Redacción.

Los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, los que tienen derecho a veto, han pactado esta noche un acuerdo para la eliminación del arsenal de armas químicas de Siria.

El siguiente paso es que la resolución pactada sea aprobada por los quince miembros del Consejo, que en un encuentro informal a puerta cerrada ya han debatido sobre la propuesta, por lo que podría ser sometida a votación este mismo viernes.

El texto del borrador es el resultado de un esfuerzo diplomático de debate y discusión, en especial por parte de Rusia y Estados Unidos, y en él se condena de manera enérgica el uso de armas química por parte del régimen sirio, en especial del ataque del pasado 21 de Agosto, investigado y confirmado por los expertos de la ONU.

En el texto se especifica que este tipo de acciones viola el derecho internacional y afirma que Siria «no podrá utilizar, desarrollar, producir, adquirir, almacenar o retener armas químicas, ni transferir, directa o indirectamente, armas químicas a otros Estados o actores no estatales».

Respaldo de China y Rusia, con condiciones
El respaldo de las reacias China y Rusia llega gracias a que en el texto no se incluye una amenaza de uso de fuerza inmediata en caso de que el régimen de Bachar el Asad no cumpliera. Hasta el momento, hasta en tres ocasiones ambos países habían vetado cualquier intento del Consejo de implicarse en el conflicto sirio.

El texto íntegro de la resolución aún no se conoce, aunque diversas fuentes informan que se alude al Capítulo 7 de la Carta de las Naciones Unidas sobre el uso de «todos los medios necesarios» para el cumplimiento de los términos de la resolución. Sin embargo, las mismas fuentes informan que esta opción, por petición expresa de Rusia, quedaría subordinada a una votación en el Consejo. Por tanto, Rusia tendría la última palabra para una intervención militar en el país asiático.

Esta resolución enviaría un mensaje claro al régimen sirio para la destrucción de su arsenal químico, pero sigue manteniendo la protección ante una intervención militar que le brinda Rusia.

Ahora llega el turno de los inspectores de Naciones Unidas, que tienen por delante la difícil tarea de investiguen sobre los arsenales del régimen sirio, identificando el material que es necesario destruir.