladara a una nueva sede en octubre del pasado año (tras denunciar escuchas en la antigua sede). Entre los archivos sacados a la luz hay planos del edificio así como información sobre su infraestructura informática y sus servidores.

Según se detalla en los propios documentos de la NSA, se utilizaron virus para infiltrarse en los equipos de telecomunicaciones de sede de la UE.

Las nuevas informaciones apuntan a que la Agencia estadounidense mantiene un programa de espionaje (escuchas), sobre las comunicaciones de más de 80 embajadas y consulados de todo el mundo, incluidas las de países considerados aliados, proyecto al que denominan «programa especial de recopilación».

Esta forma de espionaje, dudosamente guarda relación con la prevención y control del terrorismo como tantas veces han asegurado es el motivo de los «invasivos» programas de espionaje que practican.